Maestros de la Tecnológica de SLP acusan trabas locales y federales para crear su sindicato

25/03/2016 - 12:01 am

Durante casi un año, trabajadores y maestros de la Universidad Tecnológica de San Luis Potosí, han solicitado el reconocimiento legal de un sindicato independiente. La respuesta de las autoridades fue adherirlos a la CTM, lo que generó nuevos problemas por cobros extras que la Confederación exige; además, la promesa de basificación del personal y de un contrato colectivo, a la fecha, no se ha concretado.

Trabajadores y académicos han realizado varias marchas para exigir el reconocimiento de su sindicato. Foto: SUTUTSLP
Trabajadores y académicos han realizado una serie de marchas para exigir el reconocimiento de su sindicato independiente. Foto: SUTUTSLP

Cuidad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).– El personal docente y administrativo de la Universidad Tecnológica de San Luis Potosí (UTSLP) está por cumplir un año en el intento de que las autoridades competentes, tanto de la institución, como estatales y federales, les reconozcan la formación de un sindicato independiente con el que buscan mejorar sus condiciones laborales, así como alcanzar la firma de un contrato colectivo.

A lo largo de este proceso que inició en mayo de 2015, el panorama dio un giro que fue, al mismo tiempo, un problema más para quienes aspiran a formar un sindicato y para quienes fueron recientemente contratados. El entonces rector de la Universidad, Alfredo Shiguetomi Villegas, les anunció a finales de julio del año pasado, semanas después de que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje notificara la negativa a la formación de la asociación, que en busca de solucionar los conflictos laborales, se firmaría la adhesión a un sindicato.

Días después, el Rector y Miguel Cardoza Mora, titular de la Secretaría del Trabajo de San Luis Potosí, firmaron en las oficinas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), un contrato sindical con la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el primero que esta organización sumó en el ámbito educativo. Se trata de un sindicato que agremia a seis tipos de trabajadores de 11 sectores de capacitación de los 31 estados del país.

El nombre legal que tiene es el de Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores, Docentes, Técnicos, Administrativos y Manuales de Centros Particulares de Capacitación, Adiestramiento, Culturales, Educativos, Tecnológicos, Escuelas, Colegios, Institutos, Academias, Similares y Conexos de la República Mexicana, pero a los trabajadores de la UTSLP se presentó como Sindicato Nacional de Trabajadores de Escuelas Particulares.

Ese sindicato fue creado en 1982 y presume 5 mil 235 agremiados.

La primera promesa de este acuerdo fue un contrato colectivo. A la fecha no se ha llegado a él.

En entrevista con SinEmbargo, Octavio Álvarez Delgado, uno de los profesores miembros del Sindicato Único, comentó que cuando empezaron a organizarse, el rechazo de parte de la Universidad fue evidente y casi un año después el escenario es de acoso laboral y reducción del horario laboral, traducido en disminuciones drásticas de salarios.

El 6 de mayo de 2015, un grupo 46 de maestros presentó ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje la solicitud y la documentación requerida para la conformación del Sindicato Único de Trabajadores de la UTSLP. Conforme lo marca la ley, se realizaron asambleas, se establecieron estatutos y se presentó la solicitud para la Toma de Nota. El 3 de julio se notificó la respuesta, que fue negativa.

“El argumento fue que no éramos trabajadores en el momento de hacer la solicitud, porque se supone que estaba cancelado el contrato por el término de ‘cuatrimestre’, ya que en la Universidad nos contratan por cuatrimestre, tres al año, y hay un vacío entre cuatrimestre y cuatrimestre”, explicó Álvarez Delgado.

Esa inestabilidad fue una de las razones por la que los maestros decidieron formar un Sindicato. En el caso de este profesor, en los 14 años que lleva laborando para la UTSLP, ha firmado 44 contratos de manera consecutiva.

Todo el personal, excepto el Rector, está bajo ese esquema de contratación, que no permite el ahorro para la pensión y la generación de antigüedad. Gozan de seguro social, aguinaldo y prima vacacional pero bajo el nombre de finiquito.

Al término de cada cuatrimestre los profesores y personal administrativo tienen dos semanas, prácticamente desempleados, a la espera de que pueda renovarse el contrato. El lapso más largo es el de fin de año, cuando termina el cuatrimestre de septiembre-diciembre para enlazar con enero-abril.

La Junta local concluyó que no había pruebas de la relación, que no habían entregado copias simples, la falta de algunos detalles en los estatutos y unas firmas mal colocadas.

El caso llegó al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, pero el 30 de noviembre les notificaron también la negativa.

AÑOS DE INESTABILIDAD

A decir de los sindicalistas, la idea de organizarse fue producto de la inestabilidad laboral que se vive en la UTSLP. Foto: SUTUTSLP
De acuerdo con los sindicalistas, la idea de organizarse fue producto de la inestabilidad laboral que se vive en la UTSLP. Foto: SUTUTSLP

Octavio Álvarez inició a laborar en la UTSLP en 2001. Recuerda que al final de su primer cuatrimestre, el personal correspondiente no le notificó razón alguna de continuidad. Fue hasta que una secretaria entregó, a algunos, papeles de contratación. A los que no, se les dijo que con ellos “ya habían terminado”.

“Si lo hizo bien o mal, no es algo que cuente, es a criterio de las personas que se involucran o desde Rectoría, la parte administrativa, recursos humanos, algún director de área, o alguna otra persona que pudiera considerar que no es conveniente que alguien continúe. Sólo por eso puedes quedar fuera. Hay causas tan ridículas como que ‘no tiene el perfil para desarrollar las habilidades que está llevando a cabo’, cuando los maestros forman parte de un proceso de selección y reclutamiento de personal, en la que hay varias evaluaciones”, comentó Álvarez.

Rememoró otro caso de un profesor que laboró durante 12 años y tras un cambio de Rector, lo despidieron porque no cumplía con el perfil que se requiere para desarrollar la actividad para la que estaba contratado.

LA LLEGADA DE LA CTM

Tras la conformación del Sindicato Único, la postura del Rector Shiguetomi Villegas fue que él se mantenía al margen. Según Álvarez, aprobó que se diera el movimiento, que sería desgastante y largo. Días después, en junio se les hizo un ofrecimiento de algunas mejoras laborales, pero con la condición explícita de que no hubiera sindicato.

Lo que siguió, cuatro días después, fue la adhesión a la CTM, situación que sorprendió al grupo, ya que este grupo se relaciona más con el sector industrial y de servicios.

“Juntaron a unas cuantas personas de los que estaban indecisos entre participar o no con nosotros, por el temor a las represalias. De alguna u otra manera los convencieron para que asistieran y se integraran y quedaron como delegados sindicales. Fue noticia en muchos medios, con bombo y platillo dijeron que se terminaba el conflicto laboral en la UTSLP con la firma de contrato colectivo con la CTM. Aparecían en la foto el Rector, el Secretario General de ese Sindicato y el delegado de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje”, agregó Álvarez.

El contrato que se firmó contempló basificar al personal y la firma de un contrato colectivo, pero sólo para personal administrativo y profesores de tiempo completo, no para los profesores de asignatura.

De acuerdo con el sindicalista, hasta la fecha no hay señal del contrato ni de la basificación del personal y los logros que la CTM ha presumido, como apoyo a hijos de los trabajadores hasta nivel secundaria de 230 pesos y ayuda económica para lentes, ya se hacían desde antes.

El personal académico y administrativo que se ha contratado, firmó de manera inmediata su adhesión a la CTM, lo que ha generado ya, nuevas inconformidades, como la cuota sindical que pagan, que es del 1 por ciento del ingreso.

También los inscribieron a una caja de ahorro que se llama “Mejora” y que administra el líder de la CTM en San Luis Potosí, Emilio Ramírez Konishi.

“Esta caja no es un fondo de ahorro. Les dijeron [a los sindicalizados] que les depositarían el dinero, pero se volvió un préstamo, ya que les descuentan directamente de nómina ese dinero. Por quincena eran 200 pesos, 400 mensuales. Rebasan los 200 trabajadores entre administrativos, de tiempo completo y de asignatura. Incluso les decían que aunque dejaran de laborar en la Universidad, ellos tenían que seguir cubriendo la deuda quincenalmente”, indicó Álvarez.

EL SINDICATO ES EL OBJETIVO

El grupo sindical está replanteando el escenario para continuar con la iniciativa de oficializar su movimiento, a pesar del desencanto y la presión, ya que algunos maestros han firmado con la CTM al ponerse de por medio su contratación, lo que terminó por alejar a algunos.

En el caso del profesor entrevistado, de 20 horas pasó a tener 15. “Dos años atrás yo tenía 25 horas y es el promedio. Difícilmente alguien rebasa las 25 horas, pero como uno aprende a decir que no, vienen las sanciones. Fue lo mismo con otros trabajadores que se negaron a firmar”, dijo Álvarez y agregó que incluso contrataron nuevo personal que tiene 30 horas.

Expuso el caso de quien era encargada de la finanzas del Sindicato, que de 25 horas pasó a ocho, “las Universidades Tecnológicas tienen como característica una ubicación fuera de la mancha urbana. Entonces, tomando en cuenta lo que invierte en desplazamiento, resultó incosteable tener sólo 8 horas de trabajo. También le solicitaron una disponibilidad de horario, como de 7 de la mañana a 2:30 de la tarde, ¿para sólo 8 horas? La presionaron, buscó un arreglo con el finiquito y se retiró”.

Aunque no se ha hecho oficial, en los primeros días de este mes, se les notificó que quien sustituirá a Shiguetomi Villegas en el puesto de Rector, será José Manuel Medellín Milán, quien ha sido Senador y Diputado del Partido de la Revolución Institucional (PRI) por San Luis Potosí, e hizo carrera en la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), organización del mismo partido.

El martes 15 de enero, en una reunión de acercamiento, los trabajadores le entregaron una carta con tres peticiones: realizar el pago retroactivo del aumento salarial de 2015; la firma del contrato colectivo; y arreglar la carga horaria de los profesores de asignatura.

Al siguiente día acordó otra reunión y según Álvarez, Medellín Milán invirtió el orden de los puntos de la carta y se avocó en la carga horaria, “del contrato no habló y del pago retroactivo dijo que el dinero se recibió pero se había etiquetado en otras cosas”.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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