Norma Piña, postulada por Enrique Peña Nieto en 2015, se va de la Suprema Corte asegurando que la historia les juzgará.
Ciudad de México, 22 de agosto (SinEmbargo).- Norma Lucía Piña Hernández fue propuesta para ser Ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) primero, por Felipe Calderón, en 2012. Pero lo logró hasta 2015, a propuesta del entonces Presidente Enrique Peña Nieto.
Este 19 de agosto, Norma Piña se despidió como la última presidenta de una Corte cuyos integrantes no fueron elegidos por la ciudadanía. El 1 de septiembre entrará en funciones la nueva Corte, cuyos ministros y ministras sí fueron electos en elección democrática.
En su último discurso, Norma Piña dijo, de manera muy atrevida: serán “la sociedad y la historia misma las que juzgarán a quienes hemos juzgado”. “A quienes hemos juzgado”, ¿se refería a los ministros y las ministras en su papel de juzgadores, o a las personas a quienes han juzgado, como sus opositores?
Como les mencionaba, Norma Piña llegó a la Corte propuesta por un poder externo al Judicial: el Ejecutivo. Fue propuesta por dos presidentes, primero de un partido y luego de otro, primero del PAN y después del PRI. Dos partidos, por cierto, que han mantenido alianzas para conservar privilegios.
A pesar de esto, ella decía defender la separación de poderes y negaba cualquier vínculo partidario, aunque el modelo de designación de ministros y ministras dependiera justamente de presidentes pertenecientes a partidos políticos. Y aunque, como veremos más adelante, se reunió con representantes de partidos.
En una entrevista con el podcast "La Chávez", de la periodista Mariana Chávez, la propia Norma Piña contó que un día Enrique Peña Nieto la citó para hacerle saber que posiblemente la postularía para ser Ministra. En ese encuentro le hizo dos preguntas. La primera: qué postura tenía sobre la población LGBTIQ+ , a lo que ella respondió que la apoyaba.
La otra pregunta, según Norma Piña, fue sobre qué perfil consideraba ella que debería tener una persona para ser Ministra o Ministro de la Corte. Y ella le respondió: “Yo creo que el que debe definir el perfil es usted, porque yo soy magistrada y por eso usted es el Presidente”.
O sea, en realidad lo que Piña le dijo a Peña es: usted decida y ponga a los perfiles que usted considere convenientes. No importa que usted represente a un poder ajeno al Judicial, y que usted venga de un partido y de un proyecto político específico, digamos el neoliberal. No, si para eso está usted, para decidir cómo deben ser los perfiles del Poder Judicial.
Pero en 2024, bien raro, Piña ya no pensaba igual. En ese momento, afirmó que la Corte estaba siendo objeto de ataques desde la Cuarta Transformación, es decir, por Andrés Manuel López Obrador, por negarse a formar parte “de un proyecto político”. ¿Será que de ese proyecto, digamos, antineoliberal, no quería ser parte?
La Corte de Norma Piña fue echando abajo cada una de las reformas que Andrés Manuel López Obrador iba impulsando. Y también favoreció, entre muchísimos ejemplos, al panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas de 2016 a 2022.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Pero, el Poder Judicial, bajo la presidencia de Norma Piña, le concedió suspensiones y resoluciones que impidieron ejercer las órdenes de aprehensión.
Otro ejemplo: en julio de 2024, Norma Piña aceptó tramitar un amparo presentado por Grupo Elektra, del agresor online de mujeres, Ricardo Salinas Pliego, para no pagar más de 18 mil millones de pesos en impuestos. Deuda que, con los recargos, suman más de 33 mil millones de pesos. También le admitió otro amparo, por otra deuda de mil 431 millones de pesos.
Un ejemplo más, el cual quizá ustedes recuerden. En junio de 2024, algunos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) buscaban destituir al presidente de ese organismo, al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón (sí, el que intentó invalidar los resultados de la elección judicial hasta hace unos días). Investigaciones periodísticas dieron a conocer que Piña envió invitaciones a varios magistrados para una reunión, mencionando que tenía "mucho que decir" sobre este asunto.
A la cena también fue invitado Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito”, líder del PRI. También el panista Santiago Creel Miranda, coordinador de campaña de la candidata presidencial del PRIAN Xóchitl Gálvez fue convocado, pero no asistió. Esto generó polémica porque se le acusó a Piña de romper la neutralidad judicial que tanto pregonaba y de reunirse con actores partidistas en medio del debate de la reforma judicial y de las campañas presidenciales.
Como vemos, su gestión en la Corte se alineó con los poderes que ya no están en la Presidencia, a los que en elecciones democráticas se les disminuyó su influencia en el Congreso. Pero que se han mantenido ahí, desarticulados y atontados, aunque con las ansias de recuperar el poder en las instituciones del Estado. Es que siempre hay gente así, que se va creyendo que la historia la absolverá y no se enteran que la condena ya comenzó desde hace rato.





