
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).- La búsqueda de nuevos objetos ocultos en las regiones centrales de la Vía Láctea en luz infrarroja es el objetivo de uno de los sondeos más grandes del cielo del hemisferio sur. Ahora, una nueva imagen protagonizada por una nebulosa, dada a conocer por el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), detectó numerosos objetos previamente ocultos: dos estrellas variables, las primeras de este tipo encontradas en el plano central de la Vía Láctea.
La nueva imagen captada con el telescopio de rastreo VISTA, muestra a la famosa nebulosa Trífida bajo una nueva luz fantasmal, mediante el sondeo VVV (VISTA Variables in the Via Lactea), encargado de revisar las mismas partes del cielo una y otra vez para detectar objetos cuyo brillo cambia con el paso del tiempo. De esta manera, observando en el rango infrarrojo de la luz, los astrónomos pueden ver a través de las polvorientas partes centrales de la Vía Láctea, detectando numerosos objetos previamente ocultos.
Sólo en esta pequeña parte de uno de los sondeos del telescopio del proyecto europeo, los astrónomos descubrieron dos estrellas variables Cefeidas que se encuentran casi directamente detrás de la Trífida. Se trata de las primeras estrellas de este tipo encontradas en el plano central de la Vía Láctea, más allá de su protuberancia central, publicó ESO en un comunicado.
Una pequeña parte del enorme conjunto de datos VVV se utilizó para crear esta nueva e impactante imagen de un conocido objeto, la región de formación estelar Messier 20, que recibe el nombre de Trífida debido a los caminos oscuros que, vistos a través de un telescopio, parecen dividirla en tres partes.
En las conocidas imágenes de esta nebulosa en luz visible, puede vérsele brillando resplandeciente debido tanto a la emisión del hidrógeno ionizado rosa como a la neblina azul de luz dispersa proveniente de estrellas jóvenes calientes. También destacan en la imagen las enormes nubes de polvo que absorben la luz. Sin embargo, la imagen infrarroja obtenida con VISTA es muy diferente. La nebulosa es sólo un fantasma de su contraparte visible. Las nubes de polvo son mucho menos prominentes y el resplandor brillante de las nubes de hidrógeno es apenas visible. La estructura de tres partes casi no se percibe.
En la nueva imagen, como para compensar el desvanecimiento de la nebulosa, una espectacular y nueva panorámica entra en escena. Las gruesas nubes de polvo que hay en el disco de nuestra galaxia, que absorben la luz visible, permiten que pase la mayor parte de la luz infrarroja, la que VISTA puede detectar. De ahí que el telescopio de ESO pueda ver más allá, a través de la Trífida, detectando objetos al otro lado de la galaxia que nunca se han visto antes.
Casualmente, la nueva imagen muestra un ejemplo perfecto de las sorpresas que pueden revelar las imágenes en el rango infrarrojo. Al parecer, en el cielo, cerca de la Trífida, pero unas siete veces más lejos, los datos de VISTA revelaron la existencia de un nuevo par de estrellas variables. Se trata de variables Cefeidas, un tipo de estrella inestable que se va desvaneciendo con el paso del tiempo y en este caso se encienden y se apagan con un período de once días. Los astrónomos creen que se trata de las estrellas más brillantes de un cúmulo estelar, y son las únicas variables Cefeidas detectadas hasta ahora tan cerca del plano central, pero al otro lado de la galaxia.




