Jerusalén, 7 sep (EFE).- Más de 11 mil órdenes de demolición dictadas por las autoridades israelíes pesan sobre propiedades palestinas en Área C del territorio ocupado de Cisjordania, lo que empuja las familias afectadas al abismo del desplazamiento forzoso.
Así se desprende de un informe que publica este lunes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los territorios palestinos, titulado "Bajo Amenaza", que pone de relieve una situación que afecta en la actualidad a unas estimadas 13 mil estructuras palestinas, incluidas viviendas, en ese área del territorio ocupado.
En virtud de los Acuerdos de Oslo y como medida interina previa al establecimiento de un Estado palestino, Israel retiene el control directo de ese área geográfica que abarca más del 60 por ciento de Cisjordania y es hogar de 300 mil palestinos distribuidos en 532 áreas residenciales.
En el Área C la Autoridad Nacional Palestina es responsable de proveer educación y servicios sanitarios a la población palestina, aunque la construcción y el mantenimiento de infraestructuras necesarias para la prestación de esos servicios permanece bajo la autoridad de Israel.
En paralelo, los asuntos civiles como construcción de viviendas particulares en zona C es responsabilidad de la Administración Civil israelí.
El informe, elaborado en base a datos de ese organismo dependiente del Ministerio de Defensa israelí, indica que este país ha emitido más de 13.000 órdenes de demolición contra estructuras propiedad de palestinos en esa zona entre 1988 y 2014.
De ellas, más de 11 mil en la actualidad pesan sobre edificaciones, mientras que 2 mil 802 ya fueron ejecutadas.
El 77 por ciento de las órdenes de demolición afectan a estructuras situadas en parcelas privadas palestinas y cerca del 60 por ciento a comunidades cuya porción prevista para su demolición es considerada área A o B.
"Estas órdenes subrayan la vulnerabilidad de miles de pobres familias palestinas algunas de las cuales están en riesgo inminente de desplazamiento forzoso", indica el informe.
El documento, que recoge datos de la Oficina Central de Estadísticas israelí, expone que también hay del orden de 356.000 viviendas israelíes en 135 asentamientos y un centenar de colonias judías conocidas como "enclaves" o "proto-asentamientos" en Área C.
En ambos casos estas construcciones para uso civil contravienen el derecho internacional y el último, también consideradas ilegales de acuerdo a la legislación israelí.
Durante el mismo período registrado, Israel emitió un total de 6 mil 948 órdenes de demolición contra estructuras en asentamientos judíos en Área C, de las que el 12.3 por ciento se ejecutaron en relación al cerca del 20 por ciento en comunidades palestinas.
Pese a que la población palestina está protegida y los asentamientos son ilegales según la ley internacional, el informe señala que las zonas de planificación para asentamientos judíos es 13 veces mayor que la planificada para los palestinos.
Y censura el hecho de que la falta de adecuada planificación y la "distribución discriminatoria" de terrenos públicos, hacen que sea prácticamente imposible para un palestino obtener permisos de construcción en la mayor parte del Área C.
Así, subraya que menos del 1 por ciento del Área C ha sido planificada para la construcción palestina y que incluso infraestructuras muy básicas como jaimas o verjas requieren permisos de construcción.
Los datos oficiales indican que entre 2010 y 2014 sólo el 1.5 por ciento de las solicitudes de permisos de construcción solicitadas por palestinos fueron aprobados por las autoridades israelíes.
Concluye que esta situación impide el desarrollo de adecuadas viviendas, infraestructuras y medios de vida en las comunidades palestinas del Área C y tiene consecuencias significativas para toda la población de Cisjordania. EFE
