Web Analytics

miércoles 31 de diciembre de 2025

SinEmbargo MX
SinEmbargo MX
No hay programa en vivo
miércoles 31 de diciembre de 2025

FOTOS: La historia de una francesa que dejó todo para vivir entre volcanes extintos

02/01/2023 - 9:41 pm

Desde la remota Isla de Pascua en Chile -que los nativos llaman Rapa Nui- la artista francesa cumple su sueño de presentar sus obras en una pequeña iglesia, las cuales reflejan la cultura ancestral de los habitantes y sus creencias.

Por María Teresa Hernández

Rapa Nui, Chile, 2 de enero (AP) — Esta historia inicia con un caballo que deja su rastro sobre la arena y una joven francesa que pausa su cabalgata para observar el mar.

Delphine Poulain sonríe mientras apunta con el índice hacia la costa, como si recordara el sitio exacto en el que hace 27 años se detuvo y pensó: "Quiero vivir aquí".

Por aquel entonces ya llevaba tiempo viajando entre las islas de la Polinesia, pero nunca antes había pisado Rapa Nui. Bastó una visita para desear un futuro lejos de las grandes ciudades en esta tierra de volcanes extintos y estatuas monolíticas llamadas moai.

Una turista toma una fotografía de un vitral que muestra una escena del Vía Crucis, diseñado por la artista de origen francés Delphine Poulain, en la iglesia católica de la Santa Cruz, el lunes 28 de noviembre de 2022, en Hanga Roa, Rapa Nui. Foto: Esteban Félix, AP

Algunos mapas identifican el hogar que la adoptó como "Isla de Pascua", pero Delphine lo llama como sus pobladores originarios: Rapa Nui.

Allá muy lejos de este punto en lo inmenso del Pacífico están el continente americano y Chile, país al que se adscribe la isla. Aquí en Oceanía, donde la artista francesa de 52 años ha echado raíces, están la paz y el aislamiento que atesora y comparte con otros ocho mil habitantes.

Aquel paseo con su caballo ocurrió en 1994. Estaba de vacaciones y había volado desde Tahití, donde vivía y trabajaba transportando turistas como navegante profesional.

"Desde el primer día pensé: quiero regresar", recuerda. "Mi sueño de vivir aquí nació ese primer día".

Una vidriera que representa una escena del vía crucis creada por la artista francesa Delphine Poulain cuelga en la iglesia de la Santa Cruz, en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, el lunes 28 de noviembre de 2022. El año pasado, agradecida por las bendiciones que Rapa Nui le ha otorgado, Poulain ofreció un regalo: pinturas en vidrio que representan las 14 Estaciones de la Cruz en la iglesia católica, ubicada en la principal ciudad de la isla. Foto: Esteban Félix, AP

Entre aquella cabalgata y esta tarde de verano pasaron casi tres décadas. En ese tiempo Delphine estudió enfermería y ejerció el oficio. Navegó. Trabajó como decoradora de embarcaciones. Regresó varias veces a París, donde nació, pero su fascinación por la Polinesia la trajo de vuelta al Pacífico una y otra vez.

En uno de esos viajes volvió a enamorarse del chico francés que le robó el corazón en su país entre los 14 y los 16. Ahora tienen dos hijos adolescentes y desde 2014 los cuatro han hecho un hogar en Rapa Nui.

El año pasado, para agradecer lo que la isla ha traído a su vida, Delphine ofreció un regalo al templo católico local: un proyecto que consistiría en pintar 14 vidrieras para representar el vía crucis en la Iglesia de la Santa Cruz, ubicada en el centro de Hanga Roa, ciudad principal de Rapa Nui.

Las estatuas moai se observan contra un amanecer en Ahu Tongariki, Rapa Nui o Isla de Pascua, Chile, el sábado 26 de noviembre de 2022. Cada figura humana monolítica tallada hace siglos por el pueblo rapanui de esta remota isla del Pacífico representa un antepasado. Foto: Esteban Félix, AP

Aunque la población actual es mayoritariamente católica, sus prácticas religiosas se entretejen con lo ancestral. Las canciones que entonan en las misas narran pasajes bíblicos pero no se cantan en español, sino en rapanui. Las estatuas de madera que retratan a la virgen María y al espíritu santo no se inspiraron en la iconografía occidental, sino en la fisonomía y el legado de los antepasados.

En la iglesia de la Santa Cruz, la madre de Dios no parece una mujer de finos rasgos europeos, sino un moai. El tercer símbolo de la trinidad no es una paloma, sino un manutara, un ave de pico alargado que fue central para el culto espiritual isleño del siglo XVIII.

Adaptar la iconografía católica a la cultura ancestral de Rapa Nui ha sido clave para crear y mantener adhesión al catolicismo. Y no sólo eso: los rapanui son tremendamente celosos de su identidad, por lo que a un extranjero sólo se le admite de manera permanente cuando demuestra un esfuerzo visible por pertenecer y aportar algo a su cultura. En una tumba fechada en 1969, afuera de la Santa Cruz, están los restos de Sebastián Englert, el sacerdote y misionero alemán más querido por los rapanui. Sobre ella, una leyenda dice: "Vivió entre nosotros y habló nuestra lengua".

Una estatua de madera que representa el tercer símbolo de la Santísima Trinidad no es una paloma, sino una manutara, un ave que los antepasados ​​de los isleños consideraban sagrada durante el siglo XIX. S encuentra cerca de la entrada principal de la iglesia católica de la Santa Cruz. en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, lunes 21 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

Delphine cuenta que ser aceptada en la isla no fue rápido ni sencillo, pero ella ha asumido el proceso con perseverancia. Incluso sus vidrieras son un paso más en el camino: los personajes que retrata se inspiraron en gente conocida y poseen rasgos rapanui. Desde que comenzó a colocar las imágenes en los ventanales, algunas personas que antes no la saludaban ahora agitan la mano y dicen su nombre cuando la ven pasar.

"Es un trabajo de vida, de actitud", explica. "Tú lo ves. Tengo tanto respeto a la isla y a la gente. Antes era yo sola, con mi caballo y mi libertad, pero ahora la gente conoce bien a mi marido y a mis niños. Los niños abren otras puertas".

Su casa podría pasar desapercibida ante un extranjero que camine veloz y descuidado por la playa frente a ella. Es un rectángulo grisáceo como la piedra volcánica que le sirve de base y la abraza una vegetación verde y preciosa, similar a la que se observa en un viñedo.

Una pintura de la artista francesa Delphine Poulain cuelga dentro de su casa en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, Chile, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

El compromiso que tiene Delphine para integrarse con la isla es absoluto. Rapa Nui no es su tierra de origen, pero la respeta y la procura como si lo fuera. Eligió el color de su casa para no alterar el paisaje. El agua que utiliza es sólo aquella que recolecta de la lluvia. La única electricidad que disfruta es la que le ofrece un panel solar.

Incluso su habla refleja que es de aquí sin ser de aquí: aunque su español no ha logrado desprenderse de su acento francés, cuando saluda no dice "hola", sino "iorana" —una expresión local— y entre otras palabras no dice "bebé", sino "guagua"; nunca "novio" o "pareja", sino "pololo".

Con amor y paciencia, sus manos y las de su familia han acomodado cada ladrillo de esta vida que han construido desde que Delphine tuvo aquel sueño mientras montaba su caballo frente a este mismo mar.

La artista francesa Delphine Poulain asiste a un funeral en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

En el verano de 2014, el primero que vivieron aquí, no tuvieron más que una carpa para resguardarse, pero ahora su hogar es un depositario de lo que la isla les ha obsequiado.

El techo se construyó con lámina y el resto con madera. Los pisos y paredes descansan sobre rocas o troncos. Los trastos se lavan en lo que antes fue la parte baja de una bañera y por encima del comedor de cuatro plazas se alza una lámpara que tuvo otra vida como tambo de metal.

"Ha habido mucha dificultad, pero también mucha felicidad. Éste era mi sueño y vivir tu sueño es increíble", dice Delphine.

Una pintura de un niño rapanui cuelga junto a una ventana en forma de escotilla dentro del estudio de la artista francesa Delphine Poulain en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

Dentro de su estudio —una de las cuatro habitaciones de esta guarida impredecible y fascinante— hay un árbol junto al escritorio improvisado en el que la artista se inspira para dibujar.

Su trabajo inicia con trazos sobre la hoja en blanco y cuando un boceto la convence lo lleva al lienzo con pintura de acrílico, que es la que más le gusta emplear. Para las vidrieras de la iglesia requiere otro pigmento que sólo consigue en Francia y se transporta en barco, por lo que el proceso demora y aún le faltan diez de las 14 vidrieras por terminar.

Todas las paredes están cubiertas de algo. En una de ellas hay tubos de pintura a medio usar. En otra cuelgan espátulas, martillos y cuerdas.

Un cráneo de toro adorna una pared dentro de la casa de la artista francesa Delphine Poulain en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

Junto a la puerta se recargan lienzos sin usar y tras su mesa de trabajo hay obras que inspiró en la cultura rapanui: retratos de niños cubiertos con takona, pintura tradicional que se fabrica con pigmentos naturales y se asemeja a un tatuaje, y un manutara de perfil.

Delphine no estudió arte de manera formal, pero siempre ha sentido curiosidad y deseos de explorar. Sus padres tenían libros en casa y de niña abrió uno que describía los misterios del mundo, donde leyó por primera vez sobre Rapa Nui.

Cuando no tiene un lápiz o un pincel en las manos, Delphine maneja las riendas de alguno de sus siete caballos, con los que obtiene algunos ingresos y ofrece cabalgatas para turistas que visitan Rapa Nui.

La artista de origen francés Delphine Poulain se cubre los ojos, sentada afuera de su casa mientras se pone el sol en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, Chile, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

Esta historia acaba con una mujer francesa que se sienta afuera de una casa del color de un volcán.

Con una copa de vino tinto en la mano, Delphine Poulain detiene sus ojos claros en un paisaje que podría ser una de sus pinturas, pero es tan real y palpable como el sueño que cumplió: sobre esa arena que hace 27 años la vio cabalgar, su marido camina descalzo detrás de sus caballos.

Son sólo sombras bajo el cielo infinito de la tarde y dentro de unos minutos, cuando se hayan alimentado y la luz haya menguado, volverán a galopar en libertad.

Pascal Boulineau, esposo de la artista de origen francés Delphine Poulain, atiende una fogata afuera de su casa en Hanga Roa, Rapa Nui o Isla de Pascua, el miércoles 23 de noviembre de 2022. Foto: Esteban Félix, AP

AP

AP

Lo dice el reportero