
Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).- El aprendizaje requiere tanto de flexibilidad mental ("plasticidad") como de estabilidad. Un nuevo estudio ahora reveló que en el aprendizaje de una tarea visual, las personas mayores exhiben un sorprendente grado de plasticidad. No obstante, presentan problemas filtrando la información irrelevante, lo que sugiere que su aprendizaje no es tan estable como para ser considerado "ideal".
Los hallazgos podrían ayudar a aclarar la naturaleza de la disminución cognitiva que vienen con la edad. A pesar de todo, al menos para el aprendizaje perceptivo visual, queda ahora claro que los cerebros más viejos permanecen "plásticos" o modificables, aunque esto puede sacrificar la estabilidad o retención a largo plazo de la información y eso se debe a una disminución en la capacidad para suprimir la información que no es pertinente a la tarea en cuestión, según el estudio.
En la investigación, publicada en la revista Current Biology, los ancianos fueron tan buenos en una tarea de aprendizaje visual como las personas más jóvenes. De hecho, las personas mayores resultaron ser mejores al ver algunos patrones obvios aunque aparentemente irrelevantes.
Takeo Watanabe, neurocientífico de la Universidad de Brown y sus colegas investigadores de la Universidad de California Riverside y de la Universidad Nacional Yang-Ming en Taiwan han estado explorando la forma en la que las personas mayores aprenden. El estudio mostró que los cambios relacionados con el aprendizaje en una parte del cerebro de las personas mayores que participaron predominó en la materia blanca, mientras que la actividad de la materia gris fue la que cambió entre los jóvenes.
El experimento consistió en analizar a 10 jóvenes y 10 personas mayores que miraron diapositivas con seis letras y dos números en contra de un fondo de puntos en movimiento, y posteriormente se les preguntó qué números vieron.

Sin embargo, fue la percepción de los puntos lo que se estaba probando. Los investigadores juguetearon con cuántos de esos puntos errantes eran trasladados de manera "coherente" de cuadro a cuadro. Así, algunas proporciones resultaron tan pequeñas que se encontraban por debajo del umbral de detección consciente, mientras que otros eran demasiado obvios como para ignorarlos. Sin embargo, resultó que estos patrones demasiado obvios fueron ignoradas, aunque sólo entre los jóvenes, publicó Los Ángeles Times.
Por su parte, los participantes mayores señalaron los puntos incluso cuando no pensaron que la información sería importante. Ese hábito podría ser útil en algunos casos, pero una distracción en otros, los investigadores dijeron.
"Nuestra capacidad cerebral es limitada", dijo el y coautor del estudio, Takeo Watanabe. "Si aprendes cosas más innecesarias, entonces se corre el riesgo de sustituir la información importante existente en el cerebro con algo trivial."
De acuerdo con un comunicado de prensa publicado por Science Dialy, otras pruebas similares revelaron que mientras mayor cantidad de información irrelevante había, menos capaz era la gente mayor para filtrar.
Esto podría explicar por qué las nuevas tareas, especialmente aquellas que vienen con gran cantidad de distractores implícitos como internet, podrían resultar más difíciles para las personas mayores. Sin embargo, Watanabe tiene esperanza de que algún tipo de formación podría enseñar a la gente a ignorar lo innecesario. Aunque, a juzgar por los altos niveles de procrastinación existentes en la mayoría de los ámbitos en la actualidad, esta habilidad probablemente sería útil para personas de todas las edades.




