Redmond (EEUU), 20 jun (dpa) - La indignación de los fans ante las restricciones y la obligación de conexión a Internet obligó a Microsoft a dar marcha atrás y modificar algunas de las características que tendrá su consola de juegos Xbox One, cuyo lanzamiento está previsto para noviembre.
"Hemo escuchado", dice en un blog de la firma el responsable de Xbox, Don Mattrick, que anuncia que no será obligatorio conectar la consola todos los días a Internet para poder jugar. Además, la empresa levanta las restricciones que pensaba imponer a los juegos prestados, intercambiados o comprados usados. Ese tipo de juegos podrán seguir siendo utilizados, como en la Xbox 360.
Microsoft se vio enfrentado a las duras críticas de los usuarios en la reciente feria de videojuegos E3 de Los Angeles. Su rival Sony salía ganando del conflicto, porque durante la presentación de su Playstation 4 subrayó que su aparato no tendría este tipo de condicionamientos, y además anunció que saldría a la venta 100 dólares más barato que la Xbox One.
Inicialmente, Microsoft había explicado que si no se conectaba la consola al menos cada 24 horas a la red, no sería posible seguir utilizando los juegos, la función DVD o Blu-ray. Además, reconocería si el juego era nuevo o usado y podría bloquearlo. Los usuarios pusieron el grito en el cielo y los defensores de la esfera privada calificaron a la Xbox de "Spybox" (una "consola espía", en el juego de palabras en inglés) .
Mattrick defendió pese a todo la configuración inicial. La Xbox One aspira a ser un sistema tecnológico que perdure en los próximos años, y la conexión constante a Internet debía servir para un intercambio más fácil de los juegos y otros contenidos dentro de la familia, escribe. Además hay que probar nuevos caminos para la venta y prueba de los juegos, añade. "Creemos en los beneficios de un futuro digital conectado".





