El huracán Norma, ya degradado a tormenta tropical, llegó a tierra el sábado por la tarde cerca de Los Cabos, en el extremo sur de la Península mexicana de Baja California.

La CFE restablece el 62% del suministro eléctrico a afectados por el paso de “Norma”

22/10/2023 - 2:31 pm

El huracán ha dejado un total de 192 mil 417 usuarias y usuarios afectados en Baja California Sur; siguen en curso los trabajos de restablecimiento del servicio eléctrico.

Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).- Tras el impacto del huracán “Norma”, el sábado en Todos Santos, Baja California Sur, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que restableció el 62 por ciento del suministro eléctrico en dicho estado.

En un comunicado, la CFE puntualizó que, a su paso, “Norma” afectó el suministro eléctrico de 192 mil 417 usuarias y usuarios en el estado mencionado; no obstante, el servicio se ha recuperado al 62 por ciento y el fenómeno ya se ha convertido en tormenta tropical.

El personal de la Comisión anunció también que su personal realiza labores ininterrumpidas de inspección, restablecimiento y reparación de la infraestructura eléctrica con todas las medidas de seguridad y en zonas donde las condiciones lo permiten, con la intención de restaurar el servicio al 100 por ciento.

Para la atención de la emergencia se han dispuesto en puntos estratégicos de los estados de Baja California Sur y Sinaloa 687 trabajadores electricistas, 103 grúas, 366 vehículos, 64 plantas de emergencia, seis torres de iluminación y dos helicópteros.

Asimismo, la CFE comunicó que para la atención de esta contingencia y, a través del Sistema Nacional de Protección Civil, se mantiene en estrecha coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Salud, y los gobiernos estatales y municipales.

“NORMA” Y “TAMMY” TOCAN TIERRA EN EL OESTE DE MÉXICO Y LA ISLA DE BARBUDA

El huracán “Norma” llegó a tierra este sábado por la tarde cerca del balneario pacífico de Los Cabos, en el extremo sur de la península de Baja California. Horas más tarde, el huracán “Tammy” tocó tierra en la isla caribeña de Barbuda. Ambos fenómenos llegaron a tierra como huracanes de categoría uno.

Según un reporte emitido a las tres de la madrugada por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en Miami, “Norma” amenazaba el territorio mexicano con aguaceros e inundaciones rápidas este domingo por la mañana.

El centro de “Norma” estaba unos 235 kilómetros al oeste de Culiacán, Sinaloa, y a unos 165 km al sur-suroeste de Los Mochis; se desplazaba al norte-nordeste a 11 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 95 km por hora. El Gobierno mexicano emitió una alerta de tormenta tropical para costa hacia el norte hasta Huatabampito, señaló el Centro.

Por su parte, “Tammy” llegó a tierra el sábado por la noche con vientos de 140 km por hora. En un reporte a las 5 de la madrugada de este domingo, el Centro Nacional de Huracanes dijo que el meteoro tenía su centro unos 115 km al norte-noroeste de Barbuda, y a unos 90 km al este-noreste de Anguilla.

“Tammy” se desplazaba al norte-noroeste a unos 17 km por hora y los avisos por huracán se mantenían activos para las islas de Barbuda, Anguilla, San Martín y San Bartolomé, mientras que los avisos por tormenta tropical para Saba y San Eustaquio se suspendieron.

“Norma”, que llegó a catalogarse con categoría 4, arribó a la costa con vientos de 130 km por hora cerca de Pozo de Cota, al oeste-noroeste de Cabo San Lucas. El sistema se debilitó después a tormenta tropical con vientos de 110 km por hora al atravesar la Península de Baja California, según el Centro.

Los comercios de Cabo San Lucas habían colocado desde el viernes láminas de madera contrachapada sobre sus ventanas, y el personal del Gobierno colgó pancartas en las que advertía a la gente que no intentara cruzar barrancos ni cauces de arroyos. “Norma” volvió a ganar fuerza el viernes.

El sábado por la noche no se habían reportado muertes por el meteoro, según dijo el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su cuenta oficial de X, antes Twitter.

En Cabo San Lucas algunos turistas curiosos comenzaban a salir a playas salpicadas de restos tras el paso de la tormenta.

Las autoridades instaron a la gente a quedarse en casa el sábado por la noche. Aún había familias en albergues en Cabo San Lucas y en San José del Cabo, aunque las autoridades no dijeron cuántas. Unas 200 personas estaban en refugios en La Paz.

El lento movimiento de la tormenta hacía prever importantes lluvias e inundaciones. Las precipitaciones podrían ir de los 15 a los 30 centímetros (de de agua, con un máximo de 45 cm en puntos del sur de Baja California y buena parte de Sinaloa.

John Cangialosi, especialista del NHC, por sus siglas en inglés, dijo que la zona es vulnerable a la lluvia porque en general es una región seca. “Creemos que ése será el impacto más significativo que podría provocar inundaciones repentinas urbanas y corrimientos de tierra”.

El Gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro, alertó en su cuenta de X sobre el riesgo de inundaciones por el lento avance de la tormenta; sin embargo, en un principio había pocos reportes de daños. Algunos árboles y tendidos eléctricos cayeron, pero no se informó de heridos.

La policía de San José del Cabo rescató a dos personas de su camioneta cuando una corriente de agua la arrastró a primera hora del sábado, mientras que zonas populares quedaron convertidas en pequeñas islas incomunicadas entre sí y rodeadas por cauces de agua. El mismo día por la algunas áreas se quedaron sin energía eléctrica ni Internet.

El Gobierno federal envió 500 militares al enclave turístico para ayudar con los preparativos de protección ante la tormenta.

Para última hora de la mañana, las calles se veían salpicadas con hojas de palmeras y otros restos, y básicamente estaban desiertas salvo por patrullas militares. Los fuertes vientos derribaban señales de tráfico, árboles y postes de luz.

Los hoteles de Los Cabos permanecían casi llenos, a tres cuartos de su capacidad, pero se habilitaron refugios tanto en las propias instalaciones como en escuelas. Según la presidenta de la Asociación de Hoteles, Lilzi Orci Fregoso, permanecen en la zona unos 30 mil turistas de diversas nacionalidades.

Los aeropuertos cerraron, aunque el responsable del aeropuerto de San José del Cabo, Francisco Villaseñor, dijo que esperaba que los vuelos pudieran reiniciarse a mediodía del domingo.

Mientras tanto, “Tammy” llegó dos semanas después de que la tormenta tropical “Phillippe” dejara entre 15 y 20 cm de lluvia y sumiera a Antigua y Barbuda en la oscuridad. Ahora se prevé que el nuevo ciclón arroje más de 30 centímetros de lluvia en la nación que quedó devastada en 2017 por el huracán “Irma” y que todavía se resentía por los daños de “Phillippe”.

“Esto supone que, por lo tanto, la tierra aún está algo saturada y con lluvias adicionales, el riesgo de inundación es elevado”, advirtió el Primer Ministro, Gaston Browne, en un mensaje emitido el viernes. Instó a los residentes a tomar todas las medidas necesarias para asegurar la vida y las propiedades.

Las oficinas del Gobierno, los bancos y la mayoría de negocios no minoristas cerraron el viernes por la mañana para permitir que la gente se preparase. Los residentes se aprovisionaron, lo que provocó atascos en la capital, Saint John, y en torno a supermercados y centros comerciales populares.

Responsables de gestión de emergencias anunciaron que se abrirían unos 40 refugios en poblaciones de todo el país.

-Con información de AP

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