Mariana H habló con SinEmbargo sobre su nuevo libro de crónicas en las que se abre de capa para presentarnos relatos de su vida en los que se burla de la burocracia de las relaciones interpersonales y del absurdo nuestro de todos los días.
Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).– “Por su naturaleza, a crónicas como éstas si tratas de ponerles filtros, si tratas de censurarte, si tratas de pretender otra cosa, la crónica no funciona. Si ya te vas a aventar, aviéntate con todo, ¿no?”, comparte Mariana H, conductora de radio y televisión desde hace más de treinta años y autora de Crónicas marianas. Relatos de una soltera (casi) siempre en crisis que edita Reservoir Books.
Se trata de un libro de 18 crónicas en las que la autora comparte experiencias y anécdotas vistas desde la distancia del humor negro que le permite exhibir con aparente sencillez los trazos de la esencia humana que se esconden en cada una de estas líneas.
“Me han dicho que seguramente me divertí mucho escribiendo y no porque muchos de esos episodios en el momento de vivirlos no son nada divertidos y lo sufro mucho. Soy una persona super aprensiva, pero con el tiempo afortunadamente tuve la herramienta del humor como para poder decir: ‘qué ridiculez o qué mal me la pasé, pero ahora estoy en otro lugar’”, comentó Mariana H a SinEmbargo.
Mariana H apunta que Eduardo Casar, su maestro desde hace muchos años en la maestría, siempre le ha dicho que utilice la herramienta del humor negro: “o sea, que por más cosas que me pasen que sean a veces trágicas o a veces solamente ridículas que utilice el humor casi como mecanismo de defensa”.
Aunque no se trata sólo de eso, también entre estas crónicas uno se encuentra con la complejidad que significó de la pandemia e incluso el dolor de un duelo. “Son cosas que siempre he tenido en el radar y hasta que tuve la posibilidad de hacer esta colección de crónicas, pude escribirlas para un proyecto específico”.
—¿Te ayudaron a replantearte cómo te entiendes a ti misma o a reafirmarte en cuanto a cómo te entiendes a ti misma? —se le preguntó a la autora con respecto a estas crónicas.
—La reafirmación vino antes y por eso pude decir ‘ya, esto es hoy’. No te quiero decir hasta aquí llegué porque no, espero que no, pero sí es como un corte de caja y además me iba acercando a los 50, que creo que es es un momento importante donde ya está mucho más definido quién eres, qué no eres, qué no vas a hacer, qué sí puedes todavía hacer y eso me dio como que también la herramienta.
“Te puedo decir que fue más bien el impulso que me dio el editor Romeo Tello y la gente de Penguin para decirme, ‘queremos un un tipo de crónica distinta, que no tenga que ver con violencia, que no tenga que ver con maternidad, que no tenga que ver con feminismo’. No me lo dijeron tal cual, pero digamos que hay una oferta importante de autoras que están hablando de todo el movimiento feminista. Yo no pretendía hacer eso; es otro tipo de ser mujer sin el marido, los hijos, la camioneta y el perro, ¿sabes?.
Cada crónica es además acompañada por un dibujo del maestro Trino, amigo de Mariana H. “Cuando mi editor me dice, ‘hay varias de las crónicas que son como visuales que valdría la pena, a lo mejor, una ilustración. Pues pensamos, ¿no?’ Yo haciendo mi carta a Santa Claus, pensé en muchos que admiro como Alberto Montt y luego dije, ‘no, pero espérate, Trino’. A Trino lo admiraba desde hace mucho y desde hace como unos 15 años se hizo mi cuate y bueno, pues lo quiero mucho, nos llevamos muy bien, pero además tenemos un humor muy parecido. Entonces, en ese sentido dije, ‘le va a agarrar la onda a mis tonterías y mis torpezas’. Le dije y me dijo, ‘pero por supuesto’. Y no nada más hizo las ilustraciones, sino que se aventó también la portada y eso me dio un super empuje para animarme a seguir trabajando”.





