La UNAM explicó que el efecto “isla de calor” puede elevar la temperatura en zonas urbanas hasta 10°C más que en áreas rurales, lo que modifica los patrones de precipitación como los registrados en los últimos días.
Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer que la tormenta que se registró el pasado lunes en la Ciudad de México fue histórica, pues en pocas horas cayeron más de 10 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a llenar una presa como la Madín, en el Estado de México.
La tromba provocó la suspensión del servicio en la Línea A del Metro, más de 50 puntos de inundación y afectaciones en más de 600 viviendas, por lo que la Universidad apuntó a que se trata de un aviso respecto al cambio climático.
"Más allá de la emergencia inmediata, este tipo de eventos evidencian los límites de la infraestructura urbana frente a un clima cada vez más extremo. La UNAM participa activamente en la comprensión y gestión de estos fenómenos, a través de protocolos de actuación, sistemas de monitoreo, modelos de predicción y estrategias de resiliencia urbana", alertó la Universidad.
Cayeron 10.2 millones de m³ de agua en una sola tarde. La tromba en CDMX esta semana fue histórica. La UNAM lleva años estudiando estos eventos y diseñando respuestas. 👇
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La UNAM señaló que desarrolló el Observatorio Hidrológico del Instituto de Ingeniería, una red pionera de estaciones con sensores ópticos láser que permitieron monitorear lluvias en tiempo real en zonas estratégicas del Valle de México.
"Aunque actualmente esta red se encuentra fuera de operación, su implementación generó datos valiosos para entender las dinámicas de precipitación extrema en la ciudad", compartió la institución.
Protocolos institucionales ante lluvias extremas
Diversas entidades universitarias aplican protocolos desarrollados por la UNAM para enfrentar tormentas torrenciales e inundaciones. Entre sus componentes destacan:
- Monitoreo constante de información meteorológica confiable.
- Limpieza preventiva de azoteas, coladeras y drenajes.
- Simulacros de evacuación y capacitación de brigadistas.
- Señalización y mantenimiento de rutas de emergencia.
- Coordinación con Protección Civil, Bomberos y servicios médicos.
- Evaluación inmediata de daños y activación de planes de evacuación.
Urbanización, cambio climático y lluvias más intensas
La Universidad Nacional aseguró que investigaciones del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático y el Instituto de Geofísica han documentado el impacto de la expansión urbana sobre el clima local.
La UNAM explicó que el efecto “isla de calor” puede elevar la temperatura en zonas urbanas hasta 10°C más que en áreas rurales, lo que modifica los patrones de precipitación.
"Además, la pérdida de áreas verdes y cuerpos de agua ha intensificado la frecuencia y magnitud de las lluvias en la región. Para 2050, se prevé que las grandes metrópolis del país se calienten dos grados más que el promedio global, lo que aumentará la probabilidad de lluvias torrenciales, olas de calor y otros eventos extremos", advirtió.
Nos encontramos en el Centro de Mando Operativo para la atención de emergencias por lluvias en @SEGIAGUA. Desde aquí, monitoreamos en tiempo real la precipitación pluvial en nuestra ciudad.
Ante lluvias tan intensas como la de anoche, este espacio fue indispensable para… pic.twitter.com/pKUlrgej0k
— Clara Brugada Molina (@ClaraBrugadaM) June 4, 2025
¿Cómo prevenir el impacto de las lluvias?
La UNAM sostuvo que promueve estrategias de adaptación al clima, como las Zonas de Desarrollo Controlado (ZEDEC), que limitan la expansión urbana en zonas susceptibles a inundaciones y deslizamientos. Estas se determinan con base en modelos hidrológicos y geotécnicos desarrollados por el Instituto de Ingeniería.
Además, dijo que investigadores universitarios impulsan el diseño de infraestructura verde —parques, jardines de infiltración y conservación de bosques urbanos— que permite la recarga de acuíferos, regula el escurrimiento de agua y mejora el microclima.
"Entre 2003 y 2006, la UNAM desarrolló el Observatorio Hidrológico del Instituto de Ingeniería, una red pionera de estaciones con sensores ópticos láser que permitieron monitorear lluvias en tiempo real en zonas estratégicas del Valle de México. Aunque actualmente esta red se encuentra fuera de operación, su implementación generó datos valiosos para entender las dinámicas de precipitación extrema en la ciudad", indicó.




