En entrevista para el programa Café y Noticias, Salvador Leyva, extitular de la Secretaría Técnica del Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), denunció que Sara Irene Herrerías, quien formará parte de la SCJN, quiso negociar con el caso Wallace para que ya no se denunciaran casos de violaciones a derechos humanos cometidas por funcionarios.
Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).- Sara Irene Herrerías, quien integrará la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “intentó negociar el caso Isabel Miranda de Wallace e Israel Vallarta” a cambio de que el Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP) no denunciara ya ningún otro caso de tortura y otras violaciones a derechos humanos por parte de funcionarios, señaló Salvador Leyva, extitular de la Secretaría Técnica del Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos de esa dependencia.
“A ese nivel de corrupción y abuso de poder llegaba” Sara Irene Herrerías como Subprocuradora de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la entonces Procuraduría General de la República, dijo Leyva en entrevista en el programa Café y Noticias, que se transmite todas las mañanas de lunes a viernes en Sin Embargo Al Aire.
El poder transexenal de Herrerías es desconocido, agregó, pues no sólo ha sobrevivido en los cargos con diferentes presidentes de la República, sino por varios procuradores y ahora una Fiscalía General. “Es conocida por ser vengativa, alguien que negocia con los casos, que utiliza casos como favores políticos”. Quizá ese haya sido su trabajo, obstaculizar las investigaciones, señaló.
Sergio Leyva, quien formó parte del equipo liderado por Netzaí Sandoval, exdirector del IFDP, señaló que al llegar al instituto retomaron los casos de tortura que no había sido investigados en administraciones pasadas. Uno de los más de ocho mil casos que atendía ese organismo fue el de Juana Hilda González, acusada en el caso del secuestro de Hugo Alberto Wallace, hijo de Isabel Miranda de Wallace. Juana Hilda González ha denunciado que fue torturada y drogada antes de rendir su declaración.
“Nos reunimos, con Sara Irene Herrerías y su equipo. Y ella dijo: ‘vamos a seleccionar los casos que podemos trabajar. Yo puedo con el de Wallace, pero el resto no’”. Ante la negativa de Salvador Leyva y el equipo del IFDP, Herrerías “se quejó con Zaldívar, pidiendo mi renuncia porque en audiencia dije que sus funcionarios eran torturadores, y lo eran”, pues fueron señalados en varias recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de ello.





