El artista mexicano Abraham Balcázar habló sobre su novela gráfica en la que dibuja un planeta que ha perdido la mayoría de su flora y fauna, y en donde la humanidad ha sido mermada, convive con robots y androides, todos controlados por una inteligencia artificial.
Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo).– La humanidad se encuentra controlada por Medra, una inteligencia artificial y omnipresente que controla prácticamente la existencia y los recursos que quedan en el planeta Tierra. Frente a ella, el droide VA-42 tiene la labor de arreglar el mundo para los humanos. Para ello debe hacer un viaje que pasará de lo terrenal a su interior, donde tendrá que lidiar con un pasado que lo enfrentará a su misión.
El relato corresponde a la novela gráfica Volver atrás (FCE) escrita y dibujada por el artista mexicano Abraham Balcázar, quien en una plática con SinEmbargo compartió que el germen de esta historia parte del refrán "No somos ríos para no volver atrás”:
“Yo al tratar de hacer una narración con la idea del refrán pensaba, ‘¿cómo uno puede avanzar y regresar atrás, volver al mismo punto, sin dejar de ir para adelante?’ Entonces, a partir de ahí me surgió la idea de este robot que tuviera que dar la vuelta a su mundo para volver atrás y volver atrás las cosas”.
Balcázar comentó que al tratar de que todo vuelva a como era antes, el droide se da cuenta que hay cosas que no quería saber como su propio pasado o el hecho de que hay cosas que ya no se pueden contrarrestar. “Tenemos problemas de ecología, tenemos sociedades con grandes lujos y gran pobreza a la par. Entonces por ahí va el planteamiento de decir: ‘bueno, tal vez lo que estamos buscando no es lo que realmente es lo bueno para nosotros”.
En ese sentido, planteó cómo en la creación de la inteligencia artificial buscamos algo que nos regule y nos controle de alguna manera. “No queremos tener la responsabilidad de que el planeta se esté yendo al carajo, de que las cosas estén encima, ¿no? Entonces que algo más tenga la responsabilidad, que no seamos nosotros”.
“Estamos buscando justificar que las deidades sean quienes tienen la responsabilidad de por qué tal o cuál cosa y estar dándole esa responsabilidad a otra cosa y no a nosotros. Y que aparte el ser humano se dedique a lo mejor al gozo, a lo lúdico, que no suena mal, pero también pues finalmente ya no será una civilización que está avanzando”.






