
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- La esterilización de perros y gatos, principalmente, es uno de los temas que interesa a dueños de mascotas, veterinarios y a la sociedad civil, pues cada año se registra una mayor población callejera de los denominados animales de compañía lo que también deriva en problemas de salud pública.
De acuerdo con el último informe publicado por la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en la Ciudad de México se han contabilizado un millón 200 mil perros con dueño y 120 mil en la calle.
Al respecto, Carlos Esquivel Lacroix, jefe de vinculación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMV y Z) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a SinEmbargo a principios de este mes que las cifras anteriores tienen un importante impacto a nivel de medio ambiente y en la salud de los capitalinos, ya que cada perro defeca en promedio 300 gramos al día y orina cerca de medio litro.
“Obviamente eso en materia de contaminación ambiental es un impacto importante, además de que si consolidan grupos en ciertas áreas, puede haber riesgo de agresiones, accidentes automovilísticos o depredación de fauna endémica en algunas zonas” destacó el especialista de la UNAM quien se ha pronunciado por la adopción de los animales de compañía así como de su esterilización.
Además de lo mencionado por el experto en animales, también es importante disminuir la taza de mascotas que viven en la calle por el propio bienestar de las mismas, ya que las especies pequeñas difícilmente tienen acceso a todos los cuidados que requieren, no tienen hogar, enferman y se están expuestos a muchos peligros.
Además, médicos veterinarios también llegan a recomendar la esterilización de las mascotas para mitigar o solucionar otro tipo de problemas relacionados con la salud de los animales.
POR SU SALUD
De acuerdo con un texto publicado por la UNAM en 2009 en perros machos, el riesgo de desarrollar problemas como cáncer de próstata y enfermedades venéreas puede disminuir con la esterilización.
En ese momento, el académico de la FMV y Z, Luis Fernando de Juan Guzmán, explicó que al retirar los testículos “se impide la producción de testosterona, que influye en la agresividad y la disminuye hasta en un 50 por ciento; además, la próstata reduce su tamaño hasta en un 20 por ciento y el riesgo de padecer complicaciones es mínimo”.
El experto de la UNAM abundó que los canes son descendientes de los lobos y ambos, en vida salvaje, se rigen por una sociedad jerárquica, donde los machos y hembras alfa son los de mayor rango y los más propensos a aparearse, pues pelean para asegurar la descendencia y mantener su condición; este comportamiento es hormonal, dijo.
“Entonces, cuando se castra al animal, se pierde el estímulo para ascender la escala” aclaró.
Otro problema asociado es la reproducción no controlada, tanto de los caninos domésticos como de los callejeros, que deriva en la transmisión de zoonosis y rabia.
La castración es un método eficiente para evitar la proliferación, pues la atracción por las hembras desaparece; también, se evita el Tumor Venéreo Transmisible (TVT), causado por un virus que se transmite en el cortejo o en la cópula, detalló la universidad.
Otra técnica de control es la vasectomía, en la que se cortan los conductos eferentes que permiten la eyaculación pero con este procedimiento no se evita el riesgo de desarrollar los padecimientos mencionados, pues se sigue produciendo testosterona.
El académico aclaró que otro mito difundido es el apareamiento de las hembras para su equilibrio emocional, “pero es una idea errónea, pues si se esterilizan antes de su primer celo tienen un mínimo riesgo de desarrollar un tumor en sus células mamarias”, indicó.
LOS GATOS
En el caso de las gatas es recomendable la esterilización porque ayuda a la prevención de tumores en las mamas o en el útero, así como a evitar los maullidos descontrolados, el marcaje en casa y “las escapadas de la gata en busca de un macho felino”, según explica el portal especializado en animales Eroski Consumer.
El sitio detalla que “una gata esterilizada a los seis meses, o antes de su primer celo, tiene un 95 por ciento de posibilidades de no padecer tumores cancerígenos de mama", calcula Isabel Callealta, veterinaria especializada en felinos. Este porcentaje que se reduce a un 85 por ciento entre el primer y el segundo celo”.
Además, Mundo Animalia explica en un artículo que la esterilización de los gatos esta operación se cortan las vías espermáticas del gato (vasectomía) en el caso de los machos, mientras que en el caso de las hembras se les hace una ligadura de trompas, pues “de esta manera las molestias del comportamiento sexual de los animales no quedan suprimidas, los gatos siguen maullando, estando nerviosos, escapándose de casa, vagabundeando y dejando restos de orín de un olor desagradable”, explica.




