
Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).- El cielo, en particular todo aquello que se encuentra más allá de la atmósfera terrestre, despierta un especial interés desde que la humanidad tiene memoria. Sin embargo, hasta ahora, observar más allá de lo que nuestros ojos pueden apreciar en el firmamento nocturno requiere de poderosos aparatos que no se encuentran al alcance de todos. No obstante, también existen otros fenómenos estelares menos perceptibles para los cuales la tecnología de uso cotidiano puede ser de gran ayuda.
Si se pudiera contar con tu teléfono inteligente para convertirse en parte de un telescopio de tamaño de la Tierra en busca de la fuente de los rayos cósmicos, ¿lo harías? Antes de responder, investigadores de la Universidad de California que están esperando un sí como respuesta ya desarrollaron una aplicación que aprovechará el poder de un millón de cámaras de teléfonos inteligentes para responder a una de las grandes preguntas acerca de nuestro universo.
¿Qué es exactamente un rayo cósmico? Básicamente se trata de partículas de alta energía de procedencia lejana, tan lejos que chocan en nuestra atmósfera en eventos llamados "duchas de aire." ¿Qué tan comunes son? Bueno, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) dice que "un [Muon] por segundo pasa a través de un volumen del tamaño de la cabeza de una persona", publicó el sitio Gizmodo.
El problema aquí es que las "duchas de aire" son difíciles de detectar ya que son al azar y masivas. De hecho, la humanidad ha estado tratando de averiguar de dónde vienen desde hace casi un siglo. A principios del siglo XX, un científico llamado Theodor Wulf plantó la semilla empírica que se convertiría en la idea de los rayos cósmicos, mostrando cómo el aire en la punta de la Torre Eiffel contenía más radiación que el aire en la parte inferior. Unos años más tarde, el físico Victor Hess confirmó los hallazgos de Wulf en un globo de hidrógeno y nació la definición de los rayos cósmicos.

Sin embargo, a pesar de que las teorías se han multiplicado desde entonces, ha sido difícil de demostrar gran cosa sobre los cósmicos rayos. Esto se debe principalmente a que nuestros métodos de detección son escasos. Es en este punto en el que la aplicación llamada Rayos Cósmicos Encontrados en Smartphones (CRAYFIS, por sus siglas en inglés) hace su aparición.
La aplicación fue diseñada por un equipo de físicos de la Universidad de California en Irvine (UCI), que quieren construir una base de usuarios de un millón de teléfonos inteligentes para crear un detector de rayos cósmicos. En esencia, un telescopio que sea tan grande como el planeta mismo.
La aplicación funciona gracias a las cámaras de teléfonos como el S5 Galaxy y el iPhone 6, en particular debido a la tecnología que detecta la luz visible y la convierte en algo que se puede verse en la pantalla. De acuerdo con la UCI, también con esto se pueden detectar partículas de alta energía. Por su parte, la aplicación es básicamente una pieza de software que graba cuando la cámara detecta estas partículas y, a continuación, registra el nivel, la ubicación y el tiempo de la "ducha".
La función se ejecuta automáticamente y de manera imperceptible cuando el teléfono se está cargando, por lo que no consume mucha batería, y sólo subirá capturas correspondientes al servidor de la UC cuando se está conectado a Wi-Fi. En cuanto a la privacidad, los datos que la aplicación sube son capaz de detectar la diferencia entre los datos de las duchad y las fotos reales, por lo que (en teoría) nunca van a subir imágenes reales.
Mientras tanto, el equipo de la universidad dice que han pasado más de un año en la versión beta de la aplicación, todo porque para alcanzar el número de usuarios que necesitan para que su telescopio funcione la aplicación debe ser lo más invisible y conveniente como sea posible, de ahí el énfasis en la vida de la batería, los datos y la privacidad.




