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Jesús Robles Maloof

25/03/2015 - 12:00 am

El Plan Frontera Sur

El Programa Frontera Sur tiene (como) propósito: Proteger y salvaguardar los derechos humanos de los migrantes que ingresan y transitan por México. Enrique Peña Nieto 7 de julio de 2014

El Programa Frontera Sur tiene (como) propósito: Proteger y salvaguardar

los derechos humanos de los migrantes que ingresan y transitan por México.

Enrique Peña Nieto

7 de julio de 2014

 

“Dejen a ese pendejo”

Agentes del INAMI, Tabasco.

6 de marzo de 2015

“Uno de sus compañeros que había conocido en el camino, se tiró al río donde comenzó a ahogarse, este inmediatamente pidió auxilio gritando… otro compañero intentó salvarlo, pero al ver que también el corría peligro, salió del agua. Todo esto pasó estando presentes los agentes de migración… que expresaron: “dejen a ese pendejo”. Finalmente el joven de aproximadamente 20 años murió ahogado”.

Este es el testimonio de un migrante ante defensores de derechos humanos de la “La 72” Hogar Refugio para Personas Migrantes en Tenosique Tabasco. El hecho sucedió en los alrededores de la “Estación Chacamax” cercana en Chiapas.

Una familia más de Centroamérica, de miles y miles que han perdido a sus seres queridos en México, enfrentará con dolor el resto de sus días. Veinte años de vida de un joven terminaron en aquel pantano. Conocemos muy poco de quien murió el 6 de marzo de este año pero al reconstruir sus últimos minutos, los invito a hacer el intento de comprender porque sucede esto. Hay tres conductas humanas que se desprenden de estos hechos.

La primera conducta es huir de la violencia y defender la propia vida. Escapar de los agentes de migración es solo la consecuencia de la decisión tan difícil que toman miles de personas al abandonar su comunidades, igualmente llenas de violencia y de pobreza estructuralmente decidida por los modelos extractivos que devastan la región, pobreza que igual mata. El correr hacia el pantano es una apuesta arriesgada pero cotidiana para quienes han optado por la vida y no por el confinamiento y deportación.

La segunda conducta es la de arriesgar la vida para intentar salvar la de tú prójimo. A pesar de haber conocido a su compañero de viaje tan solo unos días antes, sus compañeros pidieron auxilio e incluso uno puso en riesgo su propia vida por intentar salvar la de su efímero amigo. Conmueve saber que aún muerto, sus compañeros se negaron a dejarlo solo, sin importar haber pasado más de 10 horas bajo el calor de la selva.

Tercera conducta. La de los agentes del INM pertenecientes a la delegación de Tenosique y de los miembros de la Policía Federal, que a pesar de estar obligados a salvar una vida en riesgo, ni el peso de decenas de leyes que les obligaban a actuar, ni los años de entrenamiento, ni los miles de recursos de nuestros impuestos invertidos en ellos, provocaron que abandonaran su actitud de sádicos espectadores.

La muerte del joven y el “dejen a ese pendejo” tienen su origen político los días 23 y 24 de julio de 2013 en el marco de la visita de Janet Napolitano ex Secretaria de Seguridad Interior de EU quien sin ruborizarse anunció en presencia de Miguel Osorio Chong, que EU actuará en la frontera sur de México por un flujo migratorio ordenado.

¿Cuándo Estados Unidos había recorrido su frontera con Guatemala y Belice? ¿Qué hacía la encargada de Seguridad Interior pactado políticas que otro gobierno ejecutaría en el exterior? Me pregunté. Pasado un año Enrique Peña Nieto anunció el Plan Frontera Sur y lo público como decreto el 8 de julio de 2014. En los Considerandos del decreto, particularmente en su segundo párrafo se establece que:

Que es de particular relevancia la atención eficiente del fenómeno migratorio en nuestro país, por lo que las políticas públicas deben enfocarse a encontrar soluciones sostenibles para facilitar un adecuado flujo de personas al interior del territorio nacional;

Pero este discurso garantista se agota (como es costumbre) una vez llegados al articulado. No hay un solo derecho o mecanismo de atención integral o de información siquiera. No es cierta incluso la cita que abre este texto. No es para atender a personas migrantes, sino para atender “la migración” y atribuye el poder al:

“El Secretario de Gobernación ejercerá las funciones de coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur de manera directa o por conducto del Coordinador (nombrado y removido por el Secretario quien podrá acordar con cualquier institución o funcionario del gobierno) sin perjuicio de la subordinación jerárquica respectiva dentro de aquéllas a las que estén adscritos”.

He ido decenas de veces a la frontera sur en los recientes años y por primera vez desde 2014 vi como la Policía Federal y el Instituto Nacional de Migración realizaban operativos conjuntos como el realizado el pasado 6 de marzo. Quiero pensar que la orden que recibieron aquellos agentes no fue la perseguir hasta la muerte a personas migrantes. Entiendo que el reforzamiento de estos operativos tiene relación con el Programa Frontera Sur y como cité en esencia busca “facilitar un adecuado flujo de personas al interior del territorio nacional”. ¿Pero que de adecuado tiene la muerte y su contemplación criminal?

Podríamos esperar que al acercarse al año de su ejecución este plan hubiese generado resultados que hablaran de lo que el programa es. Veamos.

El impacto en las personas migrantes. Como señala Clay Boggs de la organización WOLA, los resultados más visibles del Programa son los números en las deportaciones pasando de 80.079 migrantes a 107.814 migrantes en el 2014, es decir un aumento del 35 por ciento. El aumento de la deportación de niñas y niños se incrementó en 54 por ciento más allá al pasar de 8,350 a 18,169.

El impacto en las personas que les defienden. Al estar en el terreno y dar atención humanitaria día con día, los primeros que observaron de qué se trataba este Plan fueron las casas del migrante. “En realidad (el Plan Frontera Sur) se traduce en tratar a la migración en tránsito como un problema de seguridad nacional, sin perspectiva de derechos humanos y sin una estrategia que realmente erradique al crimen organizado… Se centra en operativos de persecución en regiones cada vez más remotas”. Al defender los derechos de las personas migrantes en el terreno, Carlos Bartolo Solís de la Casa del Migrante de Arriaga Chiapas y Fray Tomás González de La 72 han sido amenazados y denunciados penalmente.

 La migración seguirá porque se trata de vivir o morir. Como dijo Edwin a la periodista Esther Yánez de El País: “Me han pasado tantas cosas estas últimas semanas que saltar la valla, ahora, me parece lo de menos. La mentira del gobierno de Peña Nieto venido a Border Patrol del sur ya no se sostiene. No hay tal salvaguarda de los derechos.

Pienso en mi amigo de Honduras de quien les conté hace unas semanas. Pienso en los últimos minutos de vida del joven cuyos compañeros pedían auxilio. No tuvieron que marcar al Emergencia Migrante que tanto presume el gobierno. Ahí estaban frente a ellos quienes debían prestarles auxilio. Al decidir que muriera nos dieron la estampa más clara de lo que el Programa Frontera Sur es. Persecución y muerte.

Jesús Robles Maloof
Defensor de derechos humanos, entusiasta de los efectos transformadores de las tecnologías de la información. Hace años decidí unir mi voluntad a quienes luchan contra la corrupción, la violencia y la impunidad. Desde integro 2010 el colectivo de activistas digitales Contingente Mx. Colaboré como Senior Lawyer en New Media Advocacy Project y actualmente soy responsable del área de Defensa Jurídica de la organización Enjambre Digital que defiende las libertades en internet.

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