FOTOS ¬ El INAH halla restos arqueológicos de Tenochtitlán tardía en La Lagunilla

04/12/2025 - 4:38 pm

El INAH halló entierros humanos, incluidos dos bebés, un fogón que refleja que se trataba de un hogar, y cerámica perteneciente a los antiguos asentamientos en el islote de Tlatelolco, en la Tenochtitlan tardía.

Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).– El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer esta semana que halló una serie de entierros humanos, un fogón de piedra y cerámica de Tenochtitlan en La Lagunilla, en centro de la Ciudad de México (CdMx), que además ayudará a conocer los límites del islote de Tlatelolco sobre el cual se asentaron los habitantes hace cientos de años, en el periodo conocido como Posclásico Tardío (1325-1521).

Los expertos hallaron restos de una "unidad doméstica", en la que se hallaron tres entierros humanos, un tlecuil (fogón) de piedra y cerámica de estilo Azteca III, asociada a asentamientos tlatelolcas de este periodo.

Con este descubrimiento en el terreno, ubicado en las cercanías de la Zona Arqueológica Tlatelolco, hasta el momento, se han detectado tres etapas de ocupación mexica y tlatelolca, dio a conocer la arqueóloga de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), Jimena Rivera Escamilla, responsable del proyecto.

La relevancia de los vestigios radica en que “no se ha hallado el lecho lacustre, lo que indica que nos encontramos en tierra firme”, con esta información se podrían corroborar los límites del islote o los meandros donde las personas se asentaban entre Tlatelolco y el barrio Atezcapan, que corresponde a lo que hoy es La Lagunilla, sostuvo.

Este descubrimiento es adyacente a un salvamento arqueológico que se desarrolla en un predio del Eje Central, en la colonia Guerrero, cuyas labores iniciaron el 6 de octubre y culminarán el sábado próximo, informó el INAH.

"Para obtener un escaneo completo del área, se realizaron nueve unidades de excavación (de 2 x 2 metros de profundidad), una cala y un pozo estratigráfico (de 3.85 metros profundidad), que muestra 24 capas arcillosas y arena de relleno, en las cuales se observa la intervención humana para nivelar el suelo, en tres diferentes momentos", detalló el arqueólogo Juan Carlos González Hurtado.

Los entierros, añadió pertenecen a la última etapa de ocupación del sitio. En tanto que de la segunda se conservaron muros, alineados de norte a sur, el tlecuil, fragmentos de piso y otros elementos arquitectónicos; mientras que de la primera solo hay cerámica, lo que podría indicar que eran asentamientos de caseríos.

Los elementos encontrados están asociados a la última ocupación de Tlatelolco; fueron encontrados en la actual La Lagunilla por el INAH.
Los elementos encontrados están asociados a la última ocupación de Tlatelolco; fueron encontrados en la actual La Lagunilla por el INAH. Foto: Melitón Tapia, INAH

Además, el arqueólogo del INAH explicó que han podido corroborar que no hay ocupación colonial, “debido, probablemente, a que los europeos se concentraron en la ciudad de los palacios, en Tenochtitlan”.

Rivera Escamilla, por su parte, resaltó que en el pozo 2, donde se hallaron los entierros, se encontró un infante, de entre dos y cinco años de edad al momento de morir, en una fosa oval, bocarriba. "Estaba acompañado por una ofrenda compuesta de una copa bicónica, estilo Texcoco, de color rojo pulido con una banda doble negra, en el borde. La pieza estaba asociada a huesos de animal, los cuales se analizarán para conocer la especie a la que pertenecieron", informó el INAH en un comunicado.

Una vez que trabajaban en esta excavación, se descubrió la segunda osamenta humana, de antigüedad menor a la primera. "Se trata de un neonato, es decir, una persona de 0 a 3 meses de edad, cuyo cráneo no fue localizado, quizá, debido a su desintegración por el paso del tiempo", explicó la directora del proyecto.

El segundo bebé, a diferencia del primero, fue hallado bocabajo, con los pies colocados en orientación opuesta a los del niño. Ambos se ubicaban a un costado de un muro.

Un detalle de los hallazgos del INAH en La Lagunilla.
Un detalle de los hallazgos en La Lagunilla. Foto: INAH

Luego, en el pozo 10, se halló un adolescente de entre 12 y 15 años de edad, de género desconocido, en posición fetal, con las piernas flexionadas. Rivera Escamilla destacó que no se encontró el cráneo, por lo que deberán analizar las vértebras cervicales para saber si esta característica fue un acto deliberado o si dicha parte se perdió al paso de los años.

¿Por qué los expertos hablan de una unidad doméstica hallada en La Lagunilla? Por el hallazgo del tlecuil de piedra (de 40 x 30 centímetros), en el pozo 1. Este elemento se ubicaba en el área del solar y, en ocasiones, dentro de las casas, en la cocina.

Con la información obtenida hasta el momento, explicó el INAH, los arqueólogos infieren que la vivienda perteneció a una familia de alta jerarquía, con capacidad de adquirir la cerámica, recuperada en el lugar que, aunque es de uso doméstico, no es común en asentamientos menos suntuosos.

Aunado a tales vestigios, se recuperaron fragmentos de malacates, cajetes, ollas, vasijas, figurillas antropomorfas, navajillas de obsidiana negra, verde, gris y dorada y un sello con la representación de un mono, asociado al dios del viento, Ehécatl.

Redacción/SinEmbargo

Redacción/SinEmbargo

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