Madrid, 7 Ene (Notimex).- La lucha por el control de la provincia Anbar, la más grande de Irak, se intensificó hoy en la ciudad de Ramadi, donde los combates dejaron al menos 25 muertos, mientras que el ejército iraquí prepara una ofensiva en Faluya.
El Ministerio iraquí de Defensa informó este martes sobre el desarrollo de la situación en Anbar, donde combatientes de la red Al Qaeda capturaron algunas partes de Ramadi, capital provincial, y la totalidad de Faluya la semana pasada.
El ejército lanzó esta mañana ataques aéreos en Ramadi, luego que durante la noche intentó sin éxito arrebatar -junto con tribus aliadas- el sur de la ciudad a los combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), grupo extremista sunita vinculado a Al Qaeda.
Fuentes castrenses refirieron que los enfrentamientos comenzaron antes de la medianoche del lunes y continuaron hasta el amanecer de este martes, pero que las fuerzas de seguridad y los miembros de las tribus que los acompañaban no pudieron entrar a ésa área.
Médicos del hospital general de Ramadi informaron que cuatro civiles murieron y que otros 14 resultaron heridos en los enfrentamientos en la ciudad, pero dijeron no tener una cifra de víctimas entre las filas del ejército o de los combatientes extremistas.
Después del infructuoso intento por tomar el control del sur de Ramadi, las fuerzas iraquíes bombardearon esta mañana esa área, cuyo saldo inicial es de 25 muertos, de acuerdo con reportes de la cadena de noticias Al Yazira.
Por otra parte, Faluya amaneció este martes casi desierta debido a que miles de residentes han abandonado sus casas para escapar de la violencia y buscar refugio seguro, ante los preparativos militares anunciados por el gobierno de lanzar una gran ofensiva en esa ciudad.
Oficiales del ejército comentaron que se espera el momento más oportuno para lanzar la ofensiva contra el ISIL en Faluya, a fin de evitar víctimas civiles y una escalada de las tensiones sectarias ya que la ciudad es mayoritariamente sunita y el gobierno es chiita.
La situación en Anbar es la mayor prueba que enfrentan las fuerzas de seguridad iraquíes, pues deben actuar sin el respaldo de las tropas de Estados Unidos.
El ISIL amenazó a la población con consecuencias si apoya al gobierno chiita, mientras que el primer ministro Nuri al-Maliki advirtió que los pobladores deben expulsar a los militantes si quieren evitar una ofensiva mayor.




