#Anuario2025 ¬ 10 años de tsunami: el PRIAN implosionó y Morena tomó el poder total

22/12/2025 - 10:25 pm

En 2025 se cumplen 10 años de la primera participación electoral de Morena, luego de que en 2014 obtuvo su registro como partido político ante el Instituto Nacional Electoral (INE). Desde aquellas elecciones federales de 2015, en las que compitió por primera vez, Morena ha tenido un crecimiento exponencial hasta consolidarse como un partido dominante.

Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).- La verdadera marea que ha visto México en la última década no ha sido rosa, sino guinda. En 10 años, desde que participó por primera vez en una elección, a 2025, Morena pasó de obtener un número limitado de diputaciones federales a convertirse en un partido que hoy gobierna la Presidencia de la República, 23 de las 32 entidades federativas.

Además cuenta no solo con mayoría en el Congreso de la Unión, sino que también la tiene en al menos 27 congresos locales, y de los 2 mil 477 mil 125 municipios que hay en el país, 721 los gobierna Morena por sí solo y, si se cuenta los que gobierna junto con sus aliados, la cifra crece a mil 125.

Historiadores y analistas que han seguido de cerca la evolución de Morena coinciden en que el partido se ha convertido en una fuerza hegemónica, aunque con diferencias claras respecto a la hegemonía que ejerció el PRI durante décadas.

“Morena se encuentra ahora, como vemos, en una posición fantástica. No es un partido de estado, no es un partido único, pero sí que es un partido dominante. Sí, esa es una posibilidad de llamarlo partido hegemónico, pero ya no partido autoritario como fue el PRI y su derivado que es el PRIAN. Es un partido hegemónico, pero dentro de una estructura donde la competencia, el pluralismo, el pluralismo está vigente y está siempre la posibilidad de que el elector realmente elija entre alternativas”, destacó en entrevista con SinEmbargo, el historiador Lorenzo Meyez

El escritor Pedro Miguel coincide en este diagnóstico: “Sí es una fuerza hegemónica. Esto es necesario entender este concepto que no tiene ninguna connotación negativa ni positiva, es decir, fuerza hegemónica no es dictadura. Las socialdemocracias escandinavas han sido una fuerza hegemónica. Pues es una organización política o un frente político  que propugna un proyecto de nación que cuenta con un respaldo ampliamente mayoritario"

Uno de los aspectos que más llama la atención del crecimiento de Morena es que su consolidación se dio en un periodo relativamente corto. El partido surgió del Movimiento de Regeneración Nacional, conformado desde 2011, que decidió transformarse en partido político tras un consejo nacional celebrado en 2012. Dos años después, en 2014, obtuvo su registro oficial ante el INE.

Pero la hazaña de Morena se centra en que logró estos resultados jugando bajo las reglas establecidas por el entonces oficialismo (ahora oposición). Con esas mismas normas, diseñadas por gobiernos y estructuras políticas que no favorecían a la oposición, el partido no solo compitió, sino que ganó y acumuló triunfos de manera progresiva.

“El movimiento de Morena, que tiene un líder muy peculiar, que empezó, conoció y entró dentro del sistema político mexicano desde abajo,  y ese liderazgo no tiene una contraparte en la derecha. Tiene una aceptación cada vez mayor entre el electorado mexicano que, insisto, ahora sí ya se puede hablar de competencia entre partidos. Ya se quedó atrás la larga etapa del partido de Estado y el partido único, y va adquiriendo presencia una fuerza inesperada para muchos, y llegó el momento en que la división política en México fue entre Morena y todos los demás", resaltó Lorenzo Meyer.

Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo.
AMLO y Claudia Sheinbaum Pardo en la toma de protesta como Presidenta Constitucional de México . Foto: Presidencia / Cuartoscuro

Las elecciones de 2024 marcaron el punto más alto de este proceso. Morena no solo retuvo la Presidencia de la República, incluso con una votación mayor con 36 millones de votos, sino que logró –considerando a sus aliados– casi la mayoría calificada en el Congreso, lo que le otorgó a Claudia Sheinbaum un margen de maniobra mayor al que tuvo Andrés Manuel López Obrador durante su sexenio, pues esa mayoría permitió avanzar en reformas estructurales.

A ello se sumó el control del Poder Judicial, tras la aprobación de la reforma judicial y la primera elección en la que los ministros que llegaron a la Suprema Corte resultaron afines al oficialismo.

El crecimiento en cada año

Aunque Morena obtuvo su registro como partido en 2014, su origen se remonta a un proceso político más largo, vinculado directamente con la ruptura de Andrés Manuel López Obrador con el PRD tras el Pacto por México, firmado por PRI y PAN durante el gobierno de Enrique Peña Nieto para pasar sus reformas "estructurales" neoliberales. López Obrador dejó el PRD en septiembre de 2012, luego de militar en ese partido durante 23 años.

Desde 2011, ya se había conformado el Movimiento de Regeneración Nacional como una estructura para la defensa del voto, en respuesta a los fraudes electorales que López Obrador denunció tras competir en tres ocasiones por la Presidencia, en el 2000, 2006, y 2012. El movimiento buscaba organizar representantes de casilla y vigilar el proceso electoral, bajo la consigna del “voto por voto”.

“El vacío que deja esta abdicación del PRD de liderear a la izquierda, va a llevar a la decisión de Andrés Manuel López Obrador de encabezar la formación de otro partido de izquierda y que tiene base social. Y la derecha deja de ser muy atractiva porque ejerce el poder con Fox, con Calderón, con Peña Nieto y sus resultados no son particularmente … que le permitan afianzarse como una alternativa realmente importante e interesante para la sociedad mexicana”, resaltó el historiador Lorenzo Meyer.

Tras su salida del PRD, el movimiento celebró el 20 de noviembre de 2012 un consejo nacional y decidió transformarse en partido político. Dos años después, tras cumplir con los requisitos legales y realizar asambleas en todo el país, el 4 de julio de 2014, Morena obtuvo su registro por parte del INE, y comenzó su participación electoral a partir de las elecciones federales intermedias del 2015.

“Morena es la expresión partidista de un movimiento de nuevo tipo sin precedente que sea en la historia, que es un movimiento insurreccional, pero un movimiento insurreccional pacífico. El agotamiento del modelo neoliberal lleva a la evidente necesidad del país de tener un nuevo rumbo, un nuevo pacto social, un nuevo proyecto de nación o un proyecto de nación, porque el neoliberalismo nunca tuvo proyecto de nación, tenía plan de negocios, es lo mismo”, destacó Pedro Miguel.

En el año 2015 se celebraron elecciones federales intermedias para los 500 miembros de la cámara de diputados federales, donde Morena logró 35 escalos en la Cámara Baja. Además, en ese año se celebraron elecciones locales en la Ciudad de México en las que el partido guinda ganó cinco alcaldías: Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.

La virtual Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum, confirmó la noticia ayer por la noche. Ortiz Pinchetti fue hasta su muerte el titular de la FISEL y estuvo encargado de supervisar las elecciones del pasado 2 de junio.
"El movimiento de Morena, que tiene un líder muy peculiar, que empezó, conoció y entró dentro del sistema político mexicano desde abajo", destacó Meyer. Foto: @lopezobrador_

En 2017 se celebraron elecciones para las gubernaturas de Nayarit, Estado de México y Coahuila. Morena participó en las tres. En Coahuila contendió con Armando Guadiana Tijerina, en una elección polémica en la que quedó en tercer lugar; el ganador fue Miguel Ángel Riquelme Solís, del PRI. En Nayarit, Morena postuló a Miguel Ángel Navarro Quintero, quien quedó en cuarto lugar, en una elección que ganó Antonio Echevarría García, del PAN.

El Estado de México fue la entidad donde Morena obtuvo su mejor resultado ese año, de la mano de la maestra Delfina Gómez Álvarez. De acuerdo con los cómputos oficiales, alcanzó el 30.81 por ciento de la votación, muy cerca de Alfredo del Mazo, del PRI, quien obtuvo el 33.72 por ciento. Se trató de una elección en la que se denunciaron diversas irregularidades.

Delfina Gómez en la contienda de 2017. Foto: Cuartoscuro

El 2018 marcó un punto avasallador en la historia política reciente de México. Llegó la ola guinda. Fue justamente cuando el país comenzó, casi en masa, a “pintarse de guinda” con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador como candidato de Morena a la Presidencia de la República. El líder del Movimiento al que llamaron la Cuarta Transformación, López Obrador obtuvo 30 millones 113 mil 483 votos, equivalentes al 53.19 por ciento de la votación.

En el Senado de la República, Morena ganó en alianza 24 escaños y uno más por sí solo, además de cinco senadurías de primera minoría en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el entonces Partido Encuentro Social (PES). En la Cámara de Diputados, Morena obtuvo ocho diputaciones federales por sí solo y 210 más en alianza con el PT y el PES, para alcanzar un total de 218 distritos ganados.

Con ello, la conformación del Congreso de la Unión en 2018 quedó integrada por 61 senadores y 251 diputados de Morena, incluidos los de representación proporcional. En esa misma elección se renovaron 26 congresos estatales, en los que Morena avanzó de manera significativa al obtener mayorías en 19 de ellos.

Además, en 2018 estuvieron en juego nueve gubernaturas —ocho estatales y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México—, así como diputaciones locales en 27 congresos estatales. Morena ganó cinco de esas gubernaturas: la Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum; Morelos, con Cuauhtémoc Blanco,; Veracruz, con Cuitláhuac García; Tabasco, con Adán Augusto López; y Chiapas, con Rutilio Escandón.

El Partido Acción Nacional (PAN) retuvo Guanajuato, con Diego Sinhue Rodríguez, y ganó Yucatán, con Mauricio Vila. Puebla fue ganada por el PAN con Martha Erika Alonso, mientras que Movimiento Ciudadano obtuvo Jalisco con Enrique Alfaro.

En esta imagen del 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador toma protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. A la izquierda, Enrique Peña Nieto le extiende la mano. Foto:

En 2019 no hubo elecciones federales, pero Morena continuó su avance a nivel estatal. En Puebla se celebraron elecciones extraordinarias tras el fallecimiento de la gobernadora panista electa, Martha Erika Alonso. En ese proceso volvió a contender Miguel Barbosa Huerta, quien había sido candidato de Morena en 2018, y ahora sí ganó la elección, convirtiéndose en gobernador.

Ese mismo año, Morena también avanzó en Baja California, donde se celebraron elecciones para gobernador por un periodo de dos años. Jaime Bonilla Valdez ganó bajo la coalición Juntos Haremos Historia, integrada por Morena, el PT y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con lo que el partido arrebató al PAN uno de sus bastiones históricos en el norte del país.

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El Presidente López Obrador cuando fue candidato de Morena a la Presidencia, acompañado por Clouthier, quien fue su coordinadora de campaña. Foto: Cuartoscuro, archivo.

De esta manera, para 2019 Morena ya gobernaba siete entidades federativas: las cinco ganadas en 2018 y las dos obtenidas en 2019.

El siguiente momento clave llegó en 2021, con las elecciones intermedias. A nivel federal se renovaron las 500 diputaciones de la Cámara de Diputados, mientras que a nivel local se eligieron 15 gubernaturas, 30 congresos estatales y mil 910 ayuntamientos.

Tras los comicios federales, la Cámara de Diputados quedó integrada por 198 diputados de Morena, 37 del Partido del Trabajo y 43 del Partido Verde Ecologista, lo que dio al bloque oficialista 278 de los 500 escaños, considerando diputaciones de mayoría relativa y de representación proporcional. El PAN obtuvo 114 diputados; el PRI, 70; Movimiento Ciudadano, 23; y el PRD, 15.

En cuanto a las gubernaturas, Morena obtuvo 11 de las 15 que estuvieron en juego. Al PAN le arrebató Baja California Sur, donde ganó Víctor Castro Cosío con el 46.45 por ciento de la votación, y Nayarit, donde Miguel Ángel Navarro Quintero obtuvo el 49 por ciento.

Al PRI le arrebató siete gubernaturas: Zacatecas, con David Monreal (48.6 por ciento); Sonora, con Alfonso Durazo (50.5 por ciento); Sinaloa, con Rubén Rocha Moya (57.6 por ciento); Colima, con Indira Vizcaíno (32.9 por ciento); Guerrero, con Evelyn Salgado (44 por ciento); Tlaxcala, con Lorena Cuéllar (50.1 por ciento); y Campeche, con Layda Sansores (32 por ciento).

Al PRD le arrebató la última gubernatura que conservaba por sí solo: Michoacán, donde Alfredo Ramírez Bedolla ganó con el 41.5 por ciento de la votación.

Morena también retuvo Baja California, que había ganado dos años antes, ahora con Marina del Pilar Ávila Olmeda, quién obtuvo el 48.1 por ciento de los votos. En San Luis Potosí, aunque Morena no ganó directamente la gubernatura, esta quedó en manos de uno de sus aliados, el Partido Verde Ecologista, con Ricardo Gallardo Cardona, quien venció al PRI con el 36.9 por ciento.

Así, para 2021 Morena pasó de gobernar siete a 17 entidades federativas: siete que ya tenía y 10 que arrebató al PRI, PAN y PRD.

Gobernadores electos de Morena en 2021. Foto: Cuartoscuro.

En 2022 se celebraron elecciones locales en seis estados. Morena arrebató cuatro gubernaturas más al bloque PRI-PAN-PRD. En Tamaulipas ganó Américo Villarreal, quien venció al PAN con el 49.5 por ciento de la votación. Al PRI le arrebató Hidalgo, donde Julio Ramón Menchaca Salazar, de la alianza Morena-PT, obtuvo más del 60 por ciento, y Oaxaca, donde Salomón Jara Cruz ganó con más del 58 por ciento.

Además, le arrebató a la alianza PAN-PRD el estado que gobernada con Carlos Joaquín González: Quintana Roo, donde Mara Lezama Espinosa ganó con más del 55 por ciento de la votación. En contraste, el PAN ganó Aguascalientes con María Teresa Jiménez Esquivel, y el PRI conservó Durango con Esteban Alejandro Villegas Villarreal.

Con esos resultados, Morena pasó de 17 a 21 gubernaturas en 2022.

En 2023 se disputaron las dos últimas entidades que aún gobernaba el PRI: Durango y el Estado de México, este último considerado su principal bastión histórico y cuna del llamado Grupo Atlacomulco.

En el Estado de México, Morena volvió a postular a Delfina Gómez Álvarez, quien ya había competido en 2017 y se había quedado cerca del triunfo, incluso que se denunció un posible fraude en esa ocasión. Pera el 2023, Gómez Álvarez ganó la gubernatura, con lo que Morena arrebató al PRI su último gran bastión y elevó a 22 el número de entidades gobernadas por el partido. En Durango, en cambio, el PRI logró conservar la gubernatura con Manolo Jimenez que obtuvo una votación.

Los comicios de 2023 fueron leídos como una antesala de las elecciones de 2024, las más grandes en la historia del país. El triunfo de Morena en el Estado de México, la entidad más poblada de México, fue interpretado como una señal clara del escenario que se perfilaba para 2024, cuando el partido se jugó la continuidad de su proyecto político con Claudia Sheinbaum Pardo, ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, como su candidata presidencial.

El año 2024 ha sido el mejor año para Morena. No solo retuvo la Presidencia de la República, con Claudia Sheinbaum, quien incluso obtuvo una votación mayor que la de su antecesor al alcanzar 36 millones de votos, sino que además consolidó su dominio electoral y legislativo, fortaleciendo su posición en el Congreso de la Unión.

Durante años, el Poder Legislativo en México estuvo dominado por una lógica bipartidista bajo el control del PRI y el PAN, y más recientemente por una lógica tripartidista que incluía al PRD. Sin embargo, desde la elección de 2018, que llevó al poder al presidente Andrés Manuel López Obrador, la izquierda cobró fuerza en el Congreso, reafirmando la tendencia de que el Legislativo sigue la línea del Ejecutivo, ya que —con excepción de las legislaturas de 1997, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, y de 2006, bajo el mandato de Felipe Calderón— el partido del presidente ha sido la primera fuerza política en el Congreso. No obstante, aunque la izquierda se consolidó como la principal fuerza, no contaba con la mayoría necesaria para aprobar reformas constitucionales.

Y es que, si bien desde 2018, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, Morena logró convertirse en la primera fuerza al obtener una mayoría simple, no contaba con los votos suficientes para alcanzar la mayoría calificada, lo que permitió a la oposición frenar reformas constitucionales.

Mónica Aralí Soto Fregoso, Magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entregó este jueves la constancia de mayoría a Claudia Sheinbaum Pardo por su triunfo en las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio, con lo que se convirtió oficialmente en la Presidenta electa de México.
Cuando entregaron la constancia de mayoría a Claudia Sheinbaum Pardo por su triunfo en las elecciones presidenciales del  2 de junio de 2024. Foto: TEPJF

No obstante, a partir de la elección de 2024, Morena, junto con sus aliados, no solo cuenta con la mayoría simple en la Cámara de Diputados, sino que también alcanzó la mayoría calificada. La Cámara quedó conformada por 253 legisladores de Morena, 62 del PVEM y 49 del PT, lo que da un total de 364 curules para la alianza oficialista. En contraste, el PAN cuenta con 70 diputados federales; el PRI, con 37; Movimiento Ciudadano, con 28; y un escaño corresponde a una legisladora independiente, Guadalupe Mendoza Arias.

En el Senado, de los 128 escaños, 67 corresponden a Morena, 14 al Partido Verde Ecologista y seis al PT, lo que suma un total de 87 para la alianza oficialista. Mientras tanto, el PAN tiene 21 senadores; el PRI, 13; Movimiento Ciudadano, seis; y un senador sin partido, Erik Iván Jaimes Archundia, quien rindió protesta tras la solicitud de licencia indefinida de Manlio Fabio Beltrones.

De las nueve entidades en disputa, Morena logró retener Chiapas con Eduardo Ramírez, quien ganó la elección con el 59.62% de los votos. También retuvo la Ciudad de México con Clara Brugada, quien obtuvo el 51.90% de los votos. Asimismo, retuvo Morelos, entidad que era gobernada por Cuauhtémoc Blanco, quien llegó al cargo por el PES y posteriormente se incorporó a Morena. En esta ocasión, Morena mantuvo la gubernatura con Margarita González, quien ganó con el 47.87% de los votos.

Morena también retuvo Puebla, donde Alejandro Armenta ganó la elección con el 59.62% de los votos; Tabasco, con Javier May, quien fue el candidato de Morena que obtuvo la mayor votación, con cerca del 80% de los sufragios; y Veracruz, con Rocío Nahle, quien ganó con el 58.90% de los votos. Además, el partido se adjudicó una nueva entidad al arrebatarle al Partido Acción Nacional el estado de Yucatán, donde Joaquín Díaz Mena obtuvo el 50% de los votos.

En contraste, las otras dos entidades en disputa no fueron ganadas por Morena. Guanajuato se mantuvo como la joya de la corona del Partido Acción Nacional, donde la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD, Libia García, ganó con el 51.25% de los votos. Por su parte, Movimiento Ciudadano logró retener el estado de Jalisco con el 43.17% de los votos, aunque Morena estuvo cerca de ganar, ya que su candidata, Claudia Delgadillo, obtuvo el 38.21% de los sufragios.

De esta manera, Morena pasó de gobernar 22 estados en 2023 a un total de 23 entidades en 2024. Sin embargo, si se considera a la alianza oficialista integrada por Morena, el PT y el PVEM, la cifra asciende a 24 entidades, al incluir San Luis Potosí, gobernado por el Partido Verde Ecologista de México.

Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional de Morena, llamó a cerrar filas, respetar reglas internas y frenar oportunismo de quienes se acercan a la 4T.
Consejeros y consejeras nacionales de Morena durante la VIII Sesión Extraordinaria. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

En los legislativos locales

Morena, junto con sus aliados el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y otras fuerzas locales con las que se coaligó, no sólo logró ganar la Presidencia y la mayoría de los estados que renovaron Gobernador, también triunfó y se posicionó como la fuerza dominante en 27 congresos estatales de los 31 que estuvieron en disputa. Cinco más de los 22 que controlaba antes de las elecciones de 2024.

La “marea guinda” tan solo en la elección de diputados de mayoría consiguió ser el grupo mayoritario en las legislaturas de Querétaro y Yucatán, donde superó a Acción Nacional (PAN); en Jalisco, en donde con la ayuda de los partidos locales Hagamos y Futuro, desplazaron a Movimiento Ciudadano; y en Durango y Michoacán, donde desbancaron a la alianza PAN-PRI-PRD.

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En siete congresos donde Morena, PVEM y PT, en conjunto con partidos locales como Nueva Alianza, Fuerza México y Encuentro Social (PES) no tenían mayoría, ahora se ha establecido como la fuerza dominante. En seis de estos casos, desplazaron a la oposición, mientras que en Tamaulipas lograron ganar el legislativo que estaba dividido equitativamente entre la alianza PRIAN y la coalición oficialista.

Además, la alianza oficialista retiene el control en 20 congresos estatales donde ya eran mayoritarios: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Ciudad de México, Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Por su parte, el PAN, en alianza con el PRI y el PRD, logró retener el control en cuatro estados: Aguascalientes, el único estado que ganó Xóchitl Gálvez y en donde la oposición ganó todos los distritos de mayoría relativa; Chihuahua y Guanajuato, donde obtuvieron la mayoría de los legisladores de voto directo; y Nuevo León, donde ganaron más distritos que Morena y Movimiento Ciudadano.

Un dato importante a considerar ,tras los resultados de las elecciones 2024, es que en 27 estados, los gobernadores de los partidos tendrán un congreso con mayoría, incluidos los 23 de Morena. Sin embargo, hay cuatro gobernadores que no tendrán los legislativos a su favor y son precisamente mandatarios estatales de la oposición. Se trata de Manolo Jímenez, de Durango, y Mauricio Kuri González, de Querétaro, donde Morena le arrebató al PRI y al PAN, respectivamente, la mayoría legislativa en esos estados. Además, en Jalisco, Pablo Lemus de Movimiento Ciudadano cuenta un congreso con mayoría de Morena. En Nuevo León, Samuel García continúa con un legislativo confrontado pues la alianza del PRIAN ganó la mayoría de los distritos.

El riesgoso pragmatismo de Morena puede contaminar la 4t

El avance acelerado de Morena y su consolidación como la principal fuerza política del país también han traido  riesgos internos para el movimiento, entre ellos el exceso de pragmatismo y la incorporación constante de políticos provenientes del viejo régimen, una práctica que podría reproducir vicios del pasado, advierten especialistas.

“Morena tiene el poder, pero corre el peligro de disolver su esencia”, advitrió Lorenzo Meyer.

Y es que, el historiador  señaló que, tras la llegada de Morena al poder con una alta legitimidad electoral, comenzaron a manifestarse problemas que aún están en proceso de definición.

“Cuando Morena llegó al poder con una legitimidad fantástico, a partir de entonces, eh, se van presentando varios escenarios o varios problemas, diría yo, que apenas estamos viendo si Morena los va a superar o no”.

Andrés Manuel Lopez Obrador, candidato de Morena a la Presidencia, con Lilly Téllez, también como candidata al Congreso de la Unión. Foto: Saúl López, Cuartoscuro

Uno de los principales riesgos, explicó, es la entrada de actores que no comparten los valores ni las premisas del movimiento.

“Hay una corriente que intenta ingresar a Morena, aunque no comparten en en realidad sus valores, sus premisas, porque militaron y mucho en los otros partidos, en donde la ideología era poco importante”.

Meyer sostuvo que esta lógica responde a un pragmatismo que ha permitido a Morena mantener el control del nuevo sistema político, pero que tiene costos acumulativos.

“Es pragmática la aceptación, pero tiene un costo, y cuando se vuelve a repetir y se vuelve a repetir, entonces es un ácido que corroe los principios de Morena”.

Aunque reconoció que Morena sigue siendo una fuerza política dominante y con un proyecto de futuro, advirtió que el partido enfrenta el riesgo de perder su esencia:

En el mismo sentido, Pedro Miguel consideró que uno de los desafíos más complejos para el movimiento es el ejercicio mismo del poder: “El poder es, es, es una porquería muy infecciosa, muy virulenta, que contagia hábitos mentales que queremos erradicar”.

El escritor explicó que gobernar implica hacerlo con estructuras administrativas heredadas, lo que representa un riesgo permanente para cualquier proyecto de transformación.

“La convivencia con estos viejos aparatos, en donde lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir, pues implica riesgos”.

Sugeyry Romina Gándara

Sugeyry Romina Gándara

Romina Gándara quería ser piloto aviador, pero la miopía cambió el plan. Amante de los tacos y el café. Empezó como locutora de radio, luego reportera y fotoperiodista en Chihuahua, cubriendo nota roja y temas de seguridad. Desde 2016, vive en Ciudad de México donde se ha dedicado a la cobertura de temas de seguridad víctimas de la violencia y, actualmente, la mañanera del pueblo. Conduce el noticiero A Las Dos, junto a Blanca Juárez, por SinEmbargo al Aire.

Lo dice el reportero