El anuncio de EU de pasar de 25 al 50 por ciento de aranceles para el acero y el aluminio han obligado a México a diseñar una estrategia para contener este nuevo coletazo en la guerra comercial de Trump, a la par de un plan de emergencia en caso de que las conversaciones fracasen.
Ciudad de México, 5 de junio (SinEmbargo).– El reciente aumento de Donald Trump a los aranceles a las importaciones del acero y aluminio en Estados Unidos han puesto en alerta roja al Gobierno de México y a las empresas involucradas, que consideran que las afectaciones ya se notan y sólo se recrudecerán, con pérdidas millonarias ante exportaciones e incluso de empleos, si no se consigue negociar un mejor trato bilateral.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes una directiva que aumenta los aranceles al acero y al aluminio del 25 al 50 por ciento a partir del 4 de junio, en el marco de la guerra comercial abierta por su Gobierno para aplicar su agenda proteccionista.
En la directiva, el mandatario señaló que Reino Unido recibirá "un tratamiento diferente" para las importaciones de artículos de acero y aluminio, con motivo del acuerdo bilateral firmado a principios de mayo entre las partes. Sin embargo, no mencionó a sus principales socios comerciales: México y Canadá. Ahora, ambos trabajan para lograr un acuerdo similar.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reclamó el mismo martes el aumento arancelario. "Es una medida que consideramos injusta. Es una medida para todo el mundo, no sólo para México. A todos los países del mundo se eleva el arancel, con excepción de Gran Bretaña que se queda en 25 por ciento, tienen ahora un arancel del 50 por ciento para todo el acero y el aluminio que se exporta a Estados Unidos", declaró en su conferencia matutina.
Sheinbaum Pardo aseguró que en el caso de México, es una decisión "injusta". "Número uno: porque como lo hemos dicho varias veces, México importa más de lo que se exporta en acero y en aluminio", argumentó.
Durante su conferencia de prensa matutina, explicó que "formalmente se pone un arancel cuando hay un déficit". "Déficit quiere decir para Estados Unidos, que México exportará más de lo que está importando. En nuestro caso, importamos más acero. Entonces es injusto", insistió.
Las afectaciones del arancel para México
El Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, calificó como injustos, insostenibles e inconvenientes los aranceles impuestos por Trump. El funcionario anunció también que viajará este viernes a Washington para solicitar que México sea excluido de estos aranceles, como ocurrió con Reino Unido.
Ebrard reiteró lo mencionado por la Presidenta, que Estados Unidos mantiene un superávit comercial con México en acero, lo que hace que estos aranceles carezcan de sentido económico, debido a que generalmente se aplican cuando hay un déficit comercial, no un superávit.
El titular de la Secretaría de Economía enfatizó que esta medida perjudica a ambos países, dado que el acero es esencial para industrias clave como la automotriz, metalmecánica, construcción y electrónica. Además, los expertos alertan que podrían encarecerse productos y afectar las cadenas de suministro transfronterizas.
"Los aranceles del 25 por ciento y ahora del 50 por ciento afectan principalmente a sus socios comerciales y a la cadena de valor en la región, ya que China y otros países de Asia aumentan subsidios y deprecian su moneda para evadir dichos aranceles", argumentó la Cámara Nacional Industrial del Hierro y el Acero (Canacero).
"Es importante destacar el superávit que EU mantiene en el comercio bilateral de acero con México de 4 mil millones de dólares en productos terminados, el cual aumentará en 2025 ante la caída de las exportaciones de México, las cuales solo en abril y mayo han disminuido en un 50 por ciento"; advirtió la organización en un comunicado. Son aproximadamente 1.2 millones de toneladas anuales a favor del vecino del norte en el periodo 2015-2023.
De acuerdo con cifras de Canacero, los aranceles amenazan al menos el 75 por ciento de las exportaciones de acero mexicano, valuadas en 2 mil 100 millones de dólares, "poniendo en riesgo empleos e inversiones clave en nuestro país" aunque las cifras podrían incrementarse varias veces.
Aunque los industriales respaldaron la postura de negociación de la Presidenta mexicana, advirtieron que, si las negociaciones de Ebrard fracasan, "será necesario aplicar represalias recíprocas sobre productos siderúrgicos estadounidenses".
Y es que, con datos anualizados a noviembre, se registra un crecimiento en las exportaciones estadounidenses hacia México de 21 por ciento respecto al periodo base 2015-2017. En contraste, las exportaciones mexicanas a su vecino del norte cayeron un dos por ciento.
Además, en 2024, Estados Unidos captó el 15.9 por ciento del mercado mexicano, mientras que México apenas representó el 2.2 por ciento del mercado estadounidense. Además, según datos de la Secretaría de Economía, el 27 por ciento del acero que EU exporta a México tiene origen en países asiáticos, con posibles casos de triangulación desde Malasia, alerta la Canacero.
Por el contrario, las acusaciones de que México sirve como puente de China para la triangulación de acero asiático hacia EU carecen de fundamento.
Datos del Sistema de Monitoreo y Análisis de Importaciones de Acero de EU (SIMA) indican que entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones de acero de origen chino desde México fueron apenas 580 toneladas, representando un 0.02 por ciento del total. Asimismo, el 85 por ciento del acero exportado por México es fundido y colado en el país.
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró que las afectaciones, incluso desde la aplicación del 25 por ciento de los aranceles a este sector, tendría afectaciones que "excederían por mucho a las de 2018". El universo de productos afectados alcanzaría a 4.7 por ciento de las exportaciones mexicanas, que equivalen a más del 1.5 por ciento del PIB de 2024.
Me reuní de manera virtual con empresarios del acero y aluminio, así como con los secretarios de Hacienda y de Economía; evaluamos los impactos y medidas contra los aranceles del 50 por ciento impuestos por Estados Unidos. Nuestra responsabilidad es proteger los empleos. pic.twitter.com/U2dsGGefRe
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) June 4, 2025
Por último, alertó que podría pegar también en bienes cruciales del comercio bilateral, como autopartes, electrodomésticos y productos electrónicos, que se trabajan en una docena de entidades de México, y que quedarían fuera de la protección del T-MEC –el Tratado de Libre Comercio entre los tres países de Norteamérica– y que ha tenido una buena parte de las exportaciones mexicana ante la guerra arancelaria de Trump.
La respuesta mexicana al arancel trumpista
“Estamos buscando un marco global de acuerdos con la administración Trump, de tal manera que en los próximos 4 años ya no estemos con una y otra cosa, sino que quede perfectamente claro", dijo por su parte Sheinbaum esta semana.
Sin embargo, la mandataria y su gabinete aseguraron que, en caso de no ser así, se anunciarán algunas medidas para garantizar la protección de las industrias del acero y el aluminio mexicanos, así como de los empleos que generan. Algunos estimados consideran que podrían verse afectados unos 380 mil empleos.
Para ella, sería una estrategia de "apoyo a la industria del acero que tiene una historia en México enorme, a la industria del aluminio y a los empleos que generan estas industrias que es muy importante". "México tiene que protegerse, que fortalecerse", sentenció.
El miércoles, Sheinbaum encabezó una reunión virtual con empresarios de las industrias del acero y aluminio. El encuentro, realizado desde Palacio Nacional, contó con la participación de Ebrard y el titular de Hacienda, Édgar Amador, así como del presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes.
Durante la reunión, se evaluaron los impactos de la medida arancelaria y las posibles acciones para proteger los empleos y la industria nacional. A su vez, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, destacó que la reunión fue un ejercicio de coordinación eficaz entre el Gobierno y el sector privado, subrayando que México “cerró filas” para defender sus intereses.
