La injusticia silenciosa: cómo las especies determinan el destino

30/03/2025 - 6:31 am

Imagina nacer en un mundo donde tu destino se definió en el momento en que diste tu primer respiro. Un mundo donde tu valor no se basa en tu individualidad, tus emociones o tu capacidad de sentir, sino simplemente se basa en la especie a la que perteneces.

Si naciste siendo un perro o gato, es posible que te cuiden, te den un nombre, un lugar seguro para dormir y te traten como un miembro más de la familia. La gente lucharía por tu seguridad, defendería leyes para protegerte y condenaría a cualquiera que se atreviera a hacerte daño. Pero si hubieras nacido siendo un cerdo, vaca, pollo, cabra o pez, tu vida sería una historia muy diferente.

Desde tu nacimiento serías visto como un producto, un objeto, un recurso para ser utilizado para nuestro consumo. La fecha de tu muerte ya estaría programada y apenas acabas de nacer. Soportarías una vida de confinamiento, mutilaciones, dolor y, finalmente, llegaría el día de tu muerte. Todo mientras el mundo ignora esta realidad, simplemente porque la sociedad ha considerado aceptable tu sufrimiento y ha normalizado alimentarse con tu cuerpo porque "siempre lo hemos hecho así".

Las defensoras
¿Por qué amamos a algunos animales y comemos a otros? Foto: Vegan Outreach

Informarnos y afrontar la realidad

A esto se le llama especismo, la discriminación arbitraria basada en la especie, donde algunos animales son más valorados y protegidos mientras que otros son criados para existir sólo para ser explotados y asesinados. Crecimos viendo este sistema como algo normal, pero cuando nos tomamos un tiempo para informarnos y realmente afrontar la realidad, queda claro lo profundamente injusto que es.

Todos los animales, independientemente de su especie, tienen la capacidad de sentir. Son capaces de formar vínculos, experimentan emociones como el miedo, la alegría y tienen voluntad de vivir. Sin embargo, nos han condicionado a creer que el sufrimiento de un perro importa, mientras que el sufrimiento de un cerdo, que es igual de inteligente y sensible, no.

Es hora de cuestionar este sistema. ¿Por qué amamos a algunos animales y comemos a otros? ¿Por qué rescatamos y protegemos unas especies mientras financiamos la explotación de otras? Cuando eliminamos las etiquetas y vemos a los animales como individuos, podemos empezar a tomar decisiones más justas y respetuosas. Al elegir alimentos de origen vegetal, productos libres de explotación animal y al no apoyar prácticas que usen o lastimen a los animales, desafiamos activamente el especismo y ayudamos a crear un mundo donde todos los animales sean tratados con el respeto que merecen.

Katia Rodríguez

Katia Rodríguez

Licenciada en Biología, su trabajo está enfocado en buscar la justicia social y la interseccionalidad entre las distintas luchas. Los últimos años ha dedicado sus esfuerzos a defender los derechos de los animales y actualmente se desempeña como Gerente de Campañas en México para la organización internacional Vegan Outreach.

Lo dice el reportero