Más de 600 mil personas asistieron al evento convocado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para celebrar los siete años de la 4T en el poder. Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores acudieron al llamado de la mandataria federal para arroparla y mostrar la fuerza que aún mantiene el movimiento.
Ciudad de México, 6 de diciembre (SinEmbargo).– Con la consigna: “¡Ni un paso atrás!” y frases de agradecimiento, miles de morenistas y simpatizantes del partido de distintas entidades marcharon al Zócalo de la Ciudad de México para celebrar los siete años de Morena en la Presidencia; también destacaron mensajes que llamaban a “defender a México”.
Cristina, una mujer de la tercera edad, acudió junto a cuatro de sus amigas desde Coyotepec, Estado de México, “para demostrar que mucha gente respalda al Gobierno”. Ella no milita en Morena, pero reconoce que desde la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) a la fecha ha notado cambios. “Los presidentes pasados saquearon todo lo que pudieron”, opinó.
También respaldó la imagen que la Presidenta Claudia Sheinbaum envía de México al extranjero: “Es una mujer inteligente, estratega y ha sabido defender a nuestro país a nivel internacional”.
Como ella, en la movilización que partió desde las 8:30 horas del Ángel de la Independencia y hasta cuatro horas después seguía reuniendo gente, participaron decenas de personas con banderas de México, otras que corearon o mostraron frases escritas en cartulinas con llamados a defender al país, principalmente de las amenazas constantes de intervencionismo del Presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump.

“Estamos con Claudia en defensa de la patria”, se leía en una de ellas.
Ángel Pavón, un hombre originario de Puebla, marchó para evidenciar que son más quienes respaldan a México que quienes piden el intervencionismo de EU, algo que reprochó a políticos de oposición como la Senadora del PAN Lilly Téllez y el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, a quienes describió como “traidores a la patria”.
“Por más alianzas que quieran tejer con el conservadurismo nacional y extranjero, por más que hagan todo eso no vencerán al pueblo de México ni a su Presidenta”, dijo esta mañana Claudia Sheinbaum desde el Zócalo capitalino en un mensaje que fue festejado por las miles de personas que la vieron y escucharon a través de las bocinas y pantallas colocadas en calles cercanas.
El partido Morena convocó a esta concentración tres semanas después de la llamada "movilización de la Generación Z”, que reunió en el Zócalo y distintas ciudades a exfuncionarios, políticos opositores y promotores de la Marea Rosa que acompañaron el fracaso de Xóchitl Gálvez en las elecciones de 2024. En la Ciudad de México esa marcha reunió a críticos de Morena, de la gestión de Claudia Sheinbaum y, en menor cantidad, a jóvenes que exigieron cuestionar por igual a políticos de todos los partidos. Esa movilización desató enfrentamientos con la policía capitalina que dejó tanto a civiles como a policías heridos.
Con este antecedente, jóvenes morenistas de Sayula, Jalisco, acudieron a la movilización con un cartel en el que escribieron a mano: “Soy generación Z, pero progresista. Muerte al neoliberalismo”.
Celeste Cortés, quien sostenía ese letrero, narró que se identifica con las propuestas de Morena porque “respaldan a los que menos tienen”, lo que ha visto con la entrega de becas, el programa Jóvenes construyendo el futuro y pensiones para adultos mayores.
De ello también dio cuenta Enkoll en una encuesta publicada el 5 de diciembre que da una aprobación a Claudia Sheinbaum del 74 por ciento a nivel nacional y destaca que 38 por ciento de esa población considera como su principal logro la entrega de apoyos sociales.
Sin embargo, Celeste y Vladimir Cortés, otro joven que la acompañó, destacaron la importancia de que el partido “no ignore a las bases”, es decir, a quienes desde hace años militan en Morena y se encargan del trabajo de campo en distintas colonias.

“No estoy en contra de que lleguen personas nuevas, pero [las dirigencias] deben darnos la oportunidad primero de mostrarles ese camino que ya llevamos recorrido”, dijo Celeste.
Para Vladimir, desde el triunfo de López Obrador en 2018, “una ola de gente convenenciera” se ha acercado a Morena en búsqueda de cargos, algo que, dijo, debe llevar al partido a tomar precauciones.
“Los que venimos desde que se fundó Morena como movimiento, desde 2011, y como partido en 2014 traemos las bases. Hemos estado luchando, hemos recorrido casa por casa, sudando la camiseta por el movimiento y sus ideales de izquierda y a partir de 2018, cuando gana López Obrador, Morena se convierte en la fuerza política número uno y se viene una ola de gente convenenciera al movimiento que viene de otras corrientes, con otros pensamientos, y puede restar gente a futuro porque, recordemos la historia del caballo de Troya, cómo se empezaron a infiltrar... Es nuestra preocupación, que las candidaturas se las estén dando a la gente arribista y desplacen a las bases de Morena, creo que eso es un error”, opinó.
Morena inició este año una campaña de afiliación masiva en todo el país en la que ha entregado credenciales para identificar a sus militantes. Incluso sumó a Miguel Ángel Yunes Márquez, exsenador del PAN e hijo del exgobernador de Veracruz del mismo partido, pero al recibir críticas de morenistas la Comisión Nacional de Honestidad rechazó su afiliación.

Para evitar sumar perfiles cuestionables, María Elizabeth López Blanco, coordinadora estatal de afiliación en Nayarit, aseguró que se han enfocado en buscar casa por casa a simpatizantes de las propuestas de Morena.
Este 6 de diciembre, en el centro de la Ciudad de México también se reunieron integrantes del Frente Nacional para la Vivienda, quienes celebraron la decisión que tomó el Gobierno federal de congelar créditos del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
“Hoy marchamos en agradecimiento. Tenemos el cálculo de que, al terminar esta fase, en enero, más de un millón de familias mexicanas van a poder deshacerse, liberarse, ya liquidar más de un millón de créditos. Esto significa más de un millón de familias felices, menos presión financiera, más capacidad para ahorrar, menos vivir al día. La Presidenta está haciendo un acto de justicia. Es un acto de justicia y esa justicia sólo la puede dar un gobierno humanista, porque lo que teníamos ante era una trituradora de familias”, dijo Raúl Yong Vázquez, Frente Nacional para la Vivienda.
Con ese ánimo, también asistieron personas de la tercera edad como Socorro Galicia, quien dijo estar feliz porque “no imaginaba ver a una Presidenta en México”.






