1. Los insectos son ejemplos comunes de mimetismo. Pueden mezclarse tan hábilmente con su entorno que a veces no podemos ni reconocerlos. Algunos insectos pueden tener la apariencia de ramitas, hojas, corteza, madera o simplemente adoptar el mismo color de su hábitat.
2. En este caso, el insecto adopta la forma y color de una hoja seca. Es un gran camuflaje contra los depredadores, lo que les da una enorme ventaja de sobrevivencia.
3. Algunas mariposas pueden combinar sus colores incluso con las hojas de las plantas o de los árboles donde se posan. Hay también algunas que en sus alas han pintado una cabeza falsa, como la mariposa de esta foto. A primera nos parece un animal con ojos grandes, lo que les da un camuflaje suficiente para defenderse de los depredadores.
4. Los escarabajos puede tener colores vibrantes que ahuyentan a sus enemigos. En este caso despliegan grandes ojos y la boca llena de dientes afilados.
5. Igual que con los insectos, los peces y otras criaturas marinas son buenos ejemplos de mimetismo. Algunos organismos pueden parecer totalmente rocas, piedras, arena, hierba, algas, etcétera.
6. Una de las formas de las criaturas del mar para camuflajearse es excavar en la arena. Cubren completamente su cuerpo con arena y grava, y sólo sus ojos, por lo general, se mantienen por encima. Es una buena manera de proteger y atacar. Las rayas son un gran ejemplo de mimetismo cavando en la arena.
7. Otros animales marinos adoptan el color y la apariencia del fondo del océano. Muchas especies de peces pasan la mayor parte de su vida en cerca de la arena para protegerse. El pez de la fotografía sería difícil de notar, porque su color y forma se asemeja a las rocas.
8. Anfibios y reptiles también son un excelente ejemplo de camuflaje. Los reptiles son recordados por la gente por su capacidad para mimetizarse, como en el caso del camaleón y el lagarto, que cambian de colores según el ambiente que le rodea. Esta es la mejor manera no sólo de protegerse a sí mismos, sino también para acechar su próximo almuerzo.
9. Un mimetismo que es peligroso es el de reptiles como las serpientes, que camuflajean fácilmente su color y cuerpo delgado. Las serpientes con frecuencia puede confundirse con ramas, piedras y también con arena y grava. Puede ser muy peligroso para otros animales e incluso el ser humano.
10. Además de los insectos, reptiles y peces, también las aves son excelentes ejemplos de mimetismo. Sus plumas pueden tomar los colores de su entorno, tanto que los animales que suelen ser su menú apenas tienen posibilidades de sobrevivir si están cerca de ellos. Por ejemplo, este búho sería difícil de ver a simple vista en su entorno natural.














