Berlín, 13 May (Notimex).– El juicio en el caso de Jonny K., el joven que murió tras recibir una golpiza sin motivo alguno en uno de los lugares mas concurridos de la capital alemana, Alexanderplatz, se inició hoy en Berlín.
Los hechos ocurrieron hace siete meses y conmocionaron de manera profunda a la opinión pública hasta desatar un debate acerca del aumento de la violencia en la capital alemana.
En el juicio están imputados seis hombres de 19 a 24 años. Están acusados de lesiones físicas con consecuencia de muerte, entre otros cargos. Al parecer atacaron a Jonny K. ante un café cuando este quiso tranquilizar una pelea.
Muchos observadores esperaban la acusación de homicidio, sin embargo finalmente los médicos legales no pudieron confirmar que la golpiza tuvo como fin deliberado el de matar al joven de 19 años.
Jonny fue agredido a patadas y puñetazos y, según los testigos, apenas pudo defenderse, entre otras cosas porque estaba borracho tras salir de una discoteca en el centro de Berlín en la madrugada.
La víctima, un alemán de origen vietnamita, había salido de un club de Alexanderplatz con dos amigos en torno a las cuatro de la mañana después de celebrar el cumpleaños de un tercer amigo.
Onur U. un ciudadano alemán de origen turco es el acusado principal en el juicio porque tras lo ocurrido huyó a Turquía. La justicia alemana pidió a Turquía la extradición del individuo.
En la primera audiencia del tribunal rechazó las acusaciones y dijo que "no lo golpeé ni lo apaleé", según dijo en una declaración que fue leída por su abogado Axel Weimann.
El imputado añadió que no tuvo nada que ver con la muerte del joven, y que sin embargo los otros miembros del grupo se pusieron de acuerdo en atribuirle toda la responsabilidad.
El caso conmocionó al país entero. La hermana de la víctima fundó la asociación benéfica "I am Jonny" y organizó en abril un concierto cuyos ingresos financiarán proyectos para prevenir la violencia juvenil.
La prensa local denunció el aumento exponencial de la violencia en la capital alemana, donde la brecha social en los últimos años se ha elevado en gran medida. Sin embargo, el caso sigue siendo inexplicable por la falta de un móvil que no fuera la misma violencia.




