Señalan que hay hambre en la comunidad; muchos padres han dejado de trabajar por miedo a un arresto; otros simplemente no encuentran.
Por Araceli Martínez Ortega
Los Ángeles, 4 de agosto (LaOpinión).- Hasta España, donde se encontraba de vacaciones en junio pasado, a Evelyn Alemán le llegaron noticias aterradoras de que algunas madres hispanas, miembros de la organización no lucrativa Our Voice. Communities for Quality Education en Los Ángeles, estaban pasando hambre, decidió movilizarse.
“Entre los aprendices y algunos voluntarios, nos juntamos 17, y con algunas donaciones reunimos tres mil dólares y empezamos a organizar unas despensas con alimentos nutritivos básicos para las familias necesitadas de Our Voice y otras que los mismos padres nos dijeron que estaban sufriendo por falta de comida”, dice Evelyn.
Así fue como, la misma semana que llegó la Guardia Nacional a Los Ángelesdespués de las redadas masivas de migración y las protestas, comenzaron a entregar las despensas en su propia casa a familias indocumentadas o con estatus migratorio mixto. Muchos de ellos eran vendedores ambulantes o personas que trabajan en lavados de autos.
“No hemos parado desde entonces. Cada semana les llevamos despensas con pollo, carne, una docena de huevos, tortillas, frijol, arroz, aceite y algo de fruta y verduras”, dijo Evelyn.
Pero también productos de higiene personal como papel de baño, jabón para los trastes, pasta de dientes y detergente en general.

“La necesidad es horrible, y a muchas madres les da vergüenza pedir ayuda. Si estas familias antes vivían en situaciones precarias, ahora la pobreza es el doble o triple porque o no tienen trabajo, o el miedo no las deja salir a trabajar, y cuando lo hacen, no saben si van a regresar”, destacó
El reparto de comida lo hacen en barrios como Canoga, el este y sur de Los Ángeles, y EastHollywood.
“Cuando les llevamos la comida, les damos un abrazo a los padres. Les decimos que los queremos, que no están solos, y que van a salir adelante”, apuntó.
Evelyn relata que se han encontrado escenas dramáticas como cuando llegaron a una casa donde la familia mantiene el refrigerador desconectado porque no pueden pagar la electricidad.
“Llegamos con una madre soltera con dos niños de 14 y 13 años, que vive en Boyle Heights y limpia casas en Marina del Rey. Ella vive con un gran terror porque no sabe si va a volver a su casa y sus hijos no tienen a nadie”, mencionó.

Además, han encontrado adultos mayores deshidratados y sin comida, viviendo en bungalows.
Dice que cuando visitan a las familias, perciben que los niños están asustados e impactados.
“La situación es muy difícil, y las familias están pasando por mucho estrés. Por eso cada viernes les estamos dando una plática de salud mental”, manifestó.
Evelyn dice que quisieran ayudar a más familias, pero debido a que dependen de las donaciones, no pueden apoyar a muchos.
El 2 de agosto organizó en la ciudad de Burbank, Art for a Good Cause, un evento con música, una subasta, platos de fruta y queso, y una sesión de pintura paso por paso, con vino, café y té en un bello jardín a un costo de 50 dólares, para con esos donativos seguir ayudando con comida a las familias migrantes.
“Es un esfuerzo de amor por nuestra comunidad para que sepan que los queremos”, señaló.
Evelyn dice que están haciendo este trabajo callados para no exponer a las familias, y a ellos mismos, ya que nunca se sabe si el gobierno actual, los pueda denunciar y les quiera aplicar delitos por apoyar con comida a personas indocumentadas.
Urgente necesidad de comida
En las cuentas de redes sociales enfocadas en la comunidad inmigrante, en las últimas semanas, son frecuentes las preguntas acerca de dónde pueden encontrar comida y leche para los niños, pero también buscan trabajo.
La recomendación dada es buscar en el Google Maps por lugares donde den comida gratis o donde se localicen bancos de comida, y el buscador les dará direcciones de dónde se encuentran.
También pueden acudir a las parroquias católicas más cercanas.
El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez anunció que se darían alimentos y hasta ayuda para la renta a través de las parroquias.

“Cuando a me preguntan, donde pueden recibir donaciones de comida, yo les digo que vayan a los bancos de comida, a organizaciones no lucrativas y a las iglesias”, dice Mayra Todd, líder de la organización Mujeres de Hoy.
“Nosotros también ayudamos, pero estamos muy limitados en recursos. Lo que hacemos cuando nos piden, es organizar una colecta en las redes sociales, como lo acabamos de hacer con una señora de Panorama City, a quien le deportaron a su esposo, y ella no hallaba cómo completar para la renta. Se ha quedado sola con dos niñas, una bebé de cuatro meses y una de cinco años. Le juntamos 560 dólares”.
Todd agrega que la ayuda que prometió la alcaldesa Karen Bass de 200 dólares, todavía no ha llegado, pero también dice que no servirá de mucho porque las rentas están muy caras en Los Ángeles.
“Yo no pido regalado pero me llegó el agua al cuello y estoy vendiendo mi teléfono y mi herramienta de trabajo para comprar comida, y si alguien me da empleo de lo que sea, jalo, No tengo carro, pero puedo caminar aunque toque caminar horas”, escribió una persona en Facebook.
Una madre suplicaba por información de un lugar donde dieran pañales y comida gratis.
“Estamos en el sur centro de Los Ángeles. Mi marido es uno de los tantos hombres jornaleros que van a Home Depot a buscar trabajo, pero debido a la situación no ha podido ir. La renta y las cuentas no esperan. Estamos en mora de la renta y ya nos pidieron el cuarto. Si saben de algún trabajo, denos información”, indicó.
La mayoría de la gente clama por trabajo y comida.
Una madre dice que tiene una bebé de nueve meses y un niño de seis.
“Es una situación muy complicada con los alimentos, con la leche de la bebé y la renta. Mi esposo trabaja de jornalero pero desde que empezaron las redadas,no ha tenido empleo. Consiguió uno, pero solo fueron 15 días. No completamos para la renta”, publicó.
Y suplica por trabajo para su esposo en la construcción y en la pintura, y para ella en la cocina.
“Cualquier trabajo es bienvenido”, concluyó.




