
Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).- NGC 3590 es un pequeño cúmulo estelar que se encuentra a unos 7 mil 500 años luz de la Tierra, en la constelación de Carina (la Quilla). Se encuentra formado por docenas de estrellas vagamente ligadas por la gravedad y tiene unos 35 millones de años. Sin embargo, no se trata sólo de un cúmulo impactante a la vista, también resulta útil para los astrónomos, quienes mediante el estudio de este cúmulo y otros cercanos pueden explorar las propiedades del disco espiral de la Vía Láctea.
Ahora, astrónomos del Observatorio La Silla del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), lograron una nueva imagen en la que puede apreciarse el cúmulo estelar NGC 3590, obtenida gracias al telescopio MPG/ESO. En la imagen las estrellas que conforman este cúmulo brillan frente a un impresionante paisaje de manchas oscuras de polvo y coloridas nubes de gas brillante. Este pequeño encuentro estelar revela a los investigadores estelares algunas claves sobre la manera en la que se forman y evolucionan estas estrellas y, al mismo tiempo brinda da pistas acerca de la estructura de los brazos espirales de nuestra galaxia.
NGC 3590 se encuentra en el segmento individual más grande del brazo espiral que, desde la posición de la Tierra en la galaxia puede verse en la distintiva espiral de Carina. La Vía Láctea, por su parte, tiene múltiples brazos espirales, largas y curvadas corrientes de gas y estrellas que se extiende desde el centro galáctico. De estas extensiones, las dos principales cuentan con un mayor número de estrellas, mientras que las dos menores son las menos poblados, publicó ESO en un comunicado.
Todos estos brazos se nombran según las constelaciones en las que son más prominentes, siendo las cuatro las siguientes: Carina-Sagitario, Norma, Escudo-Centauro y Perseo. Por su parte, la espiral de Carina se observa desde la Tierra como un área de cielo densamente poblada de estrellas, justo en el brazo menor de Carina-Sagitario.
El nombre de esta extensión (Carina o la Quilla) resulta apropiado, de acuerdo con los astrónomos, ya que estos brazos espirales son, en realidad, ondas de gas y estrellas amontonadas que barren el disco galáctico, desencadenando brillantes estallidos de formación estelar y dejando en su estela cúmulos como NGC 3590. Por otra parte, encontrando y observando estrellas jóvenes como las de NGC 3590, es posible determinar las distancias a las diferentes partes de este brazo espiral, aprendiendo más sobre su estructura.
Asimismo, un cúmulo abierto típico puede contener desde unas pocas decenas a unos pocos miles de estrellas, proporcionando a los astrónomos pistas sobre la evolución estelar. Las estrellas en un cúmulo como NGC 3590 nacen de la misma nube de gas y más o menos al mismo tiempo, haciendo de estos cúmulos los lugares perfectos para poner a prueba las teorías sobre cómo se forman y evolucionan las estrellas.
En la imagen recientemente obtenida por el instrumento Wide Field Imager (WFI), instalado en el telescopio MPG/ESO de 2.2 metros en La Silla, se observa el cúmulo y las nubes de gas que lo rodean, las cuales brillan en tonalidades anaranjadas y rojas debido a la radiación procedente de las estrellas calientes más cercanas. El gran campo de visión de WFI también captó un enorme número de estrellas de fondo.
Para obtener esta imagen, se realizaron múltiples observaciones utilizando diferentes filtros para captar los variados colores de la escena. De igual manera, esta imagen fue creada mediante la combinación de imágenes tomadas en las partes visible e infrarroja del espectro y utilizando un filtro especial que recogió sólo la luz que proviene del hidrógeno brillante.




