Bantú padecía un trastorno crónico que fue documentado y es común en gorilas machos que han vivido en cautiverio

Ciudad de México, 2 agosto (SinEmbargo).- La Dirección de Comunicación Social anunció mediante un boletín que la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) realizó estudios histopatológicos a fragmentos de diversos órganos del gorila Bantú, que falleció el 7 de julio, mientras era preparado para ser trasladado del Zoológico de Chapultepec al de Guadalajara.
De acuerdo con el diagnóstico, en los segmentos de su corazón se encontraron múltiples focos de fibrosis miocárdica con degeneración y atrofia de las fibras musculares.
“Esta lesión es consistente con la cardiomiopatía fibrosa, trastorno cardiaco crónico que se encuentra bien documentado en simios de este tipo al ser mantenidos en cautiverio. Es una enfermedad de causa desconocida “, señaló al departamento de Comunicación Social universitario.
Por petición de la Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre del Gobierno de la Ciudad de México, la Facultad llevó a cabo los estudios a fragmentos de diversos órganos del gorila de espalda plateada.
Sin embargo, Paulina Bermúdez Landa, Directora de Proyecto Gran Simio México, acusa que los estudios realizados a Bantú “son muy vagos, sólo dicen que tenía fibrosis miocárdica pero que la causa es desconocida”.
“Deberían haberse asegurado de que este padecimiento no lo tenía Bantú, y no veo que digan si el zoo ya sabía o fue algo que se enteraron hasta que se murió”.
Por ello, la activista pidió a Tanya Müller García, Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), firmar el convenio que le propusieron hace algunas semanas para buscar la transformación del Zoológico de Chapultepec.
“Ahorita ya lo encajonaron [el convenio], debemos reevaluar a los animales que tenemos en los zoos y ver cuáles podemos realmente ayudar”, urgió.
Y agregó que "aunque Bantú hubiera sobrevivido y se hubiera reproducido sus hijos jamás llegarían a África, esto no es conservación. Si la gente pide la sobrevivencia del zoológico, éste mínimo debería ser eficaz, no escudarse en que este tipo de manejos son difíciles de hacer. Si son difíciles de hacer y no los saben hacer entonces que no tengan animales de ese tipo”, recriminó.
Para el traslado de esta especie se le debe anestesiar, a fin de garantizar su seguridad y la de las personas involucradas en el proceso. Expertos llevaron a cabo la captura y contención química, según los protocolos aprobados internacionalmente.
Al día siguiente de la muerte e Bantú, el Departamento de Patología de la FMVZ recibió fragmentos del encéfalo, corazón, hígado, intestino delgado y grueso, bazo, riñón, testículo y páncreas. Una semana después se le entregó un segmento de pulmón de la necropsia realizada al ejemplar. Los tejidos fueron procesados para su inclusión en parafina.
La FMVZ de la UNAM lamentó la muerte de Bantú, y reitera su apoyo para bienestar animal y los esfuerzos de conservación dentro y fuera de su habitad natural. Está a favor de políticas públicas más eficientes y fundamentadas en el conocimiento científico sobre el mantenimiento en cautiverio de fauna no doméstica.
-Con información de Ivette Lira




