Casi cien jefes de Estado y miles de personas asisten en Sudáfrica al funeral de Nelson Mandela

10/12/2013 - 3:59 am

Johannesburgo, 10 dic (EFE).- El servicio religioso en honor de Nelson Mandela acabó hoy en el estadio FNB de Johannesburgo, donde un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y miles de personas celebraron su lucha contra el régimen racista del “apartheid”.

Cyril Ramaphosa, vicepresidente del gubernamental Congreso Nacional Africano (CNA), dio por terminada la ceremonia tras la intervención del arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, quien ensalzó la vida del “extraordinario icono” que fue Mandela.

“Esto lleva a la conclusión de este servicio conmemorativo”, dijo Ramaphosa, mientras la multitud abandonaba el estadio.

El acto duró unas cuatro horas de gran emoción, en las que líderes internacionales como los presidentes de EU, Barack Obama; Brasil, Dilma Rousseff; y Cuba, Raúl Castro, elogiaron la figura del fallecido expresidente sudafricano.

Una ceremonia religiosa ecuménica, cánticos y los recuerdos de familiares y amigos de Madiba -como se conoce al ex Presidente en su país- sirvieron para homenajear al héroe sudafricano en un ambiente festivo, pese a la persistente lluvia que cayó durante el día.

El campo, de más de 90 mil localidades, fue escenario de la final del Mundial de futbol de Sudáfrica, disputada el 11 de julio de 2010 y en la que España derrotó a Holanda (1-0) y se proclamó campeona del mundo.

Además de encontrarse en el antiguo gueto negro de Soweto, donde Mandela vivió durante años, el estadio fue escenario en 1990 de uno de los primeros discursos pronunciados después de salir de la cárcel por el que fuera el preso político más famoso del mundo.

Los actos de despedida de Mandela continuarán del miércoles al viernes en Pretoria, por cuyas calles desfilará el féretro del ex Presidente durante esos días.

También en la capital, en la sede del Gobierno y en esas mismas jornadas, estará instalada la capilla ardiente.

El funeral de Estado tendrá lugar el próximo domingo en la localidad de Qunu, en el sureste de Sudáfrica, donde creció Mandela y había pedido ser enterrado.

Nelson Mandela falleció el pasado jueves a los 95 años en su domicilio de Johannesburgo, tras una larga enfermedad por problemas respiratorios.

LLUVIA IMPIDE A MUCHOS SUDAFRICANOS PERMANECER EN LA CEREMONIA

Las intensas lluvias caídas durante toda la mañana en Johannesburgo impidieron a muchos sudafricanos seguir el servicio religioso oficial por el expresidente Nelson Mandela, que se pudo ver en espacios públicos de todo el país a través de pantallas gigantes de televisión.

El aguacero no solo anegó estadios como el de Dobsonville, sino que también impidió las proyecciones previstas en algunos espacios abiertos, como en Qunu, localidad donde Mandela pasó su infancia y será enterrado.

La ceremonia llenó gran parte del estadio FNB de Soweto, que acogió el oficio religioso y donde los asistentes se mantuvieron estoicamente bajo la lluvia gracias a los paraguas durante la mayor parte del programa previsto.

Sin embargo, tras los discursos de los jefes de Estado y de Gobierno, el recinto se vació, una hora antes del final de la ceremonia.

La ceremonia tuvo también eco afuera del FNB, a través de las cerca de cien pantallas que lo retransmitirán en espacios públicos de todo el país y en otros tres estadios de Johannesburgo.

Desde una hora y media antes de que comenzar, un grupo de ciudadanos hizo fila afuera del inmueble desafiando a la lluvia y cantando “Bula, bula, bula!” (“Abrid, abrid, abrid!”).

“No hay mejor manera de honrar a Tata (padre, como llaman los sudafricanos a Mandela). Él fue un gran hombre”, dijo Emely Mirake, de Pretoria, citada por la agencia local Sapa.

Los residentes en otras áreas cercanas pudieron seguir el servicio religioso desde los estadios de Ellis Park, Orlando y Dobsonville, a pesar del intenso aguacero.

El estadio de Orlando, anegado por la lluvia, recibió a residentes como la jubilada Emily Mashaba: “Estoy empapada, pero aquí sigo. Ni un terremoto habría impedido que viniera”.

“Por desgracia, no podré ir al funeral de Madiba en Qunu, Orlando será el lugar donde me despida de él”, declaró a la agencia sudafricana Sapa.

No obstante, el estadio mundialista FNB de Soweto fue el que acaparó todo el interés de los residentes de la capital, que no dejaron de afluir durante la mañana para buscar un asiento entre las gradas.

Nomvula Malindi, de 24 años, abandonó el estadio de Dobsonville, donde “no había ninguna ambiente de excitación” para dirigirse a FNB, cuando supo que no estaba al completo,

“Aquí no hay ningún Barack Obama ni Bill Clinton. Algunos jóvenes ni siquiera han visto en persona al presidente -de Sudáfrica- Jacob Zuma”, dijo.

En Qunu (sureste del país), la lluvia impidió algunos de los actos previstos, como la proyección de la ceremonia en una explanada de césped frente al Museo Nelson Mandela.

A tres kilómetros de allí, en la casa de Mandela, todo permanecía tranquilo y sin visitantes.

En Ciudad del Cabo, sin embargo, la ceremonia pudo seguirse sin dificultad a través de pantallas instaladas cerca de donde Mandela ofreció su primer discurso como hombre libre.

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