Surfistas versus tiburones; gobierno australiano se divide entre dañar al ecosistema o abandonar el turismo

29/01/2014 - 1:00 am

El inicio de los sacrificios de tiburones en Australia tiene el fin de proteger a los nadadores, pero expertos advierten que hay otras alternativas. Foto: EFE
El inicio de los sacrificios de tiburones en Australia tiene el fin de proteger a los nadadores, pero expertos advierten que hay otras alternativas. Foto: EFE

Ciudad de México, 29 de enero (SinEmbargo).- El pasado fin de semana el gobierno de Australia Occidental mató a su primer tiburón como parte de un programa de sacrificio que tiene como finalidad reducir la población de estos animales y beneficiar el turismo en esta región del planeta. Sin embargo, desde su anuncio, la medida no ha estado exenta de polémica, y sobre todo ha generado una airada reacción por parte de diversos grupos de activistas.

Es así que la iniciativa que será ejecutado durante los próximos días busca, en teoría, proteger la vida de los nadadores. No obstante, expertos aseguran que la estrategia afectará al ecosistema de esta parte del mundo. De esta manera, el plan consiste en contratar a pescadores profesionales para hacer pesca de palangre, capturar y sacrificar a todo tiburón que tenga más de tres metros de longitud.

El gobierno afirma que el único objetivo de la operación es proteger al público y a la industria del turismo de los ataques de tiburones, ya que en los últimos dos años ocurrieron siete ataques fatales en la región, siendo el más reciente en noviembre del año pasado, cuando el surfista Chris Boyd murió al ser atacado en las playas de la ciudad de Perth, al oeste de Australia, publicó el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle.

“Yo sé que la mayoría de los australianos occidentales que ama ir al mar –clavadistas, surfistas, nadadores y familias– quiere mayor protección contra tiburones”, dijo Colin Barnett, primer ministro de Australia Occidental. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta medida.

“Estas medidas definitivamente evitarán que los ataques sucedan”, dijo el surfista Paul de Gelder. “Pero el tiburón blanco está en peligro de extinción. Y el primer ministro ha decidido sacrificar a tantos como pueda. No tiene sentido”, agregó.

El turismo en las playas australianas se sustenta principalmente en el surf, un beneficio al que las autoridades no piensan renunciar. Foto: EFE
El turismo en las playas australianas se sustenta principalmente en el surf, un beneficio al que las autoridades no piensan renunciar. Foto: EFE

Para de Gelder, la resolución no parece tener sentido, y su opinión en medio de todo el ambiente de oposición resulta destacada, sobre todo si se toma en cuenta que perdió una mano y una pierna en un ataque de tiburón hace cinco años. Sin embargo, no todos sus colegas de profesión comparten su opinión e incluso apoyan la resolución del gobierno australiano.

Tal es el caso del experto en surf de la ciudad de Perth, Gary McCormick, quien asegura que el incremento en la población de ballenas y focas ha atraído grandes grupos de tiburones blancos a las orillas del mar.“Este no es un problema aislado. Vamos a seguir perdiendo surfistas y nuestro estado va a adquirir la reputación de mal lugar para surfear”, dijo.

Mientras tanto, a raíz de que se dio a conocer esta operación, miles de personas se reunieron para protestar contra la operación en la playa de la ciudad de Perth, poniendo en evidencia los riesgos que trae el sacrificar a especies vulnerables como el tiburón blanco, así como los métodos de pesca para matarlos.

“Los tiburones blancos no se reproducen hasta haber cumplido los diez años de edad, y cuando finalmente lo hacen sólo tienen un par de crías. Entonces, el hecho de que sean eliminados podría afectar la población de tiburones blancos en general”, dijo al respecto William Robbins, biólogo y experto en fauna marina.

Por su parte, la pesca de palangre consiste en un cordel largo y grueso del cual penden ramales con anzuelos en sus extremos. Mientras tanto, las redes serán colocadas a un metro de distancia de la orilla de cada playa considerada peligrosa y permanecerán ahí hasta el 30 de abril de este año.

Mientras tanto, otros buscan otras alternativas, como Robbins quien hace mención a un método que es exitosamente utilizado en Brasil para los mismos propósitos, el cual consiste en simplemente capturar a los escualos y soltarlos mar adentro, lo que ha reducido los ataques en un 97% en la nación amazónica.

Ramiro Rivera

Lo dice el reportero