#GenteAsí ¬ El Diputado Pedro Haces (y otros) contra la jornada laboral de 40 horas

31/05/2025 - 7:00 am

La discusión legislativa sobre la jornada de 40 horas revive una vieja exigencia obrera que nunca ha sido realmente escuchada.

Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).- El diputado y líder sindical, Pedro Haces, es uno de los opositores a reducir la jornada laboral a 40 horas. En octubre pasado que la gente no quiere trabajar menos tiempo. Incluso sugirió que las y los jóvenes podrían trabajar 12, 16 horas diarias.

Hace más de un siglo, en México se llevó a cabo una revolución armada para terminar con las jornadas de trabajo inhumanas y establecer un horario máximo de 8 horas diarias durante 6 días a la semana. El movimiento actual por las 40 horas está lejos de la opción de las armas, pero señala puntualmente que trabajar 48 horas a la semana –o más– simplemente ya no es sostenible.

Aunque en los últimos años se ha intensificado la exigencia por reducir la jornada laboral, esta lucha lleva en México, al menos, unos 150 años. Por ejemplo, la huelga de mineros en Pinos Altos, Chihuahua, en 1883, o la emblemática huelga de Río Blanco, en Veracruz, en 1907.

En Río Blanco, las trabajadoras y trabajadores de la industria textil laboraban más de 72 horas semanales. Cobraban sueldos de miseria, la gente vivía endeudada con la tienda del patrón y sufría hostigamiento constante.

Aunque no lograron su objetivo inmediato, esas huelgas, y, junto con la protesta de Cananea, sentaron las bases de la Revolución Mexicana, que años después impulsaría la creación del artículo 123 en la Constitución de 1917, el cual reconoció por primera vez el derecho a huelga y estableció una jornada máxima de 8 horas diarias y un descanso a la semana. Es decir, 48 semanales.

Y quizá el movimiento por las 40 horas lo primero que ha venido a hacer es informarnos que millones de personas no descansan dos días a la semana, que eso no es lo común y que eso no es lo que establece la ley.

Durante más de un siglo, la jornada de 48 horas semanales fue considerada fue vista como un avance civilizatorio. Y claro, pasar de no tener ni un día libre a tener al menos uno, parecía progreso. Pero eso fue hace más de cien años. Hoy vivimos en un capitalismo sin frenos, donde trabajas todo el día y, al llegar a casa, hay que seguir trabajando.

En las últimas décadas, se habían presentado algunas iniciativas para reducir la jornada laboral, pero fue la presentada por Susana Prieto, activista y asesora sindical, en 2022. Desde la Cámara de Diputados, propuso modificar el artículo 123 para establecer dos días de descanso por cada cinco de trabajo, sin reducir el salario. Y estuvo a un pelín de ser aprobada.

Y aunque al llegar Claudia Sheinbaum a la Presidencia se comprometió a reducir la jornada gradualmente hasta llegar a las 40 horas, no ha comenzado.

El principal obstáculo es que hay que convencer —una vez más— al sector empresarial, que teme pérdidas millonarias, sobre todo entre pequeñas y medianas empresas.

Pero lo más surrealista es que también hay líderes sindicales, como Pedro Haces, que se oponen y aseguran que “la gente quiere trabajar más”. Que hay que darles la oportunidad de esforzarse.

Esta lucha es por defender el trabajo digno, pero también el derecho al tiempo libre, al cuidado, a la salud mental, al arte, a la vida.

Pero siempre hay gente así: empresarios que creen que el tiempo y la vida de las trabajadoras y los trabajadores les pertenece… y sindicalistas más preocupados por la estabilidad emocional del patrón que por los derechos de la clase trabajadora.

Blanca Juárez

Blanca Juárez

Periodista egresada de la UNAM. Cubre temas políticos, laborales, sociales y culturales con perspectiva feminista.

Lo dice el reportero