Un ejemplo de discrecionalidad son las listas de diputados federales y senadores que llegaron al Congreso por la vía plurinominal, sin hacer campañas y sin tener el respaldo directo de los votantes, muchos de ellos ubicados en cargos privilegiados dentro del Poder Legislativo.
Ciudad de México, 7 de agosto (SinEmbargo).- Hubo una época, de más de seis décadas, la del partido casi único, cuando el Revolucionario Institucional, fundado en 1929, ganaba en forma arrolladora las elecciones en nuestro país, abrigado por autoridades electorales que dependían directamente del Gobierno en turno. Los candidatos presidenciales del tricolor triunfaban con porcentajes de entre el 77.9 por ciento de Miguel Alemán Valdés, hasta el 98.2 por ciento del general Lázaro Cárdenas del Río. La fractura definitiva del régimen autoritario priista ocurrió en los comicios presidenciales de 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional, una coalición de fuerzas de izquierda, hizo tambalear al aspirante del PRI, Carlos Salinas de Gortari, que llegó al poder con la etiqueta de espurio, en medio de un clima de sospechas y de trampas.
Sin embargo, por otra vía, fue a partir de las reformas electorales de 1963, cuando obligado por la presión social de una oposición que incluso recurrió a la lucha armada, el gobierno priista se vio obligado a crear la figura de los Diputados de Partido, para abrirle espacios a la oposición, particularmente de izquierda, y en 1977 se amplió la Cámara de Diputados con la creación de 100 legislaturas de Representación Proporcional, también conocidas genéricamente como Plurinominales.
Fue un momento histórico, en el cual se conjuró la rebeldía armada de varias generaciones de jóvenes y se enriqueció la vida legislativa del país con la llegada a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de poderosas e ilustradas voces opositoras. Sin embargo, con el paso de los años y la ampliación de la legislatura federal a 200 diputados de Representación Proporcional en 1986, la figura de los plurinominales se envileció hasta convertirse en un botín de las camarillas que acaparan los cargos de dirigencia en los partidos políticos y utilizan esas posiciones para sus parientes, amigos, socios o cómplices, lo que ha empobrecido la vida democrática del país y ha erosionado y vulgarizado la representación popular en los espacios legislativos.
El botín para las camarillas partidistas se hizo más atractivo con la ampliación de la Cámara de Senadores a 128 presuntos representantes populares en el año de 1996, con dos de Mayoría Relativa y uno de Primera Minoría por cada entidad federativa del país, además de otros 32 aspirantes de una lista nacional de Representación Proporcional, integrada en forma discrecional y patrimonialista por las dirigencias partidistas.
MORENISTAS
Un ejemplo de esta discrecionalidad son las listas de diputados federales y senadores, que llegaron al Congreso por la vía plurinominal, sin hacer campañas y sin tener el respaldo directo de los votantes, muchos de ellos, ubicados en cargos privilegiados dentro del Poder Legislativo.
En el caso de Morena podríamos citar algunos prominentes senadores plurinominales, como Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación y exgobernador de Tabasco, quien coordina a los morenistas en la Cámara Alta. Y le acompañan Gerardo Fernández Noroña, presidente del senado y exprecandidato presidencial por el Partido del Trabajo. Además de Javier Coral Jurado, exgobernador panista de Chihuahua (2016-2021), así como Alejandro Murat Hinojosa, exgobernador priista de Oaxaca (2016-2022).
También hay casos muy emblemáticos de privilegiados entre los diputados federales de Morena, que llegaron por la vía Plurinominal: Pedro Miguel Hacer Barba, brazo derecha del coordinador de los legisladores morenistas Ricardo Monreal Ávila; Napoleón Gómez Urrutia, líder sindicar de los trabajadores de industria minera; Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los morenistas en el Palacio Legislativo de San Lázaro y presidente de la Junta de Coordinación Política; Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, exministra de la Suprema Corte y exsecretari de Gobernación.
Aparecen entre los diputados plurinominales de Morena el actor y bailarín Sergio Mayer Bretón; Sergio Carlos Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados y esposo de la legisladora del Partido del Trabajo, Diana Karina Barrera Samaniego, célebre por su sobrenombre de “Dato Protegido”; Alfonso Ramírez Cuéllar, hombre cercano al primer círculo de la presidenta Claudia Sheinbaum y Manuel Espino Barrientos, un expanistaque fue incluso presidente nacional del partido albiazul.
LAS JOYAS PANISTAS
En la fracción de senadores albiazules hay varias joyitas privilegiadas por su influencia en la cúpula de su institución partidista: Ricardo Anaya Cortés, excandidato presidencia 2018 y exdirigente nacional; Marko Cortés Mendoza, expresidente nacional del PAN y Mauricio Vila Dosal, exgobernador de Yucatán (2018-2024).
Entre los casos de los diputados pluriniominales panistas también hay privilegiados: Miguel Ángel Monraz Ibara, expresidente del PAN en Jalisco; Julen Rementería del Puerto, exsenador y exalcalde de Veracruz; Kenia López Rabadán, que ha saltado de caro en cargo entre el Senado de la República, la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y la Cámara de Diputados federal: así como Germán Martínez Cázarez, el dirigente nacional panista, quien se fugó temporalmente a Morena y regresó como hijo arrepentido para ocupar una curul plurinominal por el albiazul.
PRI, PVEM, PT
En el PRI hay dos personajes plurinominales emblemáticos: el actual senador de Lista Nacional Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI y exgobernador de Campeche, quien los tres años anteriores fue diputado federal plurinominal. Y Rubén Ignacio Moreira Valdez, quien actualmente cumple con su tercer periodo consecutivo como diputado federal plurinominal y coordina a los legisladores tricolores.
En el Partido Verde Ecologista de México es senador plurinominal Manuel Velasco Coello, exgobernador de Chiapas (2012-2018) y coordinador de la bancada de su partido en la Cámara Alta. En tanto que entre los diputados federales plurinominales del partido del tucán aparece Carlos Alberto Puente Salas, exdirigente nacional (2011-2020) de su partido y coordinador de los legisladores de su partido en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
En el caso de los senadores del Partido del Trabajo están como plurinominales Alberto Anaya Gutiérrez, presidente nacional de ese organismo político y Yeidckol Polevsky Gurwitz, ex dirigente nacional de Morena. Entre los diputados plurinominales del Partido del Trabajo llama la atención Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, quien abandonó las filas de Morena para asumirse como excandidato a la gubernatura de Coahuila por el PT. Mejía Berdeja fue subsecretario de seguridad federal en el gobierno de López Obrador.
TODOS CABEN EN MC
Entre los senadores plurinominales de Movimiento Ciudadano destacan dos mujeres que llegaron de otros partidos: María Alejandra Barrales Magdaleno, expresidenta nacional del PRD y Amalia Dolores García Medina, exgobernadora perredista de Zacatecas. La fracción naranja en el Senado de la República es coordinada por el senador plurinominal José Clemente Castañeda Hoeflich, ex dirigente nacional de MC y amigo cercanísimo del exgobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez.
Mientras que entre los diputados federales plurinominales de Movimiento Ciudadano aparecen en posiciones privilegiadas Gustavo Adolfo de Hoyos Walther, expresidente de loa Confederación Patronal de la República Mexicana; Hugo Manuel Luna Vázquez, exjefe de gabinete en el gobierno de Enrique Alfaro Ramírez en Jalisco; Dora Patricia Mercado Castro, quien fue también senadora Plurinominal por Movimiento Ciudadano 2018-2024 y candidata presidencial del Partido Alternativa Social Demócrata en el 2006. Igual es diputada plurinominal por MC Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, ex gobernadora priista de Yucatán (2007-2012) y Claudia Ruiz Massieu Salinas, expresidenta nacional del PRI y sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
LA POBRE OPOSICIÓN
La polémica por la distribución de las diputaciones plurinominales en agosto del 2024, que la oposición impugnó por considerar que habría una sobrerrepresentación de Morena en la Cámara de Diputados, hace obligado analizar la pertinencia de mantener vigente o eliminar de la vida política del país la figura de los legisladores de representación proporcional.
Hay una verdad irrefutable que desarma las argumentaciones de la oposición con respecto al respaldo popular que legitima la supremacía de Morena en el Poder Legislativo y del valor y las urgencias que para esas minorías representan los plurinominales: Si sólo hubiera senadores y diputados de Mayoría Relativa en el Congreso de la Unión, la presencia de Morena y sus aliados sería aplastante. Veamos dos ejemplos: en los comicios del pasado junio, Morena y sus aliados ganaron 60 de 64 senadurías de Mayoría Relativa, en 30 estados del país, para un porcentaje del 93.75 por ciento. De la misma manera, Morena y sus aliados ganaron 256 de 300 diputados de Mayoría Relativa en 30 de 31 estados del país, para un porcentaje del 85.33 por ciento.
LA PROPUESTA DE AMLO
Ahora que se analiza el diseño de la propuesta de la reforma electoral de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo es importante observar qué es lo que propuso en su iniciativa de reforma constitucional el expresidente Andrés Manuel López Obrador, presentada a la Cámara de Diputados el lunes 5 de febrero del 2024. El exmandatario propuso eliminar los 200 diputados federales de Representación Proporcional para que sólo sean electos 300 legisladores por el principio de Mayoría Relativa.
Del mismo modo, López Obrador propuso que para el Senado de la República sólo se elijan legisladores de Mayoría Relativa, dos por cada una de las 32 entidades del país, para un total de 64 legisladores que lleguen a la Cámara Alta con el respaldo del voto popular directo.
DIPUTADOS DE PARTIDO
¿Cómo y en qué momento surgió la Representación Proporcional en el Congreso de la Unión?
Ante la presión de importantes movimientos sociales, como el del magisterio (entre 1956 y 1958), el de los ferrocarrileros (entre 1958 y 1959), el de los médicos en demanda de mejores condiciones laborales (entre 1964 y 1965), así como el impacto social y la efervescencia que generó en toda Latinoamérica el triunfo de la revolución cubana (consolidada en su fase armada con el derrocamiento de Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959), el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964) se vio presionado para impulsar reformas electorales que permitieran ampliar la participación de la oposición.
La reforma al artículo 54 constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación el sábado 22 de junio de 1963, dispuso que todo partido político nacional que lograra el 2.5 por ciento de la votación total en el País, tendría derecho a que se le acreditaran 5 Diputados de Partido, y uno más, hasta 20 como máximo, por cada medio punto porcentual de votos adicional. La fórmula se aplicó a partir de los comicios federales de 1964.
En los siguientes diez años, la oposición logró 100 diputados de partido, diez por año en promedio, pero a los partidos de oposición les costaba trabajo hacer el porcentaje mínimo de votación. Ante esta situación, el presidente Luis Echeverría promovió las reformas constitucionales publicadas en el Diario Oficial de la Federación el lunes 14 de febrero de 1972 para disminuir el porcentaje de votación que se le exigía a los partidos de oposición como cuota mínima para poder acreditarse sus cinco primeros diputados de partido. El porcentaje bajó de 2.5%a 1.5%. Al mismo tiempo se aumentaron las diputaciones de partido que podía obtener un partido de oposición, al pasar de 20 a 25 curules.
LOS PRIMEROS PLURINOMINALES
La presencia de los diputados federales plurinominales se estableció con la reforma al artículo 52 constitucional publicada el 6 de diciembre de 1977, siendo Presidente José López Portillo y Pacheco y Secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles. A partir de entonces habría 300 diputados de Mayoría Relativa y 100 de Representación Proporcional.
Con la reforma del artículo 52 constitucional, del 15 de diciembre de 1986, siendo Presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado y secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz, se aumentó la Cámara de Diputados federal a 300 diputados de mayoría relativa y 200 de representación proporcional.
AUMENTAN EL SENADO
El 3 de septiembre de 1993, durante el gobierno del priista Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que dio origen a los senadores de representación proporcional. En los comicios del domingo 21 de agosto de 1994 fueron electos tres senadores de mayoría relativa y uno de la primera minoría por cada entidad federativa del país.
El jueves 22 de agosto de 1996, duante el gobierno del priista Ernesto Zedillo Ponce de León, el Diario Oficial de la Federación publicó una nueva reforma al artículo 56 constitucional en el que se establecía una nueva conformación de la Cámara de Senadores, que estaría integrada por 128 legisladores, de los cuales, en cada Estado y en la Ciudad de México, dos serían electos según el principio de votación de Mayoría Relativa y uno sería asignado a la primera minoría. Además todos los partidos deberían presentar una lista nacional de 32 aspirantes a senadores plurinominales, que se repartirían con base en el porcentaje de votación que cada partido lograra en la votación total de toda la República. Esta es la fórmula que se aplica actualmente.
LA PROPUESTA DE SHEINBAUM
La actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, ha expresado, inicialmente, que está de acuerdo con la idea de que desaparezcan los plurinominales para que sólo lleguen al Congreso de la Unión diputados y senadores de Mayoría Relativa y de Primera Minoría, es decir, aquellos que queden en segundo lugar en las votaciones de sus estados o distritos electorales. Lo que habría que definir es cuántos senadores y diputados de Primera Minoría podrían llegar a las dos cámaras.












