Hoy se celebra la entrega de premios a lo mejor del cine. Entre los nominados, siempre hay una lista de personajes que –aunque su trabajo ha sido reconocido en numerosas ocasiones– no han podido llevarse el codiciado Oscar.
Un poco más cerca
Leonardo DiCaprio

Para algunos especialistas, Leo tiene todo en las manos para conseguir el Oscar, sin embargo su competencia directa, Matthew McConaughey, lo aventajó al recibir el Globo de Oro como Mejor Actor por su participación en Dallas Buyers Club.
"Leo es la mayor estrella de cine del mundo, ofreciendo la mejor actuación de su carrera, en la película más comentada del año. Eso suena a Oscar", comentó Tom O'Neil, experto de la página de predicciones Gold Derby. Pero para el critico Joey Berlin es exagerado: "Muchas leyendas del cine jamás se llevaron un Oscar”.
Con una carrera profesional de más de 30 películas en las que ha competido en cuatro ocasiones por la estatuilla, entre las que se encuentran El aviador y Diamantes de sangre, DiCaprio podría romper con el mito y al fin llevársela o seguir como un eterno nominado.
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Nada personal
Glenn Close

Close se lleva la corona de la mayor perdedora. Su primera nominación fue en 1983 por The world according to Garp, al siguiente año fue por The big chill y en 1985 por The Natural. En 1988 también compitió por la estatuilla gracias a su rol en Atracción Fatal y el año siguiente por Relaciones peligrosas.
Para los amantes del cine, Glenn debió recibir el premio de la Academia por Atracción fatal. “Close nos regaló una súper actuación interpretando a Alex Forest. Nos llegó a asustar con su participación y logró representar muy bien lo cerca que está el odio del amor”, comentan críticos.
Su más cercana competidora parece ser Meryl Streep con quien se ha disputado el premio varias veces. Lo bueno que Glenn no se lo toma a mal e, incluso, bromea con ello. “A menudo me confunden con Meryl Streep, aunque nunca en la noche de los Oscar”, dijo en alguna ocasión.
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Por la corona
Albert Finney

Aunque el británico tiene muchos premios, entre ellos tres Globos de Oro, el Oscar ha sido su gran cruz en su carrera profesional. Tuvo grandes actuaciones en Asesinato en el Orient Express (1974), La sombra de un actor (1983) y Bajo el volcán (1984). Tiene una larga y talentosa trayectoria, pero no la estatuilla dorada.
Sus fans han aceptado sus derrotas, pero no le perdonan a la Academia no haberlo nominado por su papel en la cinta Muerte entre las flores (1990), de los hermanos Coen, en la que hace el papel de un capo de la mafia, dueño de media ciudad que maneja a su antojo a las autoridades locales.
Finney es reconocido como uno de los actores camaleónicos mejor desarrollados, pasó de un estilo shakespeariano a ícono del Free Cinema británico y a actor secundario de lujo en Hollywood, que lo convirtió en un gran histriónico, pero aún no merecedor del Oscar.
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La espera ha sido larga
Julianne Moore

El romance de Julianne con la Academia ha sido corto pero fructífero, en seis años consiguió cuatro nominaciones. Su oportunidad más grande de ganarse un Oscar llegó en 2003, cuando se convirtió en una de las pocas actrices en ser doblemente candidata en una misma ceremonia.
Consiguió la nominación como Mejor Actriz por Far From Heaven y Mejor Actriz de Reparto por The Hours. Muchos esperaban que, como había ocurrido en otras ocasiones, la actriz terminara ganando una de las dos categorías, pero no ocurrió así y Moore se fue a casa con las manos vacías.
Julianne se prepara para estrenar un drama lésbico –no sería la primera vez que los hace–, con la recién salida del clóset Ellen Page. El filme se titula Freehled y se centra en la vida de una detective que, cuando le detectan una enfermedad terminal, le niegan dar pensión a su pareja mujer.




