
Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).- Más allá de la obvia labor de vigilancia y entrometerse en los asuntos de muchos en secreto, las agencias de inteligencia, espías, agentes secretos y analistas agrupados tras acrónimos mundialmente conocidos de tres letras, existen en parte para responder a una pregunta difícil que se remonta a la antigüedad: ¿Es posible predecir el futuro? Y, si es así, ¿cómo hacer para predecirlo? Pues bien, mientras que los poderes de precognición siguen siendo, en teoría imposibles, lo que si puede volverse realidad es predecir tendencias y comportamientos. Así, un nuevo estudio reveló que los equipos funcionan mejor que los individuos en cuanto a análisis de inteligencia y predicción de acontecimientos mundiales cruciales se refiere.
Con esto se concluye que la predicción es una habilidad, pero se necesita un ambiente especial para desarrollarla, de manera que las personas pueden llegar a ser entrenadas para ser pronosticadores eficaces incluso sin acceso a archivos clasificados, publicó la revista Journal of Experimental Psychology.
Para entender cómo funciona la predicción, los investigadores querían ver si ciertos comportamientos, tales como hacer un montón de predicciones, tomar tiempo para considerar una pregunta antes de contestarla, o simplemente tener un conocimiento práctico de la política de la región en cuestión, afecta la precisión de un pronosticador .
Así mismo, los hallazgos del estudio cuestionaron algunas prácticas comunes de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, donde los analistas profesionales suelen especializarse en un tema o región y envían informes a lo largo de una cadena de mando, publicó Business Standar.

De esta manera, en lo que los autores llaman el primer estudio científico de su tipo, los investigadores identificaron las características comunes que mejoraron las predicciones de los participantes en un torneo de previsión geopolítica de aficionados.
Para el experimento, los participantes compitieron en dos torneos de nueve meses de duración. Las preguntas para el torneo fueron seleccionadas por Proyectos de Investigación Avanzados de Actividad de Inteligencia (IARPA, por sus siglas en inglés). Durante los dos años que se llevó a acabo el torneo, se les hizo a los predictores un total de 199 preguntas, que "cubrían temas desde si Corea del Norte podría probar un dispositivo nuclear entre el 9 de enero de 2012 y el 1 de abril del 2012, si Moody sería rebajar la calificación de la deuda soberana de Grecia entre el 3 de octubre de 2011 y el 30 de noviembre de 2011."
Los participantes tuvieron que responder por lo menos 25 de las preguntas. De igual manera, la gran mayoría de las preguntas tenía sólo dos resultados posibles, como si un determinado líder mundial asediado permanecería en el poder después de una fecha determinada. Otras preguntas que se les hizo a los predictores fue elegir una de entre múltiples opciones para un posible evento futuro. Los participantes respondieron las preguntas en línea.
En el primer año, los participantes fueron divididos en nueve posibles configuraciones de formación previa y colaboración en grupo. Después del primer año, los investigadores se dieron cuenta de que la formación probabilística y de razonamiento fue la formación previa más importante, por lo que se estrecharon las agrupaciones pronosticadoras en tan sólo cuatro categorías: equipos con formación probabilístico-razonamiento, personas con formación probabilístico-razonamiento, equipos sin ella e individuos sin ella.
Después de dos torneos, los investigadores tomaron las respuestas de las personas que participaron en las dos rondas, y quienes respondieron a un mínimo de 30 preguntas. De este grupo final de 743 participantes, los investigadores buscaron rasgos y ambientes en común con los pronosticadores más exactos.

Se encontró así que los mejores pronosticadores puntuaron más alto tanto en inteligencia como en conocimiento político que el grupo, ya de por sí muy por encima de la media de los predictores. Los mejores pronosticadores tenían estilos cognitivos de mentalidad más abierta. Así mismo, se beneficiaron de mejores ambientes de trabajo con formación en probabilidad y equipos de colaboración. Y al hacer predicciones, pasaban más tiempo deliberando y actualización de sus estimaciones, dio a conocer Popular Science.
Al analizar el tipo de ambiente que propicia una mejor predicción, los investigadores esperan llevar a la comunidad de inteligencia lejos de pensamientos del tipo de "evitar el último error". De igual manera, destacaron especialmente dos grandes fallas en la inteligencia estadounidenses y las pobres respuestas hechas por la comunidad de inteligencia.
Mientras tanto, los investigadores sugieren que más torneos podrían ser la clave para escapar del ciclo de errores, al ayudar a los pronosticadores a monitorear su precisión a largo plazo, en lugar de sólo las fallas más recientes.
Ahora, con el conocimiento de lo que hace un mejor ambiente de previsión, las agencias de inteligencia podrían alentar este comportamiento, por lo que adivinar el futuro se convierte cada vez más en una ciencia practicada, en lugar de un arte al azar.




