La escritora Sofía Robleda habló con SinEmbargo sobre La hija del fuego (Planeta), una novela sobre el mestizaje que transcurre en dos mundos: el del dominio español, y el de los vestigios de la cultura maya.
Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– “El Popol Vuh es una guía al pueblo Maya, y yo siento que esa narración mítica también es una manera de conectar a la gente que está perdida con sus ancestros y con la historia”, expuso la escritora Sofía Robleda, autora de La hija del fuego (Planeta), una novela escrita en inglés y hoy traducida al español en la que narra la historia de Catalina, una mujer mestiza que pertenece a dos mundos: el de su padre, don Alonso, un poderoso terrateniente español, y el de su difunta madre, una aristócrata maya que le encomendó la misión de preservar este texto sagrado.
“Esto empezó como una investigación personal sobre mi ascendencia y resultó que yo tenía ascendencia indígena y española, sabía que tenía ascendencia española, pero no sabía que tenía ascendencia indígena de Centroamérica y de México”, comentó Robleda en entrevista con SinEmbargo. “Eso me afectó mucho y empecé a investigar un poco más de la historia de México, la historia de la Conquista, yo quería aprender más de esa historia y fue cuando me topé con el evento que pasó en 1561-62, cuando el obispo Diego de Landa en Yucatán quemó miles de libros de códices mayas y también ídolos mayas y que solo pocos códices prehispánicos sobrevivieron la conquista, entre ellos el Popol-Vuh, que no era prehispánico, que se escribió después de la Conquista y eso me llamó mucho la atención”.
Sofía Robleda comentó que el hecho de que esos nobles quiché-mayas se hayan puesto de acuerdo para escribir esas historias en latín después de la Conquista, en secreto, jugándose la vida le provocó algo dentro de ella. “Fue cuando dije ‘esto se debería de saber’. ¿Y qué tal si una mestiza lo hace y una mujer?’. Entonces, fue cuando nació la idea de Catalina”.
Con respecto a la construcción de su protagonista, Sofía Robleda habló sobre el conflicto interno que vive a lo largo de la novela. “Fue algo que quería explorar: cómo pudo haber sido crecer como una de las primeras mestizas, en una de las primeras generaciones de los mestizos; obviamente había mestizaje en otros lados, pero no así tan claro como fue aquí en Latinoamérica”.
“Me causaba mucha fascinación, especialmente ya que yo también he vivido tantos años fuera de México y siempre he sentido también ese arranque de las raíces, siento que no soy suficientemente mexicana, pero no puedo ser ni árabe, ni inglesa, ni nada de estas otras cosas de estos países donde he vivido”, compartió.
Para dotar a La hija del fuego de un rigor histórico, Sofía Robleda platicó que detrás hubo una amplia investigación de los textos además de conocimiento del lugar en donde transcurre la novela: Guatemala. “Fui a un viaje en marzo del 2020, casi dos semanas antes de que se cerraran en el país por el COVID, pero fue muy bueno ir porque pude ir al museo del Popol Vuh, pude ir a ver a todos los lugares de los que yo estaba escribiendo y hacer esa investigación con los pies en la tierra ahí y darme ese sabor de Guatemala que es un país tan increíble”.
“Otra cosa que yo también pienso que fue fundamental para el libro fue que me puse en contacto con el profesor Allen J. Christenson, que tradujo el Popol Vuh al inglés, es un profesor y experto en el lenguaje quiché maya. Sus notas son muy valoradas por mí, porque la verdad, o sea, él hizo que ahora yo me siento con mucha confianza de que el lado histórico del libro está bien realizado”, apuntó.
Sofía Robleda indicó que en un inicio no le fue fácil entender el Popol Vuh, “lo tuve que leer muchas veces, tuve que escuchar unas narraciones, había unos videos que encontré en YouTube que lo habían ilustrado y eso me ayudó muchísimo y ya cuando fui al Museo del Popol Vuh, la historia empezó de veras a crecer en mí, a entender, todo el lado mítico y espiritual porque yo quería contactarme básicamente con mi ancestros y quería encontrar un vínculo con ellos”.





