
Ciudad de México, 2 de marzo (SinEmbargo).- Múltiples estudios han abordado los riesgos que puede traer el consumo excesivo de carne. Sin embargo, hasta ahora, todos se enfocaban en la ingesta y ninguno con el hecho de prepararla. No obstante, un trabajo recientemente publicado por investigadores de Estados Unidos revela que cocinar productos cárnicos podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia.
De acuerdo con investigadores de la Escuela Médica Icahn, del Hospital Monte Sinaí en Nueva York, al cocinar la carne, ya sea en un horno, parrilla o sartén, se liberan químicos que podrían aumentar el riesgo de desarrollar demencia. Es así que mediante el proceso de cocción, se forman productos de glicación avanzada (PGA, por sus siglas en ingles), los cuales pueden interferir con la química en el cerebro, desencadenando enfermedades como el Alzheimer.
Según publicó la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, los PGA se forman cuando las grasas y proteínas interactúan con azúcares, un proceso también conocido como reacción de Maillard.
Por su parte, estos productos de glicación avanzada se se encuentran normalmente en el cuerpo humano a niveles bajos. No obstante, los productos cárnicos recocidos o ahumados como la carne a la parrilla contienen niveles más altos de la industria química, dijeron los investigadores, quienes además estudiaron los efectos de los PGA tanto en ratones como en personas y encontraron una relación entre las dietas altas en PGA y la demencia.

De esta manera, mientras que los PGA se habían asociado previamente a enfermedades como la diabetes tipo II, la nueva investigación de estos especialistas demostró que también pueden provocar la pérdida de la función cerebral.
"La demencia asociada con la edad o la enfermedad de Alzheimer es actualmente la epidemia en nuestra sociedad y está estrechamente relacionada con la diabetes. Nuestros estudios en animales y seres humanos confirman que los alimentos ricos en AGE son una realidad impulsada por un estilo de vida con importantes implicaciones para la salud", dijo la doctora Helen Vlassara, profesora y directora de la división de Diabetes Experimental y Envejecimiento en el Departamento Brookdale de Geriatría en el Hospital Monte Sinaí.
Para comprobar lo anterior, los científicos realizaron un experimento en el que administraron una dieta con diferentes niveles de PGA a un grupo de ratones y observaron que, poco después, aquellos que consumieron los alimentos con niveles más altos presentaban problemas completando pruebas cognitivas y físicas.
Al mismo tiempo, también se analizó a un grupo de personas mayores de 60 años de edad y se encontró una relación entre el declive mental y altos niveles de PGA en la sangre. Por otra parte, se cree que éstos ocasionan una acumulación de la proteína defectuosa beta amiloide en el cerebro.
Los investigadores concluyen que una dieta baja en productos de glicación avanzada podría proporcionar una estrategia de tratamiento eficaz para estas enfermedades. Sin embargo, debido a que aún no se ha encontrado una cura para el Alzheimer y otras formas de demencia, es importante realizar esfuerzos como éste para prevenirlas.




