Hermosillo, 28 Nov. (Notimex).- Sonora registra 217 homicidios de mujeres de 2005 a la fecha, y ante la creciente violencia hacia las féminas, que llega hasta al asesinato, organizaciones civiles buscan tipificar el feminicidio en el Código Penal.
Silvia Núñez Esquer, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio capítulo Sonora, dijo que la entidad ocupa el séptimo lugar en el país en el número de feminicidios, y el Congreso del estado debe legislar para tipificar este delito.
En lo que va del año, en Sonora se han registrado 43 feminicidios, según información de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), mientras que el año pasado sumaron 48 y en 2009 se registraron 59.
Según los datos estadísticos, de 2005 a la fecha en Sonora se han presentado 217 homicidios de mujeres.
Núñez Esquer indicó que el feminicidio se mantiene como la primera causa de muerte intencional de mujeres y se presenta por celos y discusiones que se generan por desacuerdos con las decisiones de las féminas.
Asimismo, otros motivos del feminicidio son por negarse a continuar en la relación o terminar con la misma, aunque 49% de los casos se le priva de la vida a la mujer por motivos desconocidos.
Destacó que el feminicidio en adolescentes reporta un aumento en la entidad, pues mientras que el año pasado 14.5% de las víctimas fueron de ese rango de edad, este 2011 del total de casos, 21.74% corresponden a ese grupo.
Precisó que el rango de edad en el que se han presentado más casos de mujeres asesinadas en Sonora en 2011 es de 21 a 30 años de edad, con 13 casos, mientras que de 11 a 20 años se han registrado 11, y entre 31 y 40 años se reportan siete homicidios.
“Eso es de tomarse en cuenta por las autoridades, pues nos da tema para indagar las causas por la que las jovencitas están siendo blanco de los feminicidas”, externó.
Además, abundó, otro dato que debe llamar la atención es que sus victimarios en muchas ocasiones son hombres con los que mantienen o han mantenido alguna relación sentimental y les doblan la edad.
Eso indica, asimismo, una nueva forma de relacionarse afectivamente con personas con las que se encuentran en desigualdad de poder y de muchos otros aspectos, puntualizó.
Por su parte, el Congreso del Estado, a través de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, analiza la iniciativa que presentó la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), María Dolores Montaño Maldonado.
La iniciativa es un proyecto de decreto que reforma y adiciona disposiciones de los códigos Penal y de Procedimientos Penales del Estado de Sonora para tipificar el feminicidio.
La legisladora consideró que se adecuará el marco normativo de la entidad con lo que establece la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual considera que es un acto de justicia para las víctimas y sus familias.
“El homicidio de mujeres debe ser abordado de manera inmediata y cumplir con el ordenamiento jurídico y los compromisos internacionales que nuestro país ha adquirido”, subrayó.
Consideró que la modificación a los códigos Penal y de Procedimientos Penales será un instrumento garante para miles de mujeres de la entidad que se encuentran en peligro al vivir una situación de violencia.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio capítulo Sonora indicó que han tipificado el feminicidio como delito autónomo en el Código Penal los estados de Chiapas, Colima, Veracruz, Distrito Federal, Morelos, Tamaulipas, Guanajuato y Estado de México.
Núñez Esquer planteó que el organismo propuso cambios en la redacción de la iniciativa en análisis en el Congreso para establecer que comete el delito de feminicidio la persona que por razones de género prive de la vida a una mujer.
El delito se cometería, precisó, en diversas circunstancias, entre las que destacan cuando haya existido violación, tortura o tratos crueles o degradantes; cuando exista o haya existido una relación de afecto entre la víctima y el agresor.
Asimismo, cuando haya una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato, noviazgo o cualquier otra relación de hecho y además cuando consten antecedentes de amenazas, acoso o lesiones, entre otros.
