La supercomputadora mexicana, que será pública, llevará por nombre "Coatlicue". Será la más poderosa de América Latina y tomará 24 meses para construirla. Servirá para resolver problemas relacionados con el clima, la siembra, el agua, las aduanas, medicina, ciencia…
Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).– El Gobierno de México presentó este miércoles el proyecto de la supercomputadora mexicana "Coatlicue", que será la más poderosa en América Latina una vez construida. Tomará dos años para completarla, pero servirá para todo tipo de proyectos públicos, como el análisis del clima y del agua, así como para las aduanas y las facturas. A su vez, impulsará la ciencia y permitirá a las empresas privadas adquirir sus servicios y así autogestionarse.
"Estamos muy entusiasmados. Iniciará su construcción el próximo año, estamos definiendo la ubicación. Permitirá que México entre de lleno al uso de la Inteligencia Artificial y procesamiento de datos, que hoy no tenemos capacidad de hacerlo, porque no tenemos la capacidad del cómputo. No sólo es el desarrollo de la ciencia, sino en esencia el desarrollo del país", señaló la Presidenta Claudia Sheinbaum en su conferencia matutina.
"Si México quiere estar a la vanguardia, necesitamos esa capacidad. Queremos que sea una supercomputadora pública, del pueblo de México. Pero si un privado quiere usarla, podrá comprar el procesamiento, eso permite generar ingreso para la misma supercomputadora. Es algo que no tiene ningún país de América Latina, en dos años nos colocamos ahí, eso también trae inversiones públicas y privadas. Es un paso importante para México", indicó la mandataria.

Una supercomputadora mexicana
José Antonio Peña Merino, director de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), presentó los detalles de "Coatlicue", a la que calificó como "uno de los proyectos de innovación más importantes" de la región. "Es una supercomputadora pública mexicana que forma parte del Plan México", señaló.
Le tomará a México un tiempo de construcción de 24 meses, es decir, dos años, y la supercomputadora será operada por mexicanas y mexicanos; investigadores de centros públicos, estudiantes que formen parte de un programa de formación de cómputo y supercómputo; y emprendedores, incluidos aquellos de la Iniciativa Privada (IP).
"La ubicación se definirá en enero de manera colegiada: se necesita capacidad hídrica, acceso a energía, sismicidad y conectividad. Será la supercomputadora más poderosa de América Latina", presumió Peña Merino.
Y es que "Coatlicue" tendrá una capacidad de 314 petaFLOPs, que es la medida estándar de las supercomputadoras. Un petaFLOP implica mil billones de operaciones por segundo. Es decir, cuando quede completada podrá realizar 314 mil billones de operaciones por segundo.

La supercomputadora más poderosa actualmente en América Latina se encuentra en Brasil, es privada y se llama Pegaso. Tiene una capacidad de 42 petaFLOPs, (42 mil billones de operaciones por segundo). "Coatlicue" tendrá siete veces la capacidad de Pegaso.
La inversión pública, explicó Peña Merino, es de alrededor de seis mil millones de pesos "que esperamos amortizar muy rápido sólo por la utilidad que nos va a generar".
¿Qué implica la construcción de "Coatlicue"?
Un supercomputadora es, como su nombre lo dice, una computadora hecha de miles de procesadores que trabajan al mismo tiempo en la solución a un mismo problema, que usa millones y millones de datos. Son miles de computadoras trabajando al mismo tiempo en la solución de un problema.
Estos problemas suelen usar millones y millones de datos que incluso una computadora avanzada tomaría meses o hasta años. "Nosotros en la ATDT a veces procesamos conjuntos de datos que nos toman tres semanas y con esto serían dos, tres segundos, y estarían listos", explicó Peña Merino.

"Coatlicue" se compondrá de 15 mil GPU'S, unidades de procesamiento gráfico, que nacieron para videojuegos que demandan mucha memoria porque tienen imágenes de mayor nitidez y claridad. Uno de sus usos clave es que están mandados a hacer es para procesar algoritmos de Inteligencia Artificial (IA).
"Estos GPUs van en los chasis, algunos usando la palabra en inglés les llaman racks, que son como los del coche: tiene la base de metal y sobre esa montas el resto de cosas, es la misma lógica. Son dos procesadores agrupados con siete mil 500 chasis. Cada chasis equivale a unas 50 o 60 computadoras, es decir, si multiplicamos estaríamos hablando de 375 mil o 400 mil computadoras de las que conocemos, trabajando al mismo tiempo", detalló el titular de la ATDT.
Estos chasis se ensamblan en unos muebles llamados gabinetes que tienen en promedio 36 chasis trabajando. Detrás de los gabinetes hay una enorme cantidad de cables que permiten que todas estas computadoras trabajen al mismo tiempo. Estos gabinetes, el conjunto, es la supercomputadora, que en el caso mexicano tendrán unos 200 gabinetes alienados.
"Las supercomputadoras requieren tres cosas importantes: agua, para enfriamiento; energía eléctrica para todo ello; y conectividad para dar servicio remoto y dentro de la misma sipercomputadora. Estamos hablando de una supercomputadora que casi nadie ha visto nunca en su vida y que en dos años veremos construida en México", adelantó el funcionario.
Las aplicaciones de la supercomputadora mexicana

¿Para qué servirá "Coatlicue"? La supercomputadora podrá analizar cantidades inmensas de datos en segundos para mejorar decisiones importantes. Permitirá avanzar más rápido en temas complejos como salud, clima, energía y movilidad. Y, además, impulsará el desarrollo tecnológico del país, la prosperidad económica y la investigación científica nacional.
Además de que es pública, los mexicanos y mexicanas podrán hacer cuatro cosas centrales de forma soberana: resolver problemas públicos que requieren alta capacidad de cómputo; realizar investigación científica de punta en sectores estratégicos; ofrecer capacidad de cómputo para apoyar proyectos emprendedores (si hay una start-up que requiere mucho cómputo, reservar capacidad para ello que de otra forma no podrían acceder); y dar servicios de cálculo masivo a la IP, para generar un modelo autosustentable financieramente.
Peña Merino enumeró algunos ejemplos de lo que podrá hacer la supercomputadora: predicciones climatológicas, que requieren un enorme procesamiento de datos, imágenes, indicadores de manera simultánea, que se puede prever no sólo la ocurrencia sino también el impacto de los fenómenos; y planeación de siembras para mejorar cosechas, en términos de soberanía alimentaria es importantísimo.
Pero también podrá hacer un procesamiento de imágenes de suelo y subsuelo, se puede aplicar para el agua, así como para el gas y petróleo; l planificación del consumo de energía; y el procesamiento de grandes volúmenes de datos: aduanas, facturas, que previenen actos de corrupción y de evasión fiscal. Pero no se limita a estas aplicaciones.
¿Cuál es el cronograma de construcción?

La construcción de "Coatlicue" se llevará a cabo de 24 meses, explicó en la conferencia matutina de Sheinbaum la titular de la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación de México (Secihti), Rosaura Ruiz.
"Lo más grandioso que tenemos que decir es que es el Gobierno de México que encabeza el proceso de superación de lo que se ha venido haciendo. El paso que se da es muy grande. No sólo para la ciencia, se necesita ya, es una cantidad de información que no se puede procesar. Es para llegar a una etapa más moderna, tenemos que sacar beneficios", presumió Ruiz.
Los primeros cinco meses estarán dedicados a la planeación, el Modelo de gestión, el diseño conceptual y los permisos; los siguientes 5 meses se dedicarán a la ingeniería detallada y las licitaciones. La obra civil y adecuación irá del mes 11 al mes 15 de construcción.
El suministro, la logística, la integración y la instalación ocupará del mes 16 al mes 20. Los últimos 4 meses estarán dedicados a las pruebas, validación, puesta en marcha y operación de la supercomputadora mexicana.
"La Presidenta nos indicó que se cree un consejo directivo que estará al pendiente, el nombre se discutirá pero estará encabezado por la ATDT y la Secihti. Formado por científicos, personal del gobierno y empresarios que estén en este grupo. El comité tendrá que decidir el porcentaje de procesamiento por usuario de la supercomputadora, el manejo de la velocidad de transmisión en la red de comunicación y las estrategias para renovar el propio consejo directivo", detalló Rosaura Ruiz.
La titular de la Secihti explicó que "Cotlicue" recibe su nombre de la ideal del náhuatl de la energía total, pero también es el símbolo de poder creador. "Es la madre de dioses, como Huitzilopochtli y Coyolxauhqui. La diosa más poderosa de la mitología mexica", subrayó.
"Coatlicue será el nodo principal, encabezará el nodo, del Clúster Nacional de Supercómputo, conformado por universidades, Centros Públicos de Investigación", adelantó Ruiz.
Peña Merino indicó por su parte que la supercomputadora mexicana tendrá el acompañamiento del Centro de Supercómputo de Barcelona y el Centro para el Desarrollo de Cómputo Avanzado, que es público, en la India. La semana pasada, el mismo funcionario había adelantado que, mientras "Coatlicue" se construye, México ocupara las instalaciones del centro español desde enero de 2026.
Cuestionado sobre la cantidad de trabajadores que albergará la supercomputadora mexicana cuando esté construida y en funciones, Peña Merino adelantó que el equipo base será de entre 80 y 100 personas "para la gestión de infraestructura, energía, enfriamiento, mantenimiento", que puede crecer y reducir de manera flexible de acuerdo a los proyectos, además de los equipos especializados que usarán a "Coatlicue" para problemas específicos.




