Después del mal sabor de boca que han dejado los jugadores de la Selección Mexicana de futbol, los jóvenes representantes de la Sub-17 han recuperado la fe de los aficionados al balompié nacional.
Se mueve por instinto
Iván Ochoa

En su corta carrera, Iván Ochoa ha estado en cuatro equipos antes de llegar a la Sub-17. “Empecé en una escuelita en Tampico, luego me pasé a una filial de Correcaminos. Luego fui a una Olimpiada Nacional con la Selección de Tamaulipas y ahí fue donde me seleccionaron para ir a hacer pruebas a Pachuca”, explica.
Como parte del club hidalguense, Iván disputó algunos torneos en el equipo sub 15 de los Tuzos y de ahí saltó a la Sub 17. Su estilo de juego es pegado a la banda derecha, pero no se amarra a su posición y le gusta romper con el esquema para ser un atacante más, gracias a su olfato de goleador.
Ochoa ha superado a sus compañeros Ever Guzmán (2005) y Carlos Fierro (2011) hasta alcanzar el segundo lugar en la lista de goleadores históricos de la Sub 17, y espera alcanzar al número uno del ranking: Carlos Vela. Con sólo 17 años, ya sabe la responsabilidad que significa ser un orgullo nacional.
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Nacido para el fútbol
Raúl Gudiño

Al principio, el futbol era sólo un pasatiempo para el tapatío, pero desde que llegó al club Guadalajara su vida cambió inesperadamente. Después de que la gente de Chivas lo reclutó y lo integró en la filas de la Sub 15. Ahí fue cuando el Selección Mexicana lo llamó para disputar el Mundial de esa categoría.
Raúl gustaba de jugar futbol en una cancha sin pasto que estaba junto a la primaria en la que estudiaba. “Empecé a entrenar y me invitaron a jugar partidos los domingos, mi papá no me podía llevar y el entrenador se ofreció a pasar por mí. Después mi papá me llevó y vio que sí la hacía y me siguió llevando”.
Poco a poco siguió acercándose al mundo futbolístico hasta convertirse en uno jugador reconocido en esta Copa del Mundo que se realizó en Emiratos Árabes Unidos. Desde aquel partido de la Sub-17, Gudiño acumuló más de 2 mil seguidores en su cuenta de Twitter.
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La familia es el motor
Marcos Granados

En el 2010, el colimense fue convocado por primera vez para la Selección Nacional, –cuando tenía 15 años– y siguió en esta ruta hasta que lo tomaron en cuenta para la Sub-17, equipo con el que ha participado en varios torneos internacionales, incluyendo el Premundial CONCACAF Panamá 2013 que le dio el pase al Mundial.
Sobre su participación en Emiratos Árabes, Marcos dice estar muy contento. “Es un orgullo, no hay palabras para describirlo; tienes muchos sentimientos encontrados al saber que vas a representar a México, a todo un país, es un orgullo y hay que afrontarlo”, dijo.
Granados juega futbol desde los 4 años, después entró a jugar con Loros, mientras estuvo viviendo en Manzanillo. De ahí recibió el llamado de Chivas, donde después de dos o tres años empezó a sobresalir y tuvo la idea de que podría lograr algo grande como futbolista.
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Visión de futbolista
Alejandro Díaz

Luego fue a probar al club azulcrema en Coapa y se quedó en el equipo. En el 2011, fue convocado por primera vez a la Sub-15 y ahora forma parte del representativo que hizo historia en el Mundial de Emiratos Árabes Unidos. “Un gran orgullo y una gran responsabilidad de ir a representar a tu país, estoy muy contento”, dice.
Díaz porta el número 9 en la Selección, camiseta que han llevado Ricardo Peláez, Hugo Sánchez, Jared Borgetti, Antonio De Nigris. “Para nosotros tener un número así es padre, pero el número no juega, los que jugamos somos nosotros y siempre vamos a hacer todo bien”, afirmó.
Alejandro es un referente en el equipo que dirige Raúl Gutiérrez y entre los objetivos próximos del atacante están entrar a la Primera División y debutar en el América. El joven de 17 años está consciente de que puede tener un salto internacional, pero mientras trata de mantenerse con los pies en la tierra.




