Israel lanzó bombardeos contra cuatro localidades del sur del Líbano tras ordenar evacuaciones; esto ocurrió pese al alto al fuego vigente, y a críticas de Beirut y la ONU.
MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS).- El ejército de Israel lanzó este jueves una nueva oleada de bombardeos contra el sur de Líbano, poco después de emitir "advertencias urgentes" a residentes de cuatro localidades de cara a ataques contra supuestas "infraestructuras militares" del partido-milicia chií Hezbolá, a pesar del alto al fuego pactado hace más de un año tras 13 meses de combates al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023.
El portavoz en árabe del ejército israelí, Avichai Adrai, señaló en un mensaje en su cuenta en la red social X que "las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacarán en breve la infraestructura militar terrorista de Hezbolá en todo el sur del Líbano para hacer frente a los intentos prohibidos de reconstruir sus actividades en la zona".
Así, pidió a los residentes de varios puntos de las localidades de Yabaa y Mahruna que abandonen las zonas en las que figuran "edificios marcados en rojo" en los mapas. "Por su seguridad, deben evacuar inmediatamente y alejarse al menos 300 metros. Permanecer en el área designada los pone en riesgo", advirtió.
Posteriormente, señaló que estas advertencias afectan también a puntos de Barachit y Mjadel. Los ataques alcanzaron los edificios designados previamente por el ejército israelí en estas cuatro localidades, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas, tal y como destacó el diario libanés L'Orient-Le Jour.
Israel lanzó decenas de bombardeos contra Líbano a pesar del alto al fuego de noviembre de 2024 argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y aseguró que, por ello, no viola el pacto, si bien tanto Beirut como el grupo muestran críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El alto al fuego contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el ejército israelí mantuvo cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.




