
Ciudad de México, 13 de octubre (SinEmbargo).- Fuera de la Tierra puede encontrarse un tesoro de diamantes. En concreto, bajo las profundas atmósferas de Júpiter y Saturno, en donde, según una investigación de científicos planetarios estadounidenses, trozos de diamantes de buen tamaño flotan en el fluido de helio e hidrógeno de estos planetas.
Aunque desde hace tres décadas se sabe que el diamante puede ser estable en los núcleos de Urano y Neptuno, los cuales son demasiado fríos como para derretirlo, se creía que en los dos gigantes del Sistema Solar la temperatura es demasiado alta o, bien, no existían condiciones adecuadas para la precipitación de diamantes sólidos.
Sin embargo, de acuerdo con el nuevo estudio, se sugiere que estas piedras preciosas pueden estar flotando en el interior profundo de estos dos últimos planetas, según se expuso en la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana que se efectúa estos días en la ciudad de Denver.
Por su parte, la investigación estuvo a cargo Mona L. Delitsky, del California Specialty Engineering en Pasadena, y por Kevin H. Baines, de la Universidad de Wisconsin-Madison, quienes compilaron datos recientes sobre las fases del carbono de Júpiter y Saturno y las combinaron con diagramas de presión-temperatura.
Ambos investigadores concluyeron que el carbono elemental generado en las enormes tormentas es triturado en diamantes que se mantienen estables en el interior profundo de estos mundos.
Dado que estos planetas están hechos de gas, su "interior" está esencialmente hecho de esta misma composición, solo que muy caliente y presurizado. En un entorno como el de Saturno, el carbono adoptaría la forma de hollín en la parte más alta de la atmósfera, pero conforme descienda, se transformaría en grafito, a unos dos mil grados Kelvin (mil 727 grados centígrados). Mientras que más cerca del núcleo del planeta, a unos tres mil grados Kelvin (dos mil 727 grados centígrados), se transformaría en diamante.

"Serían como los diamantes que tenemos aquí, pero probablemente un poco más densos", dijo Delitsky. "Probablemente serían la misma gema translúcida que todos conocemos".
Por si fuera poco, cerca del núcleo de ambos planetas, a altitudes por debajo de las regiones en las que el diamante es estable, las presiones y las temperaturas son tan grandes como para fundir el diamante en líquido, creando una lluvia de diamante líquido.
Sin embargo, no sólo se estima que estos diamantes aparezcan en forma de precipitación, sino en otras espectaculares formas, ya que de acuerdo con los especialistas algunos de estos podrían estar creciendo hasta el punto de tener el tamaño de un iceberg.
No obstante, aunque no ha efectuado los cálculos pertinentes para estimar el tamaño de estas piedras precioasa, los investigadores dijeron que en Saturno podría haber hasta 10 millones de toneladas de diamantes, producto del hollín que generan los relámpagos.
Al respecto, en el recientemente publicado libro Mares alienígenas, editado por un reconocido artista en temas espaciales llamado Michael Carroll, aparece un capítulo de Baines y Delitsky titulado "Los Mares de Saturno".
De esta manera, utilizando estos nuevos datos, en la publicación se describe una historia sobre naves robóticas mineras que navegan en el profundo interior de Saturno en un futuro lejano y recogen trozos de diamante, lo que sin duda es una especulación. Aunque, por muy lejana que parezca no deja de ser una posibilidad.




