Pekín, 2 May (Notimex).- El disidente Chen Guangcheng reapareció hoy en público en el Hospital Chaoyang de Pekín tras abandonar la embajada de Estados Unidos, en un caso que amenaza con desencadenar una crisis entre las dos potencias.
Vestido con camisa blanca y sus características gafas de sol, Chen apareció sentado en una silla de ruedas en los ventanales de la novena planta del hospital, mientras era transportado por una enfermera.
El abogado ciego, acompañado de su esposa Yuan Weichung, “ingresó en el centro hospitalario a las 15:30 horas locales (08:00 GMT) para ser sometido a una revisión estomacal”, según informó un funcionario del servicio de registro de ingresos al centro hospitalario.
Medio centenar de periodistas extranjeros se congregaron a las puertas de la zona donde Chen estaba siendo examinado, antes que guardias de seguridad, primero, y luego la policía procediera con empujones y amenazas a la expulsión de los reporteros del centro.
Chen abandonó este miércoles la embajada de Estados Unidos, donde estuvo refugiado los últimos seis días tras escapar a la detención residencia extrajudicial impuesta por las autoridades locales de la provincia de Shandong a la que era sometido desde septiembre de 2010.
El abogado, de 40 años, llegó al centro hospitalario acompañado por el embajador estadunidense Gary Locke, quien intercedió para que Chen lograra comunicarse por teléfono con la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, quien se encuentra en Pekín.
“Me gustaría besarla”, dijo por teléfono Chen a la secretaria, en declaraciones retomadas por el diario The Washington Post, el único medio de comunicación que pudo hablar con el activista.
Célebre por su defensa de las madres que sufrieron las agresivas políticas del hijo único aplicadas por las autoridades de Shandong, que impusieron por la fuerza esterilizaciones y abortos hasta de ocho meses de embarazo, el caso de Chen amenaza con abrir una crisis diplomática.
Pekín critica que Washington haya aceptado a un ciudadano chino en su embajada en esta capital y exigió una disculpa por parte de Estados Unidos por lo que considera una “injerencia en sus asuntos internos”.
“China pide a Estados Unidos una disculpa por la entrada de un ciudadano chino en la embajada de Estados Unidos en Pekín”, según una breve nota publicada por Xinhua y cuya fuente es el portavoz de la cancillería Liu Weimin.
“Lo que Estados Unidos hizo es interferir en los asuntos domésticos de China, y la parte china jamás lo aceptará”, agregó la fuente, que criticó la embajada en Pekín incumpliera “leyes chinas e internacionales” en este asunto.
Oficiales estadunidenses indicaron que casos como éste “no se volverán a producir”.
Explicaron que, tras arduas negociaciones con Pekín, China ha aceptado velar por la seguridad de Chen y permitirle, como pedía, seguir en el país de forma segura y reunido con su familia, por lo que la hipótesis de su asilo político en Estados Unidos queda descartada.
El “caso Chen” ha provocado gran tensión entre los dos países, en especial porque se produce la víspera de que China y Estados Unidos celebren su cuarto Diálogo Estratégico y Económico en Pekín, donde Clinton llegó este día.
En un comunicado, Clinton dijo que Estados Unidos “seguirá comprometido con Chen y su familia en los próximos días, semanas y años”, y aclaró que su salida de la embajada “reflejó su voluntad”.
Chen, condenado en 2006 pasado a 51 meses de prisión por alterar el orden público, se había convertido en una de las figuras más incómodas para Pekín luego que el pasado 22 de abril escapó de los guardias que vigilaban su casa en el pueblo de Dongshigu.




