México, 1 Sep. (Notimex).- Con el apoyo de cinco tractores pequeños o robots y ocho cámaras de bastón de inspección rápida, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) garantiza el funcionamiento de los 13 mil 200 kilómetros de la red de drenaje en la capital.
El director de Fortalecimiento Institucional del Sacmex, Miguel Ricaño Escobar destacó que la tecnología es una red de circuito cerrado de televisión para monitorear diariamente tuberías, coladeras y colectores en diferentes puntos de la ciudad.
El drenaje profundo de la Ciudad de México es revisado de manera regular por un buzo, único en el mundo; "pero a los lugares donde no llega el buzo, las cámaras robóticas hacen las inspecciones en diferentes diámetros del drenaje".
Los robots cuentan con una cámara de videovigilancia y un sistema de iluminación, y pueden viajar de un registro de drenaje a otro, ingresar a los ductos de diámetros pequeños y detectar cualquier situación que presenten para su atención o desazolve.
Las situaciones más frecuentes que encuentran en la infraestructura de la red secundaria son taponamientos por grasa y aceites en las inmediaciones de puestos de comida o talleres mecánicos, o invasión de raíces de árboles.
El encargado de la Cámara de Revisión de Redes del Sacmex, Blas de Anda Camacho, señaló a su vez que el equipo de videovigilancia consta de dos unidades de transportación: un robot pequeño para tuberías de diámetros de entre 20 y 45 centímetros.
La otra unidad para tuberías mayores, que cuenta con mira telescópica, es capaz de realizar "paneos" a 360 grados en los ductos y funciona con ayuda de una planta de energía.
También explicó que la cámara de bastón de inspección rápida "da un indicativo sobre el azolve en los diferentes puntos", para determinar un eventual colapso; tiene alcance de unos 50 metros, siempre y cuando no haya condensación de gases", pues de lo contrario se pierde visibilidad.
Para ese dispositivo tecnológico, que se despliega hasta 12 metros de profundidad, personal del Sacmex se coloca un chaleco adaptado con pilas que se conectan a la cámara.
Luego, ya sea con un aparato receptor de imagen del tamaño de un teléfono celular o unas gafas especiales, se logra captar la imagen al interior de coladeras y pozos, con el propósito de notificar a las áreas correspondientes la necesidad de atender cualquier situación.




