Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo).- A la hora de analizar la controvertida personalidad del rapero Kanye West, las miradas suelen ser contrarias entre sí y radicales depende de quién ponga los ojos sobre este fulgurante moreno nacido en 1977 en Atlanta, Georgia, Estados Unidos.
Aquí y allá, últimamente mucha gente tiene algo para decir del esposo de la socialité (sea lo que sea que esa profesión signifique) Kim Kardashian y no siempre nada bueno.
Los que hay los que consideran que su talento musical le permite ser tratado como el nuevo Stevie Wonder, en referencia al legendario compositor e intérprete de Michigan, dueño de una sólida carrera con discos proverbiales como Journey Through the Secret Life of Plants, de 1979 –sólo por destacar uno en una obra vasta y muy celebrada- y de 25 premios Grammy.
Hay quienes no le perdonan –en una reacción insólita y, si lo pensamos bien, altamente discriminadora- que se haya casado con la nombrada Kardashian, tal vez una de las personas más populares de los Estados Unidos, una fama que alcanzó merced a un reality inaudito que protagoniza desde hace años junto a sus hermanas en la señal de cable de E! Entertainment.
Otros, como Paul McCartney, a quien nadie en su sano juicio podría discutirle su sabiduría musical, lo certifican como un artista de grandes recursos.
Allí está “Only One”, una emotiva canción que West dedicó a su madre y manager, fallecida prematuramente luego de una operación estética, y decidió regalar el primer día de este año a sus fans, como adelanto de lo que será su próximo disco y en la que el de Liverpool lo acompaña al piano.
¿PERO QUIÉN ES KANYE WEST?
Kanye Omari West es un productor y rapero estadounidense nacido en Atlanta el 8 de junio de 1977, aunque creció en Chicago, Illinois, y actualmente reside en Hoboken, New Jersey.
Fue después de estudiar en la Academia Internacional de Arte y Diseño y Tecnología, una escuela de bellas artes de Chicago, que el hijo del periodista, fotógrafo y consejero matrimonial Ray West y de la profesora de literatura Donda West decidió dedicar todos sus esfuerzos y energía a la música.
Lo hizo como productor, donde logró destacarse más temprano que tarde prestando sus oficios a artistas de rap y de R&B como Alicia Keys, Jay-Z, Janet Jackson, Brandy, Talib Kweli, Dilated Peoples, Ludacris y John Legend.
Su carrera en solitario no fue tan positiva al principio y tuvo que enfrentar el escepticismo y la falta de apoyo del mainstream que hoy lo venera como lo que es, uno de los artistas más talentosos del mundo, fanático del arte contemporáneo, escritor de letras profundas y antisistema, pese a lo cual se mueve como tiburón en aguas agitadas en el mundo de la moda y el lujo.
Su primer single fue “Through the Wire”, un sampleado de la canción de Chaka Khan, del 2002 en respuesta a un grave accidente automovilístico que le dejó la cara hecha pedazos. Formó parte del disco The College Dropout, publicado en 2004, del que se desprendió otro single exitoso, “Jesus Walks”.
Siguieron en 2005 el álbum Late Registration, que vendió 1 millón de copias, Graduation y A Good Ass Job. A finales de 2007 lanzó Graduation, su disco consagratorio.
EL BUFÓN DE LA CORTE
Mientras los melómanos esperan con gran ansiedad el nuevo disco de Kanye West, que llevará por título So help me God, el muchacho está en boca de todos, lo que parece ser su segundo oficio conocido.
Acaba de lanzar su nuevo single “All day” en compañía de Paul McCartney, Allan Kingdom y Theophilus London, que se une al ya citado “Only One”, a “FourFiveSeconds” –con Rihanna y Paul McCartney- y “Wolves”, con Sia y Vic Mensa.
Todas estas buenas noticias musicales muchas veces quedan opacadas por las que hacen referencia a los gestos insólitos y bufonescos del rapero, encaminado al parecer a hacerle sombra también en el apartado de la farándula a su mujer Kim Kardashian.
Uno de sus últimos espectáculos aconteció en la reciente entrega de los Grammy, cuando hizo maniobras para subir al escenario mientras Beck recibía su premio por Mejor disco del año de manos del genio Prince.
Hizo como que y luego se arrepintió, pero la reacción generosa del californiano que lo invitó a subir al estrado y las posteriores declaraciones de West defendiendo la candidatura de su amiga Beyoncé, corrieron como reguero en los medios de todo el mundo.
Todos los presentes le festejaron la osadía y recordaron que no era la primera vez que hacía algo semejante. Imposible olvidar cuando en otra entrega de los Grammy le arrebató el micrófono a Taylor Swift y le dijo casi a los gritos: “Dejaré que termines, pero quiero dejar claro que el video de Beyoncé es uno de los mejores de todos los tiempos”.
¿Por qué hace esas cosas? ¿Quiere instituir muy a lo Estefan un nuevo poder racial en el mundo de la música? Imprevisible, irascible, insoportable, parece Kanye estar decidido a ser el nuevo bufón de la corte y a no dejar títere sin cabeza.
La última perlita en este ítem es haber sido proclamado el orador del año en la prestigiosa Universidad de Oxford donde se comparó con Picasso, citándose prácticamente a sí mismo y a aquella oportunidad en la que declaró ser el nuevo Andy Warhol, el nuevo William Shakespeare.
De Kanye dijo Madonna que es “la Madonna negra”, puesto que ambos crearon su carrera “para traspasar límites” y lo cierto es que cada día aparece una noticia en relación al rapero de Chicago.
Un día le roban la Laptop, otro día dan cuenta de su paseo por París con su esposa, otro se habla de la filtración de la canción “Awesome” y hasta de bolsas con aires de sus conciertos que se venden por Internet informan los medios internacionales.
Mucha arrogancia y mucho arte. Ambas cosas. Mucho Kanye y mucho West. La vida es divertida, afortunadamente.
