“El Perro Aguayo”, el luchador que se convirtió en leyenda del pancracio viniendo desde abajo

04/07/2019 - 9:34 pm

Nacido el 18 de enero de 1946 en Nochistlán, Zacatecas, Aguayo fue un niño de pocos recursos económicos que no llegó a terminar la escuela primaria porque a los 10 años emigró a Guadalajara, capital del estado de Jalisco, para buscar superarse.

Guadalajara (México), 4 jul (EFE).- El luchador Pedro ‘Perro’ Aguayo, que falleció el miércoles de un ataque al corazón a los 73 años, fue una de las figuras legendarias de su deporte gracias a una vida en la que ganó viniendo de abajo.

Nacido el 18 de enero de 1946 en Nochistlán, Zacatecas, Aguayo fue un niño de pocos recursos económicos que no llegó a terminar la escuela primaria porque a los 10 años emigró a Guadalajara, capital del estado de Jalisco, para buscar superarse.

A mediado de los años 50 fue panadero, zapatero y tuvo una corta incursión en el fútbol y el boxeo, sin embargo estaba reservado para la lucha libre, disciplina en la que llegó a lo más alto con una disciplina férrea que le ayudó a pulir su talento.

Debutó a los 16 años, fue invitado a un entrenamiento y a partir de ahí inició un duro camino para hacerse profesional, lo cual consiguió a partir del 10 de mayo de 1970.

Si bien fue el primero en conquistar un Campeonato de peso ligero de la Universal Wrestling Championship (WWF), sus seguidores lo recuerdan ahora que murió por su habilidad al aplicar determinadas presas con las que marcó su sello.

En el ring un elástico Aguayo solía saltar sobre su rival y le caía a la altura del cuello. Era la llave denominada “La silla” y no era menos imponente su aplicación de la “Lanza zacatecana”, en la que saltaba sobre el oponente en la lona y caía de pie sobre su pecho.

En más de 30 años de carrera profesional, ‘el Perro’ logró más de un centenar de melenas contra figuras como Luis “El Tigre” Mariscal, Karloff Lagarde, Ringo Mendoza, Negro Navarro, “El Texano”, “Faraón”, “Sangre Chicana”, “El cobarde” y “Bestia Salvaje” y conquistó las máscaras de “El Diablo rojo”, “El desertor “Konan” y “Máscara Año 2000”, entre otras.

Aquel fortachón incapaz de perdonar en el cuadrilátero, se transformaba al terminar las peleas y solía ser amable y agradecido con sus fans, algunos de los cuales fueron capaces de recorrer el país solo para verlo.

En sus inicios, el programador de una función cambió su nombre Pedro por Perro y ahí comenzó a nacer la leyenda de un gladiador que solo fue vencido por el padre tiempo.

Los últimos 20 años los vivió con los dolores de sus fracturas de huesos y heridas de guerra, pero su gran golpe llegó en 2015 cuando en un combate su hijo ‘Perro’ Aguayo Jr falleció en Tijuana luego de sufrir lesiones cervicales.

Fue el inicio del fin para el mexicano que se aisló del mundo y jamás espantó la tristeza, su más cruel oponente que no solo destrozó su máscara y su cabellera; también su corazón, sus riñones, sus pulmones y el resto de su anatomía.

‘Perro’ Aguayo participó en varias películas, a veces con papeles protagonistas como en “Ángel del silencio” y “Justicieros” y tuvo presencia en la televisión, sin embargo es recordado por haber empezado de cero y luego de sacudirse el polvo de sus pies descalzos por falta de zapatos, llegó a lo más alto y pasó a la eternidad como una leyenda.

Sus restos son velados desde esta mañana en una funeraria de Guadalajara y serán cremados este viernes.

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