Pedro Mellado Rodríguez

El tipo más perverso y cruel del mundo

"Donald Trump, sujeto cruel, sin escrúpulos, ajeno a la moral más elemental, lejano de la ética, indiferente a cualquier expresión de humanismo".

Pedro Mellado Rodríguez

10/10/2025 - 12:04 am

A finales de los años 70 Gioconda dejó su país en centroamérica, región agobiada por las revoluciones en contra de feroces dictaduras y se refugió en San Francisco, California, Estados Unidos, donde al igual que ahora, miles de personas inmigrantes son víctimas del infortunio y de un falso sueño americano, que con el paso de los años termina por hundirlos en la tristeza, la añoranza y el desencanto. Diez años después de su llegada al ilusorio paraíso, a finales de los años 80, decía Gioconda que muchos de los males que aquejaban a Estados Unidos se derivaban de que por ese país nunca había pasado Dios.

En una empresa editorial en la cual trabajábamos personas de casi todos los países del continente, había mexicanos, peruanos, uruguayos, salvadoreños, hondureños y chilenos, entre muchos otros de diverso origen, la mayoría coincidía en una amarga penitencia: “En Estados Unidos vivimos mejor, tenemos muchas más cosas materiales que en nuestro país, pero no somos felices”.

Estos dramas, angustias y desencantos, no son ajenos a millones de migrantes que en los tiempos actuales padecen el acoso, la violencia, el desprecio y la crueldad de un gobierno encabezado por el hombre más malo y perverso del mundo: Donald Trump, sujeto cruel, sin escrúpulos, ajeno a la moral más elemental, lejano de la ética, indiferente a cualquier expresión de humanismo.

Un verdadero delincuente, dicho sin eufemismos, gobierna a Estados Unidos y tiene estresada a la población del mundo con sus groseros y vulgares exabruptos, así como por sus impredecibles caprichos, que hacen poco confiable al Gobierno de Estados Unidos.

El 30 de mayo del 2024 el periódico estadounidense The New York Times, publicó que Donald Trump había sido declarado culpable de falsificar registros comerciales para encubrir un escándalo sexual que amenazaba su llegada a la Casa Blanca en 2016, parte de un esquema que los fiscales describieron como un fraude al pueblo estadounidense. El hombre naranja es el primer Presidente de Estados Unidos en funciones, en la historia del país, que ha sido declarado delincuente.

Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales por un jurado de 12 neoyorquinos, que deliberó durante dos días para llegar a una decisión en un caso plagado de descripciones de acuerdos secretos, escándalos sensacionalistas y un pacto en el Despacho Oval que tuvo ecos del escándalo Watergate que hundió al entonces Presidente Richard Nixon a principios de la década de los años 70.

La condena -advertía la nota de The New York Times-, por delito grave, implicaba una sentencia de hasta cuatro años tras las rejas, pero Donald Trump nunca vio el interior de una celda. El 10 de enero del 2025 el Juez Juan Merchan determinó que pese a ser culpable de varios delitos, Donald Trump, quien para esas fechas ya era Presidente electo, debido a su alta investidura, no podía ser encarcelado.

La corte de obsequiosos halcones que rodea a Donald Trump satisface los más íntimos deseos de su exacerbado narcisismo, pues necesita ser admirado permanentemente y sentir que su poder puede doblegar a cualquiera sobre el planeta. Lo que expresa en su relación abusiva y amenazante con otros mandatarios, enaltece la paciencia, prudencia e inteligencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que ha podido lidiar con este sujeto tan desquiciado.

Es muy difícil enfrentar la megalomanía de un personaje como Donald Trump, obsesionado con la idea de volver a hacer grande a Estados Unidos, alardeando de que nadie, nunca, jamás, será capaz de llevar a cabo las grandes obras y realizar las imaginarias hazañas que alimentan su miserable espíritu.

Habilidad singular ha tenido que desarrollar Claudia Sheinbaum para no dejarse manipular ni intimidar por un sujeto que con base en ideas simples y desmesuradas, dirigidas a un estadounidense medio poco instruido, ultrareligioso y fanático de derecha, ha logrado avanzar hasta el más grande poder de su país, desde el cual estremece al mundo y lo lleva casi al precipicio de una guerra mundial nuclear.

Y su racismo, que tantos agravios y dolores ha generado, sumado a su autoritarismo, han derrumbado todos los mitos sobre los que descansaba el presunto prestigio de una Nación que pretendía imponer sus dogmas y mentiras sobre la libertad, la democracia y la justicias, pero en la cual no hay lugar para los hispanos, los orientales y los negros, excepto que acepten asumir el papel de esclavos sometidos a una raza que se siente superior, iluminada, tocada por la mano de un Dios que no conoce la piedad ni la misericordia.

Esa deshumanización es la que lleva a Donald Trump a coincidir con sus más fieles aliados. Pues no habría que olvidar que el 21 de noviembre del 2024 la Corte Penal Internacional, que tiene su sede en la ciudad de La Haya, en Países Bajos, emitió una orden de arresto contra el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por ser presuntamente responsable de crímenes de guerra, al hacer padecer hambre como método de guerra y de dirigir intencionalmente un ataque contra la población civil palestina en la Franja de Gaza. 

Al Primer Ministro israelí, amigo y aliado entrañable de Donald Trump se le acusa de crímenes de lesa humanidad, de asesinato, persecución y otros actos inhumanos desde al menos el 8 de octubre de 2023 hasta el 20 de mayo de 2024. La Corte Penal Internacional publicó en su página oficial que también hay orden de aprehensión contra Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel. 

Los mejores amigos de Trump, como Benjamín Netanyahu, se parecen mucho a él, son tipos con los que hay que tener cuidado, pues son abusivos y crueles.

Misógino, prepotente, arrogante, agresivo, fanático, son adjetivos que describen al Presidente más peligroso en la historia de Estados Unidos, que tiene y ha expresado un manifiesto desprecio por los mexicanos. Pronto habrá de renegociarse el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. No podemos estar tranquilos, ni tampoco confiados, pues el hombre naranja que toma decisiones en Estados Unidos es abusivo y ventajoso, no conoce la bondad, la prudencia, la generosidad, el respeto, ni el más elemental sentido de la justicia. Vienen tiempos difíciles para la Presidenta Sheinbaum Pardo y para nuestro país. Y apenas en enero del 2026 se cumplirá el primer año de Gobierno de Donald Trump, de los cuatro que el calvario nos tiene reservados.

Pedro Mellado Rodríguez

Pedro Mellado Rodríguez

Periodista que durante cinco décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y medios digitales. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace cuatro décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Tiene estudios de derecho por la Universidad de Guadalajara y durante una década fue profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara. Es autor del libro Las Naves Nodrizas de la Comunicación y el Periodismo (Taller Editorial La Casa del Mago, Guadalajara, 2022).

Lo dice el reportero