¿Te imaginas estar haciendo las compras en el supermercado y leer una etiqueta en un producto que siempre compras y que ahora diga “este animal fue castrado sin anestesia”?
En un paso histórico hacia la transparencia, Suiza ha introducido etiquetas que detallan cómo se criaron y trataron los animales. Esta iniciativa revolucionaria no sólo informa a las y los consumidores, sino que también se alinea con el creciente movimiento global hacia el veganismo y las prácticas alimentarias éticas.
Estas nuevas etiquetas ofrecen información crucial sobre las condiciones de crianza de los animales, incluyendo si fueron criados en pasto, con acceso a espacios al aire libre o en confinamiento interior. La transparencia permite que las personas puedan tomar decisiones informadas que se ajusten a sus valores. El reglamento se aplica a todos los negocios que ofrecen estos alimentos, incluyendo restaurantes.
La nueva ley entró en vigor oficialmente el 1 de julio de 2025, aunque las empresas tienen un periodo de transición de dos años para cumplirlo en su totalidad.
"Al comprar productos animales como carne, leche o huevos, los consumidores tendrán acceso en el futuro a información adicional sobre el método de producción. Esto les permitirá determinar si estos alimentos se elaboraron mediante procedimientos dolorosos sin anestesia previa de los animales", Consejo Federal.
¿Qué productos llevarán etiquetado?
Los productos que deberán llevar este nuevo etiquetado incluyen carne de vacas proveniente de animales que fueron castrados o descornados sin anestesia, así como productos lácteos de vacas a las que se les retiraron los cuernos sin el uso de analgésicos. También se etiquetarán los huevos provenientes de aves a las que se les cortó el pico con cuchillas calientes sin alivio del dolor.
En el caso de los cerdos, se incluirán aquellos que fueron castrados, mutilados de la cola o con los dientes recortados sin anestesia. Esta medida también abarca productos como las ancas de rana obtenidas mediante métodos que no contemplan el uso de anestesia y el foie gras, que se asocia con la alimentación forzada en patos y gansos.

Estas etiquetas no sólo alientan a las y los compradores a considerar el impacto de sus elecciones alimentarias en el bienestar animal, sino que también apoyan los objetivos más amplios de sostenibilidad y gestión ambiental.
El etiquetado transparente fomenta una sociedad más compasiva al concienciar sobre las implicaciones éticas de los métodos de producción alimentaria. Fomenta el diálogo y el pensamiento crítico sobre el origen de nuestros alimentos, instando a los consumidores a reflexionar sobre sus elecciones alimentarias y sus implicaciones éticas. A pesar de que esta ley no es lo ideal, es un paso en la dirección correcta.
Al enfrentarse a la realidad del trato a los animales, incluso en sistemas regulados, espero que muchas personas más vean el veganismo no como un estilo de vida extremo o restrictivo, sino como una respuesta racional y respetuosa.




