CLOSE UP ¬ Velasco: el heredero opaco en Chiapas que se enquistó con el PVEM en la 4T

08/03/2025 - 5:00 pm

La imagen de Manuel Velasco Coello ha tenido más resonancia por su matrimonio con la actriz y cantante de televisa, Anahí Puente, así como por su vida entre integrantes de la farándula y por sus constantes apariciones en portadas de la prensa de espectáculos y sociales, más que su trabajo al frente del Gobierno chiapaneco, el cual ha estado marcado por diferentes acusaciones de corrupción.

Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).– Hay dos maneras de querer ver a Manuel Velasco Coello. Una, la que él ha construido a través de las revistas de chismes en las que se expone como un “éxito” su carrera meteórica en la que ha sido el Diputado más joven de Chiapas así como el Senador y Gobernador de menor edad. En este mismo escaparate frívolo se han dedicado ríos de tinta para exponer su relación y matrimonio con Anahí Puente Portilla, la integrante de RBD y actriz de Televisa que lo ayudó en su carrera, y con quien mucho se habló de querer replicar la misma fórmula Enrique Peña Nieto-Angélica Rivera que llevó al priista a la Presidencia.

La otra manera de ver a Manuel Velasco parte de su linaje como nieto del exgobernador priista Manuel Velasco Suárez, recordado por ser el responsable de devastar la Selva Lacandona, un lazo que lo llevó a las huestes del poder en Chiapas, uno de los estados con mayor rezago hoy gobernado por un hombre de todas las confianzas del “Güero”, el pevemista convertido en morenista Eduardo Ramírez. En esta otra manera de aproximarse a Velasco Coello está su relación con Pablo Salazar Mendiguchía y Juan Sabines Guerrero, los dos mandatarios que lo antecedieron, ambos envueltos en señalamientos de corrupción como los que han pesado contra Velasco. También en el camino están los episodios que ha encabezado cuando fue cargado en hombros por indígenas, cuando abofeteó a un colaborador o cuando las burlas que causó la entrega de la bandera en un grito de Independencia.

Pero por esta misma ruta está su acercamiento a Andrés Manuel López Obrador, cuyo vínculo también proviene de su linaje, en este caso de su abuelo materno Fernando Coello Pedrero, amigo del expresidente. Precisamente este último vínculo con el expresidente lo acercó en 2018 a su campaña presidencial y le permitió al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en hacer lo que sabe: convertir la política en réditos y aliarse con Morena, una decisión que lo ha llevado a sus mejores resultados electorales. De hecho, el propio Velasco se valió de esta coalición para buscar en 2023 la candidatura presidencial de la 4T, un acto meramente testimonial pero que lo colocó, de acuerdo con las diferentes encuestas que se dieron a conocer en septiembre de 2023, al mismo nivel que Ricardo Monreal Ávila.

Paula Sofía Vázquez, autora de la Mafia Verde junto a Juan Jesús Garza Onofre, habló con SinEmbargo sobre cómo Manuel Velasco Coello partió del nepotismo al amiguismo instituido en el Verde. Velasco, dijo ha tenido una relación simbiótica con el Partido Verde Ecologista a la par que ha crecido él en influencia política. “Creo que aunque en el ADN y en la génesis del Partido Verde está evidentemente el nepotismo, también podemos decir que pasó de una infancia nepotista a una adolescencia amiguista”, expresó.

“Creo que cuando 'El niño verde' toma el poder, en parte porque era muy joven como para tener ya una dinastía a quien dejarle nada, El niño verde' se vuelve presidente de su partido a los 30 años. Es un partido que siempre se preció y una de las cartas con las que trató de ser siempre identificado, reconocido era que era un partido de jóvenes, que eran los nuevos líderes”, ahondó Sofía Vázquez.

Manuel Velasco
El Senador Manuel Velasco. Foto: Cuartoscuro.

Un cacique chiapaneco de cuna

Manuel Velasco Coello nació el 7 de abril de 1980, en Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, el estado con mayor desigualdad del país, una realidad exacerbada por los cacicazgos que perduran en esta entidad. Velasco creció al cobijo de su abuelo Manuel Velasco Suárez, Gobernador entre 1970 y 1976, particularmente ante el fallecimiento del padre del “Güero”,José Manuel Velasco Siles cuando él tenía tan solo siete años. Del lado de su madre, Leticia Coello Garrido, su abuelo Fernando Coello Pedrero, lo acercaría a la izquierda obradorista en la cual parasita actualmente.

Un momento clave para la carrera de Velasco ocurrió en 2001, cuando a sus 21 años su abuelo, el exgobernador Velasco Suárez, lo presentó al Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía para que impulsara su carrera política en el PVEM, uno de los partidos que se sumaron a su campaña.

Así relata este episodio el periodista Francisco Cruz en su libro Los junior del poder:

“Como quiera, la carrera del nuevo ecologista —también sobrino del ex comisionado para la paz, ex Secretario de Estado y ex regente Manuel Camacho Solís— empieza a documentarse en 2001, cuando el abuelo, antes de morir en diciembre de ese año, solicitó una audiencia especial y lo llevó a conocer al astuto Pablo Salazar Mendiguchía, Gobernador de Chiapas; lo que se trató en ese encuentro sigue rodeado de un halo de misterio, aunque los resultados dicen mucho: Salazar puso en marcha una inexplicable campaña que dio al junior Velasco un repentino impulso de altos vuelos”.

En efecto, a partir de ese momento Manuel Velasco Coello ocupó varios cargos en una meteórica carrera política: pasó de líder estatal del PVEM a Diputado local, un cargo que no desempeñó hasta el final pues en 2003 pidió licencia para buscar una Diputación federal que alcanzaría con el Partido Verde, y llegaría de ahí al Senado, también como el de menor edad en la historia del país, un trampolín que le serviría para la gubernatura, una gestión en la cual la Auditoría detectó irregularidades al igual que el SAT.

Cuando Velasco estaba por dejar la gubernatura protagonizó un episodio inédito en el Congreso. Fue justo cuando su aliado era ya Morena y por lo tanto en la antesala del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En La mafia Verde, Paula Sofía Vázquez Sánchez y Juan Jesús García Onofre, relatan este episodio:

“El 30 de junio de 2018, un día de las votaciones, el Instituto Nacional Electoral admitió que el PVEM incluyera en el primer lugar de su lista plurinominal al todavía Gobernador de Chiapas, quien terminaría su sexenio en diciembre de 2018 y a quien, dada la operación encubierta con Morrena, el Verde le debía más que un sentido agradecimiento. A última hora, el Güero amarró su hueso para el siguiente sexenio. Sin embargo, pronto tuvo una complicación: ¿cómo iba a ser Senador y Gobernador al mismo tiempo? La solución fue tan simple como burda, y al estilo de la película La ley de Herodes, el ‘pinche Velasco’ cambió la constitución chiapaneca”.

Ese cambio ocurrió de la siguiente manera: Velasco empleó su mayoría y pasó sin problema una reforma que le permitió renunciar a la gubernatura, tomar posesión como Senador para luego pedir licencia y regresar a Chiapas a ser su propio sustituto bajo la figura de Gobernador interino.

Ante las críticas que desató su maniobra, no le quedó más que dejar a su suplente Eduardo Enrique Murat y regresar al Senado hasta diciembre de 2019, una vez que ya los ánimos estuvieran más tranquilos.
Paula Sofía Vázquez comentó en ese sentido cómo Velasco aún tiene la capacidad de seguir influyendo en Chiapas, particularmente a partir de la gubernatura de Eduardo Ramírez, un personaje que es afín al Güero. “Son lugares donde los cacicazgos siguen funcionando de manera en la que para nadie es anormal que en las boletas esté puro hijo de Gobernador, puro nieto de Gobernador y entonces pues también es una reforma que afecta particularmente los intereses de los chiapanecos y sus usos y costumbres en la vida política”.

De las portadas a las investigaciones

La imagen de Manuel Velasco Coello ha tenido más resonancia por su matrimonio con la actriz y cantante de televisa, Anahí Puente, así como por su vida entre integrantes de la farándula y por sus constantes apariciones en portadas de la prensa de espectáculos y sociales, más que su trabajo al frente del Gobierno chiapaneco, el cual ha estado marcado por diferentes acusaciones de corrupción.

A lo largo de su gestión fue objeto de críticas el que realizara una millonaria campaña publicitaria para promover los supuestos logros de su primer año de Gobierno. Inundó, por ejemplo, el centro del país con su imagen en espectaculares, parabuses y camiones, además de publicidad en la prensa y en la televisión e incluso en los cines.

Esto originó protestas no sólo de los políticos opositores, sino de ciudadanos que le reclamaron el dispendio siendo él, el mandatario del estado más pobre del país. Las cifras de pobreza contrastan en ese sentido con sus logros presumidos. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), durante la gestión de Manuel Velasco aumentó la pobreza: recibió la entidad con el 74.7 por ciento de pobres y lo dejó con 76.4 por ciento; la cantidad de personas en esa condición pasó de 3 millones 782 mil a 4 millones 174 mil 392 mil personas.

Aunado a los millones destinados a su imagen, su continua aparición en las revistas del corazón y el aumento en la pobreza, Velasco tuvo una gestión marcada por irregularidades en el uso de recursos públicos. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó inconsistencias en 685 millones de pesos pagados a 26 empresas “factureras” que supuestamente habrían ayudado a distribuir un programa de ayuda a madres solteras. A eso se sumó, que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) investigó operaciones simuladas por 500 millones de pesos realizadas durante su Gobierno.

Manuel Velasco abraza a la entonces candidata presidencial Claudia Sheinbaum. Foto: Facebook.

Aunque sin duda un episodio que lo vistió de cuerpo entero lo relató Santiago Nieto Castillo en su libro Sin filias ni fobias (Grijalbo, 2019). En el texto relata cómo en su cargo como Fiscal Electoral Velasco trató de sobornarlo.

Era 2015, la elección en la que personalidades de la farándula y del deporte “alquilaron” sus cuentas de Twitter para difundir mensajes de apoyo al Partido Verde: “algunos mensajes fueron más explícitos que otros, pero había una constante en el diseño. Era cándido pensar que estos ‘líderes de opinión’ emergentes estuvieran así de politizados. Se trataba de un modelo armado para incidir en la decisión de los votantes. Qué duda cabe”, escribió Nieto Castillo.

Ese es el contexto de la reunión que Nieto tuvo con Velasco, en lo que describió como “la historia de mi efímero y desagradable encuentro con el mandatario chiapaneco”, acompañado de adjetivos como arrogante, ruin, ordinario y simplón.

El motivo de la reunión fue para establecer un acuerdo de colaboración para las elecciones de Chiapas en 2015 y la cita fue en la casa de gobierno de Chiapas, ubicada en Tuxtla Gutiérrez. Manuel Velasco llegó a la sala de juntas acompañado por Arturo Escobar, quien era a su vez investigado por la Fepade por el reparto de tarjetas durante el periodo de campaña, en la misma en la que utilizaron a perfiles famosos para la difusión de tuits a favor del Verde.

“Velasco, ordinario, me recibió con una pregunta inverosímil, seca, gélida: ‘¿Sabes que tu jefa es mi amiga?’ Se refería a la entonces titular de la PGR, Arely Gómez, quien duró poco más de un año en el cargo. Mi respuesta fue automática, sin titubeos; amable, pero firme: ‘Sí, gobernador’. Al ver que no logró intimidarme, el mandatario arremetió: ‘¿Y sabes que es mi tía?’ Mi respuesta fue idéntica. Cierta tensión se apoderó del momento, pero permanecí inamovible”, cuenta Santiago Nieto.

Y prosigue: “A pesar de que había más gente presenciando el encuentro, Velasco, incapaz de ser diplomático, volvió a la carga dirigiéndose sólo a mi: ‘¿Qué quieres?’, soltó altanero, metálico, pero el comentario bravucón no hizo mella en mi ánimo […] No habían pasado más de cinco minutos de mi explicación cuando Velasco me interrumpió de forma abrupta. Su pregunta fue contundente, majadera, indigna de un cargo como el suyo: ‘Está bien, ¿cuánta lana quieres?’ El cuestionamiento fue grotesco, absurdo, fuera de lugar. Le respondí que lo que le solicitaba era poder trabajar con sus secretarios […] Velasco endureció el rostro, se le enrojecieron las mejillas y puso su mejor cara de decepción”.

Velasco es mas conocido por su vida social que por su labor política. Foto: Facebook.com/manuelvelascoc

Uno de los líderes del parásito verde

De hecho en los últimos años, Manuel Velasco se ha vuelto uno de los principales liderazgos del Verde. De hecho, él fue una de las caras más visibles que acercaron al partido parasitario con Morena. En La mafia Verde, Paula Sofía Vázquez Sánchez relata cómo uno de los primeros escándalos que impactó al Gobierno de López Obrador provino de su círculo de influencia.
“El Verde es un partido muy empresarial. Y hay muchos, o sea, El verde siempre tiene unos intereses políticos y detrás un montón de intereses de corte empresarial-comercial. Y que pues esta es la manera en la que se negocian. 'Okay, yo voy a querer parte de las concesiones que se hagan en materia de energías limpias'. Y entonces es como una manera de demostrar que el Verde es un aliado, pero no es un aliado incondicional y que tienen que darle su lugar al partido”, planteó Vázquez.

“Una de las primeras noticias que empañó el halo de moralidad con el que arrancó el gobierno obradorista fue la filtración de un video protagonizado por David León, el asesor-no-asesor, colaborador-no-colaborador de Manuel Velasc y Pío López Obrador [...] David León llevaba tiempo estrechando lazos con el obradorismo, probablemente en parte por mandato de Velasco que preparaba el abordaje desde nuevo barco y seguramente también por interés personal. Para él, tanto el premio como el castigo llegaron pronto”, escriben en el libro. En efecto, López Obrador reconoció el video, negó que fuera ilegal, aunque David León renunció a la coordinación de protección civil.

Lejos de aislarse, Manuel Velasco se mantuvo como el principal rostro del Verde en la 4T. Él fue uno de los aspirantes presidenciales en el proceso interno de la 4T y uno de quienes reconoció de inmediato y respaldó la candidatura de Claudia Sheinbaum Pardo. Él ha dicho que ayudó con 4 millones de votos a la Presidenta, en cuya toma de protesta fue captada dando un beso en la mano de Velasco que fue ampliamente criticado, sobre todo por tratarse de Manuel Velasco.

En fechas recientes, Velasco fue el impulsor de una añadido a la Reforma contra el Nepotismo que estableció su implementación en 2030 y no en 2027 como la Presidenta quería. Velasco incluso ni subió a tribuna para defender su añadido, pero sí lo hizo en su lugar el coordinador de los Senadores de Morena, Adán Augusto Hernández López. En entrevista con SinEmbargo, Paula Sofía Vázquez comentó cómo incluso esto pudiera ser una manera de capitalizar el descontento que pueda surgir dentro de Morena a la hora de designar candidaturas.

“Yo te podría decir que hay un análisis que va más allá de decir, ´No porque yo quería que Anahí fuera Gobernadora." Que es así o no porque aquí había mucho compromiso, que en realidad no lo hay. O sea, en el partido uno no puede ver a diferencia de otros partidos, no están los Murat. No, no hay una asociación, no están los Yunes, está 'El niño verde' que no tiene dinastía, está él, está Escobar, pero no están sus hijos, nadie tiene edad para todavía estar impulsando ahí abuelitos, papás, etcétera. Lo que hay es lo que ha habido siempre, una amplísima visión para ver en el Verde un nicho de negocio”, comentó Vázquez.

Velasco simplemente se limitó a decir que no fue un chantaje, pero sí un planteamiento de su partido que consideró “conveniente que fueran homologadas ambas fechas, tanto la de la reelección como la del nepotismo y se planteó que fuera en el 2030, ahí es donde el 90 por ciento de todos los legisladores se votó a favor”, enfatizó a Radio Fórmula para tratar de salir al paso de la polémica.

Lo cierto es que se trata de un personaje que personifica los vicios más arraigados del Partido Verde, una fuerza política que ha aprendido hacer de la política un negocio muy lucrativo.

Obed Rosas

Obed Rosas

Obed Rosas es editor de la Unidad de Investigación y encargado de la sección de Libros de SinEmbargo, en donde también se ha desempeñado como Jefe de Mesa y Editor de Redes. Es conductor de Close UP y Co-conductor, junto a Álvaro Delgado, de Siete Días, programas de SinEmbargo Al Aire. Ha trabajado en otros medios como Expansión, Newsweek en Español y Revista Zócalo. Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM y estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.

Lo dice el reportero