
Ayda Levy, viuda de Roberto Suárez, de quien se separó al enterarse de que el acaudalado empresario, descendiente del imperio del caucho, estaba involucrado en el narcotráfico, narra en estas páginas sus vivencias y las revelaciones que el productor de la droga más pura del mundo compartió con ella. La memoria implacable de la autora va desvelando, entre otras, la financiación de golpes de estado, el involucramiento de Klaus Barbie, “el Carnicero de Lyon”, la implicación directa del “Banquero de Dios”, Roberto Calvi, la negociación de las rutas con el general Manuel Antonio Noriega y con el gobierno cubano, y el plan acordado con el coronel Oliver North para financiar a la contra nicaragüense con el producto de la venta de cocaína en Estados Unidos.
Llamado también “el Robin Hood de Bolivia” por la revista Time y fuente de inspiración para un personaje clave de la película Scarface, Suárez intentó pagar la deuda externa boliviana al tiempo que era uno de los hombres más buscados por la DEA en el mundo. Desengañado, decidió entregarse a las autoridades y, tras cumplir una breve condena, murió en libertad. Nunca se había escrito un testimonio como el de Ayda Levy, quien revela en este libro una pieza fundamental del rompecabezas del narcotráfico que jamás había sido contada.
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“Roberto fue un verdadero idealista. Creía ciegamente en la justicia social, en la erradicación de la pobreza y en el ser humano. Se inmiscuyó en el vil negocio del narco siendo rico, sin necesidad, para ayudar a su pueblo”, afirmó Levy en la presentación de este libro en Buenos Aires.
“Yo lo amé, lo respeté, y cuando descubrí su participación en la actividad del narcotráfico, lo dejé”, agregó. Pese a la separación, la pareja se mantuvo en contacto y Ayda fue registrando cada relato de su esposo, fechas, nombres y documentos, según dio cuenta la agencia EFE.





