Controlar el dolor con ayuda de luz; científicos emplean técnica optogenética para bloquear achaques crónicos

01/03/2014 - 1:00 am

La capacidad de modificar la sensibilidad al dolor se basa en el uso de proteínas sensibles a la luz. Foto: Stanford University
La capacidad de modificar la sensibilidad al dolor se basa en el uso de proteínas sensibles a la luz. Foto: Stanford University

Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).– El dolor es parte inevitable de la vida y, una vez que el ser humano llega a cierta edad, puede convertirse en una presencia permanente. Ahora, científicos en Estados Unidos publicaron los resultados de una investigación en la que describen la manera en la que los impactos de luz pueden provocar o incluso bloquear el dolor, ya sea normal o crónico o patológico, provocado por daños en el sistema nervioso.

Es así que un grupo de investigadores del Stanford Bio-X, del departamento de la Universidad de Stanford para descubrimientos importantes sobre el cuerpo humano y enfermedades, han modificado ratones con terapia génica de manera que su sensibilidad al dolor puede ser alterado alumbrando sus patas.

La aplicación de la técnica de neuromodulación llamada optogenética comienza con la inserción de las proteínas sensibles a la luz llamadas opsinas en los nervios de los ratones. Luego, los investigadores mostraron que que la exposición a un color de luz puede aumentar la sensibilidad al dolor en los ratones, mientras que otra la reduce, publicó la revista Nature Biotechnology.

La investigación está ayudando a desarrollar una mejor comprensión de lo que es el dolor y las razones por las qué se produce. También se espera que proporcione algunas pistas sobre por qué algunas personas sienten dolor con mayor o menor intensidad que otros y, en última instancia, el grado en el que la luz podría ser capaz de tratar el dolor en los seres humanos, en particular aquellos que viven con condiciones de dolor crónicas y debilitantes.

"Este enfoque de gran alcance tiene un gran potencial para ayudar a los millones de personas que sufren el dolor de daño nervioso", dijo Linda Porter, del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. "Ahora, con un simple accionamiento de un interruptor, los científicos pueden ser capaces de probar rápidamente nuevos medicamentos para aliviar el dolor y, un día, los médicos podrán ser capaces de utilizar la luz para aliviar el dolor", agregó.

Los investigadores demostraron que la exposición a determinados colores de luz puede aumentar o disminuir la sensibilidad al dolor en ratones modificados genéticamente. Foto: EFE
Los investigadores demostraron que la exposición a determinados colores de luz puede aumentar o disminuir la sensibilidad al dolor en ratones modificados genéticamente. Foto: EFE

En un inicio el objetivo era investigar el impacto de la luz sobre los movimientos musculares, pero un investigador modificó accidentalmente las neuronas responsables del dolor, en lugar de las que controlan los movimientos.

En unas semanas los investigadores notaron que no sólo los músculos, sino también las neuronas responsables del dolor, se volvieron sensibles a la luz. Eventualmente comprobaron que la luz recibida por los roedores de forma transdérmica, inhibía la percepción del dolor agudo.

Por otra parte, una investigación más a fondo demostró que distintos tipos de luces generaban impactos diferentes en los ratones. De esta manera, mientras la luz amarilla y brillante mitigaba el dolor, otros matices de la misma lo causaban e intensificaban.

Sin duda, este descubrimiento podría ser crucial para los estudios del dolor, salvo por el detalle de que los nervios tienen que ser modificados genéticamente para reaccionar a la luz.

La optogenética se desarrolló como un medio de activación de regiones precisas del cerebro para entender mejor sus funciones. Durante una investigación anterior, en la que la optogenética estaba siendo utilizada para controlar los nervios que estimulan los músculos, se encontró que en ocasiones las opsinas se colocaban accidentalmente en los nervios que señalan el dolor, lo que finalmente desencadenó la investigación sobre el control de la sensibilidad al dolor.

Ramiro Rivera

Lo dice el reportero