México no está preparado para aceptar la homosexualidad en el futbol

01/01/2016 - 12:51 pm

Dos Santos ha sido blanco de comentarios homofobicos debido a los reciente rumores. Foto: EFE
Dos Santos ha sido blanco de comentarios homofobicos debido a los reciente rumores. Foto: EFE

Por Andrés Corona

Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo/VICEmedia).- "Mételo a jugar futbol para que se le quite lo puto" o "¿Ballet?, ponle unos guantes para que se le quite lo joto". Un par de frases que en algún instante de nuestra vida, hemos escuchado. Críticas para sacar la "hombría" de niños a través del deporte, ese sitio tabú donde los hombres no pueden ser homosexuales, o donde se cree, las mujeres pueden ser lesbianas.

Es increíble que en pleno Siglo XXI con tanta apertura de información y donde la ideología se ha abierto, siga existiendo gente que haga pensar que ser gay es malo. Creyendo que señalar con el dedo a un homosexual es sinónimo de burla o crítica. ¿Que hay deportistas gays en el deporte? Por supuesto, y probablemente cada vez hayan más.

Hace unos días, una revista especializada en chismes dentro de nuestro país, generó una nota que sacaba a relucir la supuesta homosexualidad del mexicano Jonathan dos Santos con su compañero de equipo en el Villarreal, el argentino Mateo Musacchio. La publicación tituló "Secreto en el vestidor", imaginamos, en alusión a la película Secreto en la Montaña del fallecido actor australiano Heath Ledger y el norteamericano Jake Gyllenhaal, la cual hablaba de un par de vaqueros homosexuales.

El mexicano que juega en el Villarreal abrió de nuevo un debate que ha sido evadido siempre en el futbol. Foto: Twitter
El mexicano que juega en el Villarreal abrió de nuevo un debate que ha sido evadido siempre en el futbol. Foto: Twitter

La nota pasó de ser información de revista de chismes, a publicación en algunos de los principales diarios y páginas web deportivas de México. Como era de esperarse, todo se volvió un blanco de burlas e insultos hacia el futbolista azteca, cayendo en un caso de fuerte discriminación hacia el jugador del Villarreal.

El caso nos deja la duda, y evidente respuesta, de si en México estamos preparados para afrontar un caso de homosexualidad en el futbol. ¿Qué pasaría si Jonathan dos Santos u otra persona aceptara públicamente ser gay? Rumores en torno a varios jugadores se han dado, y en la inmensa mayoría, se les ha satanizado, se les ha visto con desprecio y con una burla que raya en el intenso bullying que se desea erradicar.

¿Qué pasaría si un jugador aceptara una relación homosexual con un compañero o con un entrenador? ¿Cómo lo vería el vestuario? ¿Cómo lo trataría su propia hinchada y cómo lo insultaría la rival? ¿Qué pasaría si en pleno festejo decide besar en la boca a otra persona? Todas las preguntas, casi con seguridad, no encontrarían una buena respuesta. En la mayoría el perjudicado sería la misma persona que por salud mental, optó por salir del clóset.

El tema nos rebasa por completo como sociedad. Gente que no termina por aceptar que en un deporte de masas donde el futbolista es hombre y muy macho, tenga gusto por personas de su mismo sexo. Donde en el futbol femenil, a la mujer se le discrimina y se le hace menos por pertenecer a un deporte hecho para el sexo masculino, y donde es visto de forma más normal que haya homosexualidad.

Imágenes como la de la reciente final de la Liga Mx dieron pie a burlas y comentarios ofensivos de parte de un amplio sector de la afición mexicana. Foto: Televisa Deportes
Imágenes como la de la reciente final de la Liga Mx dieron pie a burlas y comentarios ofensivos de parte de un amplio sector de la afición mexicana. Foto: Televisa Deportes

Y no es un tema solo de México, pues en otros países hay deportistas que siguen teniendo el mismo temor por aceptar su preferencia sexual. El casogenera molestia entre las aficiones y las hinchadas, entre las barras y los hooligans que se empeñan en mostrar quién tiene más huevos, más "aguante" y más testosterona para irle a romper la cara al de enfrente.

"El fútbol es un núcleo de resistencia del machismo", afirma Vicent Borràs, Vicepresidente de FLG (Associació de Famílies Lesbianes i Gays de Catalunya)

Fue prácticamente hasta mediados de los años 80 cuando el deporte empezó a darse cuenta que intrínsecamente, habían atletas de alto rendimiento que eran gays. Los casos de Greg Louganis y Bruce Hayes levantaron la polémica tras los Juegos Olímpicos de 1984. Años más tarde, la tenista Martina Navratilova reconocía abiertamente que era gay. En los tres casos, su preferencia no evitaba que eran deportistas exitosos y con las mismas posibilidades que cualquier otro. Aún así, cuando se menciona sus nombres, es inevitable asociarlos con sus preferencias sexuales.

En lo que es el futbol, fue el inglés Justin Fashanu, uno de los primeros en aceptar que era gay, en una extensa y controvertida, para el momento, entrevista para el tabloide The Sun. El jugador intentó seguir su carrera cuando apenas comenzaba por ahí de los inicios de los años 90, la cual estuvo marcada por las barreras, insultos y trabas de todas las ligas donde intentó llevar su talento. La historia de Fashanu acabó en tragedia al suicidarse cuando apenas tenía 37 años de edad luego de sufrir una grave depresión tras ser acusado de abuso sexual contra un menor de edad en los Estados Unidos.

Justin Fashanu vivió en carne propia un ambiente en el que la intolerancia es ley. Foto: canaries.co.uk
Justin Fashanu vivió en carne propia un ambiente en el que la intolerancia es ley. Foto: canaries.co.uk

Diversos deportistas han tenido que renunciar a su carrera y a sus sueños en la rama que decide abordar. Tal fue el caso del estadounidense Robbie Rogers, quien prefirió salir del clóset, aceptarse como era y esperar que la gente lo aceptase también, que seguir dentro del mundo del futbol, el cual era una pasión total para él.

"He tenido miedo a mostrarme como realmente soy. Miedo a ser juzgado y no conseguir mis sueños y aspiraciones. Miedo de que me trataran de forma diferente, miedo a que mi secreto se pusiera en el camino de mis sueños como jugar un Mundial, ir a los Juegos Olímpicos"

En el mundo, nadadores, clavadistas, boxeadores, jugadores de futbol americano, beisbolistas, tenistas o basquetbolistas han aceptado ser gays y lo han abierto públicamente a la gente. Sin embargo, el futbol sigue estando atrás en este rubro.

Inolvidables son las frases del italiano Antonio Cassano quien sostuvo que "esperaba nunca ver en el vestuario a un jugador gay", o bien del ex jugador Michael Robinson quien sostuvo que "para ser jugador de futbol se requiere bastante testosterona. No se necesita tanta para diseñar ropa. No es la misma virilidad, digamos". O peor aún, los dichos de los entrenadores campeones del mundo por Italia en 2006, Marcelo Lippi y por Brasil en 2002, Luiz Felipe Scolari, quienes comentaron que "honestamente creo que entre los futbolistas no hay gays" o "si yo descubriese que uno de mis jugadores es gay, lo echaría de mi equipo", respectivamente.

En el balompié no son vistos con extrañeza los comentarios homofóbicos. Foto: EFE
En el balompié no son vistos con extrañeza los comentarios homofóbicos. Foto: EFE

El caso de Jonathan dos Santos nos deja la respuesta que no estamos listos como sociedad, como gremio periodístico, como aficionados y como propios deportistas, en aceptar la homosexualidad de un jugador. Más allá del desmadre del clásico "Puto" en el despeje de un portero rival, o más allá del machismo de decirle a una mujer que en lugar de ser árbitro debe irse a lavar platos (saludos a nuestro brillante Presidente Municipal de Cuernavaca), seguimos viendo a un gay con desprecio, con asco, con homofobia y susto. Los gays en el futbol existen, seguramente en el balompié azteca existe, tal vez es la estrella de nuestro equipo y no nos hemos dado cuenta.

Los rumores sobre la vida privada de los futbolistas son una de las principales atracciones en las redes sociales. Foto: Twitter
Los rumores sobre la vida privada de los futbolistas son una de las principales atracciones en las redes sociales. Foto: Twitter

Jonathan dos Santos respondió con categoría a la publicación y a los medios que lo tildaron de homosexual. Aviso dos temas clave: que si fuera gay, no tendría problema en aceptarlo y que los medios deberían evitar caer en la discriminación o el amarillismo. En el segundo caso, estamos completamente de acuerdo, en el primero, ojalá que si un futbolista tiene preferencias sexuales diferentes en México, se anime a decirlo, aunque para ser francos, la respuesta de nuestra sociedad no sería la correcta, y eso, que supuestamente vamos avanzando.

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Redacción/SinEmbargo

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