Hamás e Israel terminan primera fase del alto al fuego; israelíes demuelen campamento

01/03/2025 - 9:24 am

Luego de 42 días de tregua, Israel y Hamás no logran acuerdos. La ONU urge a mantener el alto al fuego, pero las negociaciones están estancadas.

MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS).-  La primera fase del acuerdo de alto al fuego alcanzado entre Israel y Hamás el pasado 19 de enero acaba este sábado sin que ninguna de las dos partes hayan avanzado en lo más mínimo para continuar el cese de hostilidades, en lo que podría suponer el final del crucial respiro que ha tomado la población del enclave.

Estos 42 días de alto al fuego han sido testigos de una serie de intercambios de rehenes israelíes por prisioneros palestinos en cumplimiento de la premisa fundamental de esta primera etapa: restaurar la confianza entre Israel y Hamás a través de esta serie de canjes con vistas a una segunda fase que implicaría tanto la finalización de estos procedimientos como la retirada de Israel del enclave.

Sin embargo, de dos semanas a esta parte el panorama se ha ensombrecido en cuanto apareció sobre la mesa una cuestión fundamental como es el futuro político de la Franja de Gaza, un tema reservado en principio para una hipotética tercera fase del alto al fuego pero de importancia tan crucial que la discusión era inevitable.

El Gobierno israelí, con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu a la cabeza, comenzó a insistir por entonces que no toleraría que Hamás mantuviera el control (ni político ni de seguridad) del enclave palestino, una posibilidad que el movimiento islamista no contemplaba en lo más mínimo.

Mientras tanto, ambas partes comenzaron a recrudecer sus acusaciones sobre el maltrato a los rehenes y a los prisioneros conforme avanzaba el procedimiento de intercambio hasta el punto de que Israel se negó la semana pasada a excarcelar a la partida correspondiente de prisioneros palestinos tras criticar las "humillantes" ceremonias de liberación de Hamás.

A su vez, el movimiento palestino denunció el precario estado de salud de los prisioneros liberados, muchos de los cuales tuvieron que ser ingresados de urgencia al presentar señales de malnutrición y abusos físicos.

La semana pasada, el enviado para Oriente Próximo de la Casa Blanca, Steve Witkoff, propuso abiertamente la posibilidad de prorrogar la primera fase del acuerdo, es decir, proseguir con los intercambios sin tratar ninguna otra cuestión.

Este sábado, Hamás rechazó categóricamente esta posibilidad al entender que se trata de un retorno al punto de partida y una táctica dilatoria orquestada junto a Israel para que mantenga su presencia en el enclave.

Su portavoz, Hazim Qasem, también confirmó que ahora mismo no hay progresos de cara a una segunda parte aunque mediadores internacionales detallaron a medios israelíes que las negociaciones, especialmente en El Cairo, continuarán hasta el último momento.

Sin vuelta atrás

Mientras tanto, el Secretario General de la ONU, António Guterres, realizó un llamado el viernes a Israel y Hamás para que mantengan como sea el alto al fuego.

"Los próximos días son cruciales. Las partes no deben escatimar esfuerzos para evitar que este acuerdo se rompa. Las insto a que cumplan sus compromisos y los apliquen íntegramente", declaró Guterres desde Nueva York.

Por su parte, las agencias de Naciones Unidas pidieron en las últimas horas a ambas partes que aprecien los logros conseguidos hasta el momento, sobre todo en materia humanitaria.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), recuerda que desde el restablecimiento parcial de la llegada de ayuda humanitaria con el alto el fuego, la agencia ha llegado a un millón de gazatíes, y que conseguió reanudar el funcionamiento de puntos de distribución, reabierto panaderías y ampliado una crucial ayuda en efectivo a la población.

"El impacto del acceso humanitario seguro y sostenido es evidente. El alto al fuego debe mantenerse. No puede haber vuelta atrás", añade el PMA en un comunicado publicado en su cuenta de la red social X.

El ejército israelí demuele el campamento palestino

El Ejército de Israel comenzó las tareas de demolición en el campamento de refugiados palestino de Nur Shams, en el norte de Cisjordania, una semana después de que anunciara el comienzo de su ocupación de los campos de la zona para impedir la aparición de un "frente oriental de terroristas" en su frontera.

La agencia oficial de noticias del Gobierno palestino en Cisjordania, WAFA, confirmó que las fuerzas israelíes metieron sus excavadoras pesadas en el interior del campamento y comenzaron el proceso de demolición de las casas y destrucción de sus alrededores, empezando por el área alrededor de la mezquita Abu Bakr al Siddiq, en medio de intensos vuelos de reconocimiento a baja altitud.

La operación israelí arrasó ya un total aproximado de 211 domicilios en el campamento, situado al este de la ciudad cisjordana de Tulkarem, según detalló el jefe del comité de servicios del campamento de Nur Shams, Faisal Salama, a la agencia palestina Sanad.

El movimiento islamista palestino Hamás denunció en un comunicado el desplazamiento forzado de más de 13 mil residentes del campamento como una nueva violación del derecho Internacional por parte de Israel y hace un llamamiento a Naciones Unidas y a sus instituciones "para que adopten medidas inmediatas y eficaces para poner fin a las horrendas y constantes violaciones del derecho internacional por parte de la ocupación".

El Ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, anunció el pasado domingo que las fuerzas israelíes ocuparán los principales campos de refugiados del norte de Cisjordania como mínimo a lo largo de este año.

El ministro de Defensa de Israel aseguró que al menos 40 mil palestinos se han visto obligados a abandonar sus hogares por la operación israelí en estos tres campamentos, donde las actividades de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (UNRWA) quedaeon paralizadas.

Israel nunca dejó de ejercer presión militar sobre Cisjordania: sus incursiones de los últimos meses han ocurrido en paralelo a la guerra de Gaza y se han acelerado desde el alto al fuego en el enclave.

Cabe recordar que las autoridades palestinas estiman que más de 860 palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este fallecieron desde el estallido de la guerra entre Hamás e Israel, el 7 de octubre de 2023.

Europa Press

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